Los imputados fueron descubiertos comercializando efectos robados a través de Facebook, cuando uno de ellos rapiñó a otro hombre con el que había acordado adquirirle una moto.

El martes 23 en horas de la noche, la Policía fue alertada por la ocurrencia de una rapiña a la altura de avenida San Pablo y calle Isabel de Castilla, en uno de los bordes del barrio Presidente Kennedy. Los efectivos que concurrieron al lugar se entrevistaron con la víctima.

Dijo que había ido hasta ese lugar porque había acordado con otra persona venderle su moto marca Baccio, pero que cuando se acercó el presunto comprador, éste llamó a otros sujetos que comenzaron a golpearlo para quedarse finalmente con el bi rodado en cuestión.

El caso fue derivado a Investigaciones del Distrito 2 que pudo establecer quien habría sido el ideólogo de la trampa. El sospechoso fue detenido el viernes 26 en horas de la tarde mientras se encontraba en un kiosco ubicado en camino Aparicio Saravia junto a la moto robada.

Mientras era identificado, otro sujeto cruzó la calle para indicar que la moto era suya; ambos andaban en un camión donde fue ubicada una bicicleta GT que dijeron haber adquirido a través de la red social Facebook. Ante la confusa situación, los dos fueron trasladados a dependencias policiales.

Fueron identificados como P.S.R.P., de 19 años, y P.M.P.P., de 24, quienes por otra parte no serían ajenos a un robo ocurrido entre los días 16 y 17 de octubre del corriente mes del interior de una camioneta estacionada en calles Ventura Alegre y 19 de Abril, en la ciudad de Maldonado.

El denunciante de aquel robo dijo haber visto una serie de herramientas y un alargue eléctrico que le habían robado, ofrecidos a la venta en una cuenta de Facebook. Enterada la Fiscal de turno, dispuso otras diligencias y la comparecencia de los dos detenidos en sede Judicial.

Este domingo, P.S.R.P. fue condenado a la pena de 5 años y 6 meses de prisión efectiva, como autor de dos delitos de receptación agravados, y un delito de rapiña agravado, todos en régimen de reiteración real entre sí. Su compinche P.M.P.P. recibió una pena muy inferior.

La Justicia lo condenó como autor penalmente responsable de dos delitos de receptación agravados, en régimen de reiteración real, a 15 días de prisión efectiva y 7 meses y medio de libertad vigilada, con las únicas condiciones de no cambiar de domicilio y presentarse una vez por semana ante la Policía.

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