(ÚLTIMA INFORMACIÓN - H. 23.55) El hombre fue detenido con un bolso cargado de efectos que faltaron de la casa, pero por ahora solo fue formalizado y por el delito de receptación. La víctima del robo aclaró que fue mucho más cuantioso de lo informado y que además le provocaron múltiples daños en su casa.
El hecho fue denunciado ante la Policía sobre la hora 18.30 del martes 6, por una vecina de una finca ubicada en calle 32 del balneario Buenos Aires, a la que uno o más delincuentes habían ingresado tras romper el vidrio de una ventana que da a la cocina de la propiedad.
La información oficial de la Jefatura de Policía de Maldonado, consignó que los efectivos enviados al lugar, constataron un gran desorden dentro de la casa, y que la víctima denunció el faltante de una cortadora de cabello, una cámara fotográfica, un teléfono celular, relojes, ropas y calzado, entre otros objetos.
Recorridas realizadas posteriormente por la zona, permitieron ubicar en calle 36 a un hombre que fue identificado como B.S.D.G., de 27 años, quien llevaba consigo un bolso conteniendo los efectos robados poco antes, y presentaba un corte con abundante sangrado en su cabeza.
Fue trasladado detenido a un nosocomio donde fue asistido y revisado para finalmente comparecer ante el Juez Penal de 2° Turno de San Carlos. B.S.D.G. fue formalizado por la presunta autoría de un delito de receptación y como medida cautelar cumple arresto domiciliario nocturno, de 22.00 a 6.00 horas, por 90 días.
La otra versión
La víctima del robo, en comunicación con MaldonadoNoticias, afirmó que lo que le llevaron fue mucho más, porque incluyó anillos de oro, una medalla valuada en US$ 1.300, cadenas, cuchillos de plata y oro, relojes, además de ropa de ella que incluso el ladrón se llevó puesta.
Agradeció no haber terminado atacada y lastimada por el sujeto, ya que ingresó a su casa y aún estaba allí y se escondió en un dormitorio, por lo cual muy asustada salió corriendo y se encerró en su camioneta para llamar a una vecina que a su vez llamó a la Policía dando cuenta de lo que ocurría.
Agregó que llegó a su propiedad poco antes de la hora 18.30 del martes, y aunque el portón estaba abierto igualmente ingresó; pero al entrar a la casa el impacto fue inenarrable porque había sangre por todos lados, un gran desorden en todas las habitaciones, así como gran parte del amoblamiento roto.
“Me tiró todo, me desarmó una biblioteca, me arrancó los placares, me tiró toda la ropa de los cajones de las cómodas; quedó mi casa como si hubiera pasado un tsunami”, narró la víctima en su intento porque se sepa lo que realmente le ocurrió, y sin esconder su enojo por la decisión inicial de la Justicia.