Las dramáticas e impactantes imágenes de los refugiados sirios, huyendo hacia Europa, también comienzan a sacudir al mundo árabe, donde muchos ciudadanos se han comenzado a preguntar por qué sus gobiernos le dan la espalda al grave problema.

Los ciudadanos árabes, al igual que están haciendo estos últimos días los europeos, comenzaron hace algunos días a cuestionar, "la moralidad" de sus gobiernos, que han cerrado sus puertas a estas personas, entre ellas en las ricas monarquías del Golfo Pérsico.

El malestar se disparó tras la muerte del niño sirio Aylan Kurdi y la difusión de su foto yaciendo sin vida en una playa turca. De esa campaña, también han formado parte destacadas figuras religiosas e intelectuales, así como famosos saudíes que buscaban ejercer presión sobre las autoridades.

Así se ha ido masificando el pedido para que acojan a los sirios que huyen de las bombas, de la represión extremista y del hambre causados por la guerra. La principal cuota de refugiados sirios, más de 4 millones de personas, se reparte entre Turquía, Líbano y Jordania.

En cambio, desde que comenzó el conflicto en marzo de 2011, ni los países del Golfo ni demás compatriotas árabes se han ofrecido a recibir a las víctimas de esa guerra. Hasta el momento, se han limitado a ofrecer ayudas económicas a los países y organizaciones para el socorro humanitario.

Esta posición es la que más ha levantado estos días las críticas de los que consideran a los sirios como sus 'hermanos árabes' o 'musulmanes' ignorados por los suyos. La discusión se ha instalado en los más diversos ámbitos y también en las redes sociales

El conocido activista emiratí Sultan al Qasemi también ha apostado por dar asilo a los sirios en los países del Golfo, algo que "no es nuevo", ya que estas naciones abrieron sus puertas a otros refugiados, como a los iraquíes durante la guerra del Golfo de 1991.

La experta árabe del centro Carnegie para la Paz Internacional, Maha Yahyia considera que esos países "no quieren asumir ahora esa responsabilidad" (ofrecer territorios)  porque, según justifica, se encuentran "en momentos delicados para ellos.

"Actualmente están intentando mantener la estabilidad interna y hay temor de que la presencia de un gran número de refugiados que huyen de una guerra pueda traerles problemas", explicó Yahyia. Para los propios sirios emigrar al Golfo no es una opción atractiva, ya que es complicado llegar.

El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdelrahman, recalcó que es "una vergüenza" que algunos países árabes (señalando a Túnez, Argelia y Marruecos) hayan aumentado ahora sus exigencias para conceder visados a los sirios.

"Si los países árabes quisieran hacer algo por el pueblo sirio, habrían abierto las puertas a los refugiados, en lugar de cerrar sus fronteras como han hecho. No quieren evitar que los sirios sean carne del Mediterráneo", lamentó Abdelrahman ante la prensa.

En la prensa árabe, algunos caricaturistas se han atrevido a retratar entre críticas a los opulentos monarcas del Golfo que, tal y como señaló también Amnistía Internacional, no han recibido a ningún refugiado sirio, a pesar de estar entre los países más ricos del mundo.

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