Ocurrió en el barrio Cerro Pelado y terminó con el responsable condenado por varios delitos y penado con medidas sustitutivas a la prisión. En el marco de esa investigación, también fue intervenido un adolescente con droga y un arma de fuego; fue enviado al INISA.
La noche del domingo 3 de septiembre, un hombre llamó al 911 para dar cuenta que habían provocado daños en su coche, y que además había escuchado disparos de un arma de fuego, en calle Tupambaé del barrio Cerro Pelado, tras lo cual se dirigió a la subcomisaría del lugar.
Allí narró que escuchó tres detonaciones y que al salir a revisar su automóvil constató que le habían roto el vidrio trasero. Se retiró, pero a los pocos minutos retornó porque al llegar a su domicilio acompañado por un familiar, escuchó nuevamente disparos contra el coche.
Afortunadamente ambas personas resultaron ilesas. En ese momento, la Policía recibió otras dos denuncias de vecinos que estaban muy nerviosos por los disparos que estaban efectuando desde una casa cercana. Los policías enviados al lugar, encontraron en la vía pública un proyectil y 3 vainas calibre 9m.m.
Enterada la Fiscalía de 3° turno, dispuso que investigadores de Zona 2 trabajaran en el caso, recolectando una serie de filmaciones particulares obtenidas en la zona, tras lo cual el martes 5 allanaron la finca señalada como el lugar desde donde se habían efectuado los disparos.
Sin embargo, no encontraron arma alguna o elementos relevantes, hasta que todo comenzó a aclararse el jueves 7, cuando un joven de iniciales A.B.M., de 23 años y domiciliado en esa casa, se presentó ante la Policía admitiendo que había sido el responsable de los disparos.
Tras comparecer ante la Fiscalía actuante, fue trasladado a la sede Penal de 11° turno, donde se dispuso su condena como autor de un delito de tráfico interno de armas, un delito de porte de arma de fuego en lugares públicos y un delito de daño agravado, todos en régimen de reiteración real.
La pena impuesta fue de 9 meses de libertad a prueba, durante los cuales deberá presentarse una vez por semana ante la Policía, realizar dos horas de tareas comunitarias por semana, y los dos primeros meses cumplir arresto domiciliario de 22.00 a 6.00 horas del día siguiente.
Además, A.B.M. tiene prohibido acercarse o comunicarse con la víctima por los 9 meses de pena. No se revelaron las causas de los dos ataques a balazos contra el coche de un vecino, quien por poco no fue alcanzado por ninguno de los disparos.
A todo esto, en el marco de un operativo “Impacto” que se realizaba la noche del martes 5 en ese mismo barrio, a una cuadra de la subcomisaría, en la esquina de calles Cerro Catedral y Cuchilla de la India Muerta, fue identificado un joven que se encontraba junto a un muro.
Era un adolescente de 17 años muy conocido de la Policía, quien guardaba en un bolsillo una pistola calibre 22, 13 lágrimas de clorhidrato de cocaína, $ 835 y un teléfono celular, tras lo cual fue derivado a dependencias de la Brigada Departamental Antidrogas (BDA).
Enterada la fiscalía de 3° turno, ordenó distintas actuaciones, indagó al menor en presencia de un adulto responsable y finalmente decidió que compareciera en la sede Penal de 11° turno donde fue formalizado por la presunta comisión de cinco infracciones graves a la ley penal.
La tipificación fue por: un delito continuado de suministro de sustancias estupefacientes, un delito de tráfico interno de armas de fuego y municiones, un delito de porte de arma de fuego en lugares públicos, con un delito de porte de arma cuyos signos fueron alterados, y un delito de receptación.
Asimismo, se le impuso como medida socio educativa privativa de su libertad, 16 meses de internación en dependencias del INISA, ya que meses atrás había sido intervenido en dos ocasiones: una vez conduciendo una moto robada y otra provocando daños en una casa y con un arma.
El jueves 8 de junio, la Policía lo detuvo conduciendo una moto que estaba requerida por hurto. El birrodado fue incautado y reintegrado a su propietario en tanto el adolescente fue emplazado con un mayor responsable y asistencia letrada por la Fiscalía de 4° turno.
El domingo 25 del mismo mes, la Policía lo volvió a intervenir luego de un llamado dando cuenta de daños provocados en una casa de Altos de la Laguna. Tenía un arma de fuego y dijo que estaba en esa propiedad porque no sabía de quien era. Nuevamente intervino la Fiscalía de 4°turno.