El Centro Coordinador de Emergencias Departamental (CECOED) de Maldonado, emitió una serie de recomendaciones a la población, para que se extremen los cuidados al momento de protegerse de las bajas sensaciones térmicas y en especial sobre el uso de estufas en los hogares.
Es importante mantenerse informado de los pronósticos, estado del tiempo y advertencias emitidas por el Inumet, además de cubrir los espacios de la vivienda por donde se pueda disipar el calor, cerrando cortinas, postigos de las ventanas, puertas, o colocando burletes.
Si las temperaturas bajan considerablemente, niños y ancianos presentan un mayor riesgo, por lo cual es necesario vigilar la temperatura en los dormitorios. Los pequeños pierden calor más rápido que los adultos y, en el caso de las personas mayores, pierden la capacidad de sentir cambios bruscos de temperatura.
Por otra parte, a quienes desarrollan tareas al aire libre se les recomienda el uso de varias prendas livianas en lugar de una sola de tejido grueso; además, es importante que se protejan la cabeza y en lo posible usar calzado impermeable para mantener la temperatura.
Enfermedades y frío
La hipotermia y la congelación son los dos principales problemas asociados con una exposición prolongada al frío intenso. En el caso de la primera, consiste en la temperatura corporal baja, inferior a los 35ºC, lo cual representa un riesgo para la salud.
A medida que la persona desarrolla hipotermia, sus habilidades de pensar y moverse se van perdiendo, y hasta puede ocasionar la muerte. El cuadro se caracteriza por: somnolencia; debilidad y pérdida de coordinación; y entumecimiento de brazos y piernas.
También piel pálida y fría; confusión; temblor incontrolable, pero que puede cesar; frecuencias cardíaca y respiratoria lentas. Si una persona presenta estos síntomas, se debe solicitar atención médica en forma urgente y mientras se aguarda la asistencia hay aplicar las siguientes medidas:
Si es posible, llevarla a un área más cálida; envolverla con mantas, y cubrirle especialmente el cuello y la cabeza -asimismo, dejarle la cara descubierta-. Si está consciente, proporcionarle líquidos dulces y calientes.
La congelación se trata de una lesión al cuerpo que provoca una pérdida de sensibilidad y color en las áreas afectadas, comúnmente afecta la nariz, las orejas, las mejillas, la barba y los dedos de los pies. Asimismo, puede causar daños permanentes al cuerpo y hasta una amputación.
Si siente dolor o si su piel se ve blancuzca o está adormecida, se debe buscar refugio inmediatamente y recibir atención médica. Si sus pies están congelados, hay que evitar al máximo caminar; no dar masaje a la parte afectada pues agravaría el daño.
Además, se debe sumergir el área afectada en agua tibia (no caliente) o entibiarla con otra parte de su cuerpo. No utilizar la estufa, la chimenea o un radiador para calentar la parte dañada porque ésta no tiene sensibilidad y podría complicar el problema.
Las estufas
A propósito del uso de estufas, en estas jornadas se suele incrementar la utilización de distintos elementos de calefacción, por lo que se deben intensificar las medidas de precaución al momento de manipularlos, por ejemplo, extremando cuidados con las estufas de carbón, eléctricas y de gas.
Mantener las estufas a más de 1,5 metros de cualquier tipo de material combustible -como papeles, frazadas, colchones o cortinas, por ejemplo-. Tomar precauciones para evitar la intoxicación por braseros y estufas de carbón, leña o gas, y recordar que nunca deben encenderse en lugares cerrados sin renovación de aire.
No sobrecargar los enchufes con alargues y varios aparatos a la vez; no secar ropa arriba de este tipo de artefactos; no dormir con estufas encendidas dentro del cuarto. En caso de registrase un incendio se aconseja no intentar apagarlo y solicitar ayuda en forma inmediata.