Las altas temperaturas y sensaciones térmicas que se están registrando en todo el país, se deben al ingreso de una masa de aire calurosa, húmeda e inestable, que puede favorecer algunas tormentas de variada intensidad y dispersas en varios puntos del país. Las autoridades reiteran algunas recomendaciones para evitar situaciones adversas por el calor.

Al Norte del Río Negro las temperaturas experimentan un ascenso hasta el miércoles 30, con máximas entre 33 y 34ºC y mínimas entre 26 y 27ºC. A partir del jueves 31 comenzarán a descender, alcanzando durante el viernes 1° y sábado 2 de febrero, máximas entre 26 y 27ºC y mínimas entre 20 y 21ºC.

Mientras tanto, al Sur del Río Negro se espera un ascenso en ambas temperaturas hacia este martes 29 donde se alcanzarán máximas entre 31 y 33ºC y mínimas entre 23 y 25ºC. Ante este escenario, el SINAE recomienda mantenerse informado sobre sobre pronósticos, estado del tiempo y advertencias de las autoridades.

Recomendaciones

Tomar especiales precauciones con las personas más vulnerables (menores de 6 años, mayores de 65, personas que realizan tareas al aire libre, personas con ciertas enfermedades como hipertensión, diabetes, obesidad, alcoholismo y personas con discapacidades.

Evitar permanecer al aire libre entre las 11.00 y las 18.00 horas. Beber líquidos en abundancia, aunque no se tenga sed. Llevar agua fresca cuando deba trasladarse. Usar sombrero, ropa ligera, calzado liviano, lentes de sol con filtro y protector solar factor 30 o más.

No consumir bebidas alcohólicas, y evitar las comidas copiosas y calientes. Consumir frutas y verduras en porciones pequeñas y frecuentes. Mantener los alimentos refrigerados y extremar las medidas de higiene. Ofrecer líquidos a los niños y pecho a demanda a los lactantes.

Evitar la permanencia de niños, personas adultas mayores y mascotas en los vehículos cuando estén estacionados. Además, es necesario diferenciar entre “exceso de calor” y “golpe de calor” para tomar las medidas adecuadas e indicadas por los servicios de salud.

El “exceso de calor”, es la situación provocada por un anormal calentamiento del cuerpo en un período de tiempo relativamente breve. Los síntomas son: calambres; agotamiento; dolor de cabeza; náuseas y/o vómitos; deshidratación, caracterizada por piel y boca secas, decaimiento, ojos hundidos y sed intensa; presión arterial baja y pulso rápido.

En caso de lactantes: llanto sin lágrimas; y fontanela (mollera) hundida. Si se identifican estos síntomas, se recomienda: permanecer en un lugar fresco y sombreado; tomar una ducha o refrescarse con paños húmedos y fríos en la cabeza, cuello, axilas y región inguinal, y beber líquidos fríos. Si con estas medidas no mejora, consultar a la brevedad con un servicio médico.

El “golpe de calor”, es la situación más extrema del exceso de calor. Es un cuadro grave que se caracteriza por: temperatura corporal mayor a 40 grados; piel caliente y roja; inestabilidad al caminar; mareos; y somnolencia, confusión, delirio o convulsiones.

En caso de presentar estos síntomas, solicitar atención médica urgente y mientras se aguarda la asistencia, adoptar las siguientes medidas: colocar a la persona en un lugar fresco y sombreado; refrescar el cuerpo con paños húmedos y fríos.

Si la persona está consciente, colocarla con la cabeza más elevada que el resto del cuerpo y ofrecerle líquidos fríos. Si la persona se encuentra inconsciente, no darle líquidos, colocarla de costado con piernas flexionadas.

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