Lo intervinieron efectivos de la URPM de la Zona Operacional 3. Este mismo muchacho, en el mes de marzo había sido imputado por receptación tras ser detenido en una moto robada en enero.

 

La pasada semana en horas de la noche, personal de la URPM de la Zona Operacional 3 que realizaba tareas de patrullaje en inmediaciones de la plaza Artigas de San Carlos, procedió a identificar a un joven con antecedentes, desplazándose en actitud muy sospechosa.

Al ser abordado para su identificación, intentó descartarse de un arma de fuego que llevaba en su cintura, por lo que fue reducido por los policías, constatándose que se trataba de un revólver calibre 38 con dos proyectiles vivos. Era Danilo Iván González Saravia, de 18 años.

Trasladado a dependencias policiales e informada la Fiscalía de 1er. turno, tras ser indagado fue conducido al Juzgado Penal de 1er. turno de la ciudad, donde resultó formalizado por la presunta comisión de un delito de tráfico interno de armas, con un delito de porte y tenencia de armas de fuego en lugares públicos.

Como medida cautelar se dispuso que durante 60 días cumpla arresto domiciliario nocturno, de 22.00 a 8.00 horas del día siguiente, de manera que pueda concurrir a su lugar de trabajo. Danilo Iván González Saravia, había sido formalizado en los primeros días de marzo de este mismo año por otro delito.

Desde el mes de enero, personal de Investigaciones de la Zona Operacional 3 con base en San Carlos, trabajaba para esclarecer el robo de una moto marca Winner 110c.c., que se encontraba estacionada en calle Basilio Araujo, la que fue hallada el martes 7 de marzo.

El birrodado era llevado de tiro por Danilo Iván González Saravia. El joven fue trasladado a dependencias policiales donde, durante la indagatoria, insistió que la moto se la había adquirido a otra persona, aunque intervino Fiscalía y dispuso su traslado ante la Justicia.

Cumplida la audiencia judicial, fue formalizado por la presunta autoría de un delito de receptación, disponiéndose como medidas cautelares su arresto domiciliario nocturno y presentación ante la Policía una vez por semana durante 90 días. Luego no se conocieron detalles de la condena definitiva.

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