Se trata de Pablo Sebastián Morales Arias, de 34 años, integrante de una familia signada por el delito, quien -con otros 11 antecedentes en su haber-, por el momento está formalizado por la presunta autoría 3 delitos de violación de domicilio, con 3 delitos de hurto.
Todo se inició cuando el martes 18 de octubre fue denunciado en el destacamento policial de Sauce de Portezuelo, un hurto cometido en el interior de un galpón ubicado sobre avenida Del Potrero, en el paraje La Capuera. Dos sujetos fueron registrados por las cámaras de video vigilancia.
Además, al radicar la denuncia el damnificado agregó que le habían roto dos candados, y que del interior se habían llevado una garrafa de supergas de 13 kilos y un tacho de cobre. Al día siguiente, al sentir ruidos observó que uno de los dos sujetos del día anterior, escapaba del galpón.
En el transcurso de la investigación y con el análisis de los registros fílmicos, fue posible identificar a uno de los responsables, tratándose de Pablo Sebastián Morales Arias, de 34 años y poseedor de otros 11 antecedentes penales, quien a esa altura ya estaba siendo investigado por otro ilícito.
El jueves 20 de octubre, habían hurtado una hormigonera y varios metros de malla sombra del patio de una casa de La Capuera. Informada de ambos hechos y con varios elementos probatorios, la fiscalía de 4° turno emitió la orden de captura para Morales Arias, quien fue detenido el miércoles 2 de noviembre.
Conducido al juzgado penal de 11° turno, Pablo Sebastián Morales Arias fue formalizado como presunto autor de tres delitos de violación de domicilio, en concurrencia fuera de la reiteración, con tres delitos de hurto, dos especialmente agravados y uno en grado de tentativa.
De todo un poco
El último antecedente de este individuo es del 10 de mayo del año pasado, cuando la jueza penal de 11° turno le imputara un delito de hurto especialmente agravado, en reiteración real, con un delito de receptación agravada, por lo que estuvo en prisión algunos meses.
Una semana atrás, un llamado a la Policía alertó sobre la presencia de varias personas extrañas retirando distintos efectos de una finca de calle Coconut, en el balneario Ocean Park. Iban cargando todo en un automóvil Ford Escort, y para el denunciante no eran los propietarios.
Iniciada la investigación a cargo de personal policial de la Zona Operacional 1, apoyado en el trabajo de los visualizadores del CCU, fue posible con los datos que se habían obtenido, identificar el vehículo mencionado, hacer su seguimiento y también identificar a su conductor.
Días después, una dotación policial se constituyó en la casa del hombre que aparecía al volante, que era nada menos que Pablo Sebastián Morales Arias. Allí además se encontraba el Ford Escort, al que a esa altura le habían “lavado la cara” y ya estaba pintado de otro color.
Pero también se encontraron varios efectos que fueron denunciados por la víctima del hurto en Ocean Park; entre ellos un trailer de auto (de hierro y madera), así como palas de corte y una carretilla, entre otras cosas. Morales Arias quedó detenido y a disposición del fiscal de 1er. turno.
Anteriormente, el 25 de mayo de 2018, tras ser detenido durante la investigación de una rapiña, terminó imputado por tenencia de estupefacientes. La madrugada del día anterior, tres sujetos armados golpearon insistentemente la puerta de una finca de calle Matheo Moleras, en el barrio Maldonado Nuevo.
El dueño de casa, munido de un arma de fuego les franqueó el paso, pero en el interior, bajo constantes amenazas con otras armas, los delincuentes se alzaron con su pistola, así como con US$ 2.000 y un reloj pulsera. En ese momento la Policía ya había sido advertida de un incidente.
Un rápido despliegue policial realizado minutos más tarde, permitió rodear a dos sospechosos que comenzaron a disparar sorteando muros y trepando a techos de varias fincas de la zona, hasta que pudieron ser detenidos. Antes se habían ido descartando de distintos elementos.
Luego, la Policía encontraría en las inmediaciones, 3 armas de fuego además de un pasamontaña y una campera; a la mañana siguiente, se ubicó la pistola que le habían llevado al hombre rapiñado. El dúo fue trasladado a dependencias policiales mientras se informó a la fiscal de turno.
Durante la ronda de reconocimiento, la víctima de la rapiña no pudo identificar a los detenidos como sus atacantes porque permanentemente habían cubierto sus rostros con pasamontañas; sin embargo, sí ubicó a un tercero que era de la zona y hacía pocos días había salido de la cárcel.
Con ese nuevo dato, la Policía concurrió a una finca de Maldonado Nuevo donde detuvo a Pablo Sebastián Morales, quien al advertir la presencia de los efectivos tiró hacia un techo lindero un envoltorio dentro del cual se encontraron 25 dosis de cocaína; luego negaría haber participado en la rapiña.
El juez penal de 11° turno, lo condenó a 15 meses de prisión efectiva imputado por un delito de tenencia de estupefacientes no para consumo, previsto en el Artículo 31 de la Ley 14.294. Sobre él no hubo elementos probatorios de su participación en la rapiña de marras.
Desde el año 2007, este sujeto ha sumado antecedentes por delitos de hurto, hurto agravado, receptación, desacato y daño agravado (esto último del 18 de febrero de 2018 cuando días antes se tomó fotografías trepado a una columna rompiendo cámaras del sistema público de video vigilancia).