Un hombre de 44 años y un joven de 22, fueron condenados en las últimas horas como autores de los delitos de negociación y suministro de estupefacientes, respectivamente. El procedimiento, llevado adelante el lunes último, es continuación de otro realizado en abril que terminó con dos individuos condenados por delitos similares.
Como lo informara MaldonadoNoticias, el lunes 9 se llevaron a cabo dos procedimientos por parte de la Brigada Departamental Antidrogas (BDA): en calles de Piriápolis fueron detenidos dos sujetos que se desplazaban en un coche y luego en un allanamiento en Pueblo Obrero, otras 3 personas.
El caso, derivó además en la demolición de una casa precaria ubicada en calle Silvestre Blanco casi Guerra, en Pueblo Obrero, donde funcionaba una boca de venta de sustancias estupefacientes que literalmente era un dolor de cabeza desde hace muchos años para todos los vecinos de la zona.
Durante el allanamiento en la construcción demolida, se incautaron 0,8 gramos de clorhidrato de cocaína, una lágrima de la misma droga de 0,3 gramos, dos piedras que pesaron 27 gramos (no se especificó si era cocaína o pasta base), además de una pequeña cantidad de marihuana y una balanza de precisión.
En el mismo momento, fueron detenidos Jean Paul Centurión Ferreyra, de 44 años, con un antecedente del año pasado precisamente por otro procedimiento por causas similares, y el joven de 22 años identificado como M.N.C.V., quienes este martes en horas de la tarde fueron sometidos a la Justicia Penal.
M.N.C.V., fue imputado como autor de un delito de suministro de estupefacientes y penado con 2 años de penitenciaria efectiva; en tanto que Jean Paul Centurión Ferreira, fue imputado como autor de un delito continuado de negociación de estupefacientes, y penado con 2 años y 10 meses de penitenciaría.
Centurión Ferreyra, el 8 de mayo de 2021 había sido condenado por un delito de violencia privada, tras una serie de intercambios de disparos ocurridos en Pueblo Obrero, uno de los cuales -en calles Simón del Pino y Pérez Castellanos-, terminó con un joven de 24 años herido por disparos de un arma de fuego.
Según la información de la Policía, los efectivos que concurrieron al lugar se entrevistaron con los denunciantes, quienes manifestaron que los disparos fueron efectuados desde una moto en la que viajaban dos hombres hacia su casa, por razones que no pudieron aclarar.
Sin embargo, de acuerdo a testimonios de vecinos de la zona, desde esa misma casa habrían repelido la agresión. Los disparos fueron escuchados desde varias cuadras y aseguraron que no fueron menos de 10. El herido fue trasladado a la policlínica de Piriápolis donde fue asistido.
Pero el jueves 6 de mayo sobre las 23.15, la Policía fue alertada sobre otra balacera que había ocurrido a la altura de calle Pérez Castellanos y Ruta 37, a tres cuadras de donde cuatro días antes se había producido el episodio narrado anteriormente donde un joven fue herido en un brazo.
Los policías actuantes, en una primera inspección encontraron drogas, aunque no se aportaron detalles de tipo y cantidad, así como dos chalecos antibala, y una moto requerida por hurto. En la escena trabajó Policía Científica y se dio intervención a la Brigada Departamental Antidrogas.
En aquel hecho, también un adolescente resultó herido por lo que tuvo que ser trasladado en una emergencia médica móvil al hospital Elbio Rivero de Maldonado donde estuvo internado. El diagnóstico primario indicó que había recibido un disparo en la zona abdominal, sin orificio de salida.
Tras aquel violento episodio, 3 hombres fueron detenidos aunque luego quedaron en libertad; posteriormente, efectivos de Investigaciones de la Zona Operacional 1, de la BDA y de Policía Científica, concretaron varios allanamientos en fincas de la zona en procura de elementos probatorios.
Una de las casas allanadas fue la de Jean Paul Centurión Ferreyra, ubicada en un predio donde había otras construcciones. Una mujer que también vivía en ese mismo lugar, aseguró a la Policía tener problemas con este sujeto y haber sido amenazada tras el segundo tiroteo consignado.
En la sede penal de 11° turno, Centurión Ferreyra fue condenado a 5 meses de prisión imputado por un delito de violencia privada aunque se supone que a esa altura ya estaba involucrado en el tema drogas. Cuando quedó en libertad en los primeros días de octubre del año pasado, siguió en lo mismo.
Beskar 1 y 2
La operación de la BDA denominada “Beskar 2”, es la continuación de otra que tuvo lugar en el mes de abril y que se disparó a partir de una llamada anónima al teléfono 0800 5000, denunciando la existencia de una boca de venta de sustancias estupefacientes en una cabaña de Pueblo Obrero.
Tras obtenerse elementos probatorios y con orden de allanamiento, en un primer procedimiento se detuvo a Marcelo Gabard Añon, de 25 años, en momentos que intentaba fugarse por los fondos de la cabaña portando un arma de fuego, y dentro de la propiedad, a B.A.M.L., de 31 años.
Además del revolver que portaba Gabard al momento de ser atrapado, la Policía incautó una pistola, una escopeta, proyectiles varios de distintos calibres, envoltorios de clorhidrato de cocaína y marihuana (no precisó cantidades), así como dos balanzas de precisión y $ 400.
Los dos detenidos fueron conducidos al juzgado penal de 4° turno donde resultaron condenados a distintas penas. Durante la indagatoria, además, se pudo probar que Gabard Añón estaba vinculado a una violenta rapiña ocurrida en Punta Negra, donde una mujer había sido baleada en el tórax.
El viernes 8 de abril, el delincuente fue penado con 8 años de penitenciaría como autor de una rapiña especialmente agravada, negociación de sustancias estupefacientes, tráfico interno de arma de fuego y municiones, y dos delitos de porte de arma de fuego por reincidente.
Gabard Añón contaba con dos antecedentes, el primero de los cuales lo llevó a la cárcel el 17 de agosto del año 2017. Fue imputado aquella vez por un delito de hurto especialmente agravado por la pluriparticipación y la penetración domiciliaria, con un delito de incendio a título de dolo eventual.
Posteriormente, el 14 de noviembre de 2020 tras ser detenido por efectivos de Investigaciones de Zona 1, y estando requerido por un robo ocurrido en una finca ubicada en Piriápolis en octubre de 2019, fue condenado a 13 meses de prisión como autor de un delito de hurto agravado.
Gabard había sido intervenido llevando un televisor y otros objetos, los cuales fueron incautados, aunque al no haber ninguna denuncia quedó en libertad. Posteriormente se recibió la denuncia correspondiente y la investigación desembocó en otro sujeto que también fue condenado.