Un hombre de 69 años, que aún estaba purgando una pena de libertad vigilada por comercialización de estupefacientes en una boca del barrio Sarubbi de Maldonado, nuevamente fue condenado por suministro y fue enviado a la cárcel por dos años y medio.
El miércoles 19 de enero la Brigada Departamental Antidrogas (BDA) de Maldonado, recibió información respecto a que en una casa de calle Treinta y Tres, entre Las Flores y Yerbal, nuevamente se estaban vendiendo estupefacientes, como se probó a mediados de 2020.
Iniciada la investigación y en coordinación con la Fiscalía de 4° Turno, el martes 8 de febrero la casa fue allanada y se incautaron 28 dosis de clorhidrato de cocaína, $ 8.299, una balanza de precisión, varios teléfonos celulares y 7 aves nativas, siendo detenido Alfredo Techera Melgarez, de 69 años.
Cumplidas otras actuaciones, el sexagenario compareció en el Juzgado Penal de 4°Turno, donde resultó penado con 2 años y medio de penitenciaría, como autor de un delito continuado de suministro de estupefacientes, ilícito similar al que le imputaran a mediados del año 2020.
Reincidente
Este hombre, el 9 de junio del año 2020, había sido condenado a una pena combinada de dos años, como autor de un delito de negociación de sustancias estupefacientes: estuvo 16 meses en prisión y ahora se encontraba en régimen de libertad vigilada.
Fue resultado de un procedimiento desarrollado por la BDA de Maldonado -denominado “Gepeto” (ahora lo llamaron “Gepeto 2”)-, que se encontraba trabajando en base a nutrida información sobre el funcionamiento en una finca del barrio Sarubbi, de una boca de venta de drogas.
El lunes 8 de junio, fue concretado un allanamiento en una finca de calle Treinta y Tres, entre Las Flores y Yerbal, en Maldonado, en la que se detuvo a Techera Melgarez y a una mujer y se desbarató una boca, como corolario de la investigación desarrollada durante varios meses.
En la finca se incautó una bolsa con 19 dosis de cocaína y una segunda con 6 dosis, otro envoltorio con sustancia vegetal que sería marihuana, $ 16.812 y US$ 2, 87 proyectiles calibre 22, varios teléfonos celulares y una moto en la que se movilizaba el responsable de la boca.
Techera, al ser revisado llevaba entre sus ropas tres dosis de droga. Finalmente, la mujer detenida quedó en libertad, mientras este hombre fue llevado ante la Justicia donde además del delito antes señalado, también fue imputado por un delito de tráfico interno de municiones.