Un caso muy confuso ocurrido en diciembre de 2016 y que terminó con una peluquera encarcelada y dos hombres requeridos, puede definirse en los próximos días. La Justicia deberá determinar si efectivamente se trató del intento de secuestro de la esposa de un empresario argentino, o del intento de robo de una camioneta de alta gama.
Dos días atrás, uno de los requeridos por aquel caso ocurrido el 13 de diciembre de 2016, W.O.M., de 66 años, se presentó por un trámite en dependencias policiales de la ciudad de San Carlos, donde “saltó” que estaba requerido desde hace más de 4 años. Inmediatamente quedó detenido y a disposición Fiscal.
El exfutbolista, que se domicilia en una zona de campaña al Norte de San Carlos, tras declarar recuperó la libertad aunque quedó emplazado. Fijó domicilio donde se encontraba viviendo y no puede salir del país. Aún no se sabe cómo ingresó a Uruguay sin ser detectado luego de haber huido hacia el exterior.
Como lo informó MaldonadoNoticias, todo sucedió poco después de las 12.00 del martes 13 de diciembre de 2016 en Ruta Interbalnearia a la altura del ingreso a Chihuahua, cuando A.T. retornaba del aeropuerto de Laguna del Sauce, donde dejó a su marido D.C. que volaría poco más tarde hacia la República Argentina.
En un mensaje de audio que la víctima de aquel confuso episodio difundió en la red WhatsApp entre un grupo de amigas y que más tarde se viralizó, narró que a unos cinco minutos del aeropuerto, detuvo la marcha porque un grupo de personas que pensó que eran policías, “me sacó” de la ruta.
Sin embargo, “eran ladrones” dijo, aunque inmediatamente corrigió su relato presumiendo que pudieran ser “secuestradores”, ya que insistían en que se pasara para el asiento trasero de su camioneta (matriculada en Uruguay), y no le exigían la entrega de dinero u otros valores.
Agregó que la golpeaban y “picaneaban”, y que comenzó a gritar lo que fue percibido por varios automovilistas que pasaban por el lugar a baja velocidad, ya que en el medio de la ruta había conos, como los que habitualmente instalan quienes están realizando alguna tarea de control.
Los delincuentes, ante esa situación decidieron abandonarla y huir en dos vehículos que luego se identificaron como una camioneta VW Parati y otro coche de la misma marca. A.T. aseguró que no la querían robar, porque no le tocaron su cartera, su teléfono celular ni un costoso reloj pulsera.
Tras ser liberada retornó al aeropuerto donde denunció lo ocurrido junto a su marido D.C. quien postergó el vuelo previsto. Fue revisada por una doctora de la terminal aérea y luego se fue a su domicilio en Punta del Este con algunos antibióticos ya que estaba un poco dolorida.
Respecto a los dos hombres y la mujer que la interceptaron, dijo que estaban uniformados (no precisó uniformes de que) y que llevaban chalecos reflectivos. El adinerado matrimonio argentino, vivía en aquel momento desde hacía unos 4 años en una lujosa torre de Punta del Este.
La única
Por aquel caso, una mujer identificada como A.S.M.G., de 53 años y carente de antecedentes penales (vivía en forma alternada en un apartamento de la Parada 5 de la Brava de Punta del Este y en su casa de Sauce, Canelones), fue remitida a prisión el sábado 17 de diciembre de 2016.
Lo que se sospechó con firmeza que pudo ser un intento de secuestro de la mujer extranjera, en principio quedó como un intento de robo de la camioneta Jeep modelo Cherokee Longitude (2016) que conducía la víctima con destino a Punta del Este, tras dejar a su marido en el aeropuerto.
La entonces Jueza Penal de 4° Turno de Maldonado, doctora Adriana Morosini, procesó con prisión a la peluquera A.S.M.G., imputada por un delito de usurpación de funciones en concurso formal, con un delito de rapiña con privación de libertad (copamiento) en grado de tentativa.
Ella declaró haber sido contactada por dos hombres -uno de los cuales fue plenamente identificado-, para simular un operativo de control en la Ruta Interbalnearia, pero con el objetivo de “robar” un automóvil de alta gama que luego sería vendido en el exterior de forma ilegal.
Un meticuloso trabajo de Investigaciones del Distrito 2, entonces a cargo del comisario mayor Jorge Guerra, en base al testimonio de la víctima, los de varias personas que vieron lo sucedido, y el análisis de filmaciones de cámaras de seguridad, públicas y privadas, desembocó en la detención de A.S.M.G.
La mujer, dueña de un costoso apartamento en la Playa Brava de Punta del Este y de al menos otra propiedad en Canelones, fue requerida dos días después del hecho. Al sentirse “presionada” por la búsqueda, decidió presentarse en una dependencia policial de Montevideo.
Desde allí fue trasladada a Maldonado donde durante los primeros interrogatorios, negó toda participación en los hechos investigados. Con una abrumadora cantidad de pruebas en su contra, declaró ante la Jueza Morosini y siguió detenida, hasta que pidió para hablar y contar la verdad.
Aseguró que los hombres buscados, uno de los cuales fue plenamente identificado (era el ex jugador de fútbol profesional), la contactaron y le ofrecieron cierta suma de dinero para que les brindara apoyo en la ruta, ya que robarían algún vehículo de alta gama para cumplir con un pedido.
Así, simulando realizar un control a la altura del arroyo El Potrero, el trío luciendo chalecos reflectivos habrían esperado el momento justo para dar un golpe. Fue así como poco después de la hora 12.00 del martes 13, vieron acercarse en dirección a Punta del Este una camioneta de alta gama.
Se trataba de A.T. que retornaba al volante de su Jeep Cherokee Longitude con destino a su apartamento en Punta del Este. Le hicieron señas, la mujer se detuvo y le pidieron los documentos, tras lo cual la empujaron, entraron en el vehículo y la forzaban a que se pasara al asiento trasero.
De todos modos, la declaración de la peluquera (hoy ya está en libertad) no fue convincente y hasta hoy se sigue presumiendo que en realidad se intentó secuestrar a la esposa del empresario argentino, para extorsionarlo y obligarlo a entregar una fuerte suma de dinero para lograr su libertad.