Tras la concreción de varios allanamientos, cuatro hombres comparecieron ante la Justicia, terminando imputados por un delito continuado de negociación de estupefacientes y enviados a la cárcel.
Un trabajo encarado por investigadores de la Zona Operacional 3 con base en San Carlos, a partir de información sobre el funcionamiento de una boca de venta de sustancias estupefacientes en una casa de calle Lavalleja, desembocó en tres allanamientos, varias detenciones e incautaciones.
Reunidos elementos probatorios de las actividades ilícitas, el martes 1° de febrero se allanaron en forma simultánea 3 casas, en las cuales se incautaron 30 dosis de clorhidrato de cocaína (21 gramos) y 3 gramos de marihuana, una balanza de precisión y dinero, entre otros elementos habituales en las bocas.
Cuatro hombres que fueron detenidos durante los operativos quedaron a disposición de la fiscalía de 2° Turno, que dispuso una serie de actuaciones antes de su conducción al Juzgado Penal de 2° Turno, donde todos fueron condenados a distintas penas por delitos vinculados a las drogas.
Ruben Gabriel Reyes Noria, de 21 años, y Alan Yovani Melo Alvez, de 19, fueron penados con 2 años y 4 meses de penitenciaría de cumplimiento efectivo, ambos como autores de un delito continuado de negociación de estupefacientes (violación del Artículo 31 de la Ley N° 14.294).
Los otros dos sujetos fueron imputados por el mismo delito que los anteriores, aunque la pena para ellos en sensiblemente inferior: Washington Martin Valdivieso Cabrera, de 47 años, fue penado con 2 años de penitenciaria de cumplimiento efectivo, y R.M.T.M., de 19 años, a 2 años y 2 meses de prisión efectiva.
Reyes Noria, registraba un antecedente del 3 de diciembre de 2020 cuando lo condenaran a 6 meses de libertad a prueba como autor de un delito de tráfico interno de armas. Fue detenido tras efectuar disparos con un rifle calibre 22 en el barrio Francisco De León.
En el caso de Melo Alvez, el 6 de diciembre del año pasado fue imputado por un delito de disparo de arma de fuego en lugares públicos, con un delito de tráfico interno de armas. La pena impuesta fue de 60 días de arresto domiciliario nocturno, la que no había terminado de cumplir.
Otro más
Asimismo, días atrás en horas de la madrugada, personal policial de San Carlos intervino en calle Rincón a un joven que se desplazaba en bicicleta y al ver acercarse el móvil arrojó un arma de fuego debajo de un automóvil que estaba estacionado y emprendió la fuga.
Se trataba de Juan Agustín Carrasco Díaz, de 19 años y poseedor de un antecedente por hurto agravado del 22 de junio del año pasado, quien tras ser identificado fue revisado: en un morral llevaba 127 lágrimas de cocaína. El joven, el arma y la droga fueron trasladados a dependencias policiales.
Conducido a la sede Penal de 2° Turno, Carrasco Díaz fue condenado a 2 años y 6 meses de penitenciaría, como autor de un delito de tenencia no para consumo de estupefacientes, y un delito de tenencia no autorizada de arma de fuego, con un delito de porte de arma de fuego en lugares públicos.