Aunque el primer delito no pudo ser imputado, posiblemente por falta de algunos elementos probatorios, el delincuente fue enviado a la cárcel por un año, imputado por la autoría de tres delitos.

 

El viernes 27 de octubre, un móvil policial que realizaba tareas de patrullaje a la altura de calles 19 de abril y Arturo Santana, en Maldonado, fue interceptado por un hombre que dijo que poco antes había ingresado a su taller un individuo portando un arma blanca.

Dijo que el sujeto, totalmente desconocido, lo amenazó reiteradamente de muerte y se le abalanzó en varias oportunidades para herirlo hasta que se retiró del lugar. Los policías iniciaron una recorrida avistando a las pocas cuadras, a un hombre con  las características del denunciado.

Llevaba un arma blanca en las manos por lo cual se le dio la orden de detenerse. Identificado, resultó ser Andrés Fabián Lallanes, de 48 años, un delincuente montevideano con múltiples antecedentes penales tanto en la capital como el departamento de Soriano, procediendo a su detención.

Pero además, llevaba un teléfono celular (marca Samsung) que había sido denunciado como hurtado durante una rapiña. Un hombre, denunció que el mismo 27 a la tarde, había estacionado su coche en calle De la Virgen, en el barrio Cachimba del Rey, para retirar a un hijo de una escuela.

En el coche había quedado otro hijo, un adolescente con problemas de visión y una parálisis cerebral leve. Cuando regresó al vehículo, el chico le expresó que un hombre había abierto la puerta, lo había apretado y le llevó el teléfono celular. Había sido Andrés Fabián Lallanes.

Enterada la Fiscalía de 3° turno, dispuso una serie de diligencias y la conducción del detenido al día siguiente a su despacho, tras lo cual fue conducido al Juzgado Letrado de 4° turno donde le imputaron la autoría de 3 delitos y le impusieron una pena de tan solo 12 meses de prisión.

Andrés Fabián Lallanes, fue imputado como autor de un delito de amenazas agravado y un delito de violencia privada agravada (por las amenazas de muerte al tallerista), y por un delito de receptación (por el teléfono celular que llevaba consigo y no admitió haber robado del interior del coche).

Es peligroso

El último antecedente de este individuo es del 10 de diciembre del año 2020 cuando intentó rapiñar una conocida heladería del centro de la ciudad de Soriano. Allí se presentó solicitándole a la empleada que le sirviera un helado gratis, a lo que se negó generando la reacción de Lallanes que extrajo un cuchillo de mesa.

El delincuente se tiró encima del mostrador intentando llegar a la caja, pero los gritos de la trabajadora pidiendo ayuda lo hicieron retirarse. Denunciado el hecho y movilizadas varias unidades policiales, a una cuadra del comercio el frustrado rapiñero fue ubicado por la dotación de un móvil.

Creyéndose impune, Andrés Fabián Lallanes encaró a los policías diciéndoles que sabía que lo buscaban y que el cuchillo lo había descartado aunque no sabía dónde. Además hizo alarde de ser de Cerro Norte (Montevideo), y los insultó así como a la Jueza que posteriormente lo formalizaría y condenaría.

Precisamente en el Juzgado Letrado de 4° turno de Soriano, Lallanes fue condenado como autor de un delito de rapiña especialmente agravada, en grado de tentativa, con un delito de desacato especialmente agravado, con un delito de agravio a la autoridad especialmente agravado.

A pesar de los delitos cometidos y de contar con varios antecedentes, Andrés Fabián Lallanes fue penado con dos 2 años y 3 meses de prisión efectiva, lo que quiere decir que ahora se encontraba en libertad, de haber cumplido la totalidad de la pena, desde el 12 de marzo del año en curso.

Más atrás en el tiempo, había sido remitido a la cárcel el 11 de junio de 2019, imputado por la autoría de un delito de hurto especialmente agravado, también en Soriano, en tanto que el 7 de agosto de 2018 ya había sido condenado por otro delito idéntico.

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