En solamente 17 días, dos mujeres jóvenes, de 27 y 21 años de edad, fueron brutalmente asesinadas en la ciudad de Maldonado, por motivos que aún se desconocen; una fue estrangulada y la otra acribillada a balazos. En ambos casos se está apelando a pruebas científicas a falta de otras para llegar a los autores.

La población de la ciudad de Maldonado no sale de su asombro. Cuando apenas se recupera de algún crimen impactante, se comete otro. En las últimas semanas, las víctimas han sido mujeres muy jóvenes que no superaban los 30 años de edad. Ambas fueron brutalmente asesinadas y no se sabe porque.

Pero otra arista preocupante, es que las horas y los días pasan y no se logran aclarar estos casos que, el común de la gente suele no comprender que se enmarcan en tramas muy complejas que requieren de diversos elementos para que la Policía dé con los responsables y la justicia actúe en consecuencia.

Ni uno

En estos momentos, ni por el asesinato de Lucía Díaz, ni por el de Camila Weissel hay detenidos. Por los estrados judiciales han pasado infinidad de personas, y aunque se presume la responsabilidad de alguna, no se ha podido probar nada; además, algunos resultados de pericias científicas no han llegado a Maldonado.

En las últimas horas, se requirió en Maldonado la presencia de una semióloga, una especialista en hacer la lectura científica de los dichos, gestos y formas de actuar de las personas ante un interrogatorio. La semióloga entrevistó a varias personas indagadas por los dos casos.

Por el asesinato de Lucía Díaz, lo hicieron un enfermero y el empleado de un hotel, quienes fueron los últimos en ser indagados y aunque quedaron en libertad, mantienen calidad de emplazados. Por la muerte de Camila Weissel lo hicieron dos hombres.

Lucía

Lucía Díaz Sosa, de 27 años de edad, fue encontrada sin vida al anochecer del viernes 9 de julio a pocas cuadras de su casa, en el barrio Jaurena. Había salido el día anterior sobre las 23.00 horas, supuestamente a buscar conexión a Internet para un teléfono celular.

Madre de un pequeño de 2 años y estudiante de educación inicial, fue encontrada muerta debajo de unos arbustos, a pocos metros de la calle Guyanas. Los peritajes confirmaron que había muerto asfixiada por estrangulamiento ya que fue encontrada con un pañuelo fuertemente anudado a su cuello.

Camila

Camila Juana Weissel Amarilla, de 21 años de edad, murió acribillada a balazos en el interior de una camioneta Volkswagen Saveiro, que fue acorralada en las calles Justino Zabala Muníz y Serafín García del barrio Biarritz, cuando apenas habían pasado 5 minutos del domingo 26 de julio.

En la camioneta, también se encontraban su novio de 23 años y un primo de 19, quienes resultaron ilesos e incluso lograron escapar del tenaz ataque corriendo por las calles. Quien mató a Camila efectuó al menos una veintena de disparos con una pistola calibre 9m.m.

A esta altura está totalmente descartado que el ataque fuera dirigido a la joven, integrante de una conocida familia de la ciudad de Maldonado y empleada en la sucursal Punta Shopping de una afamada joyería de nuestro país. La joven murió casi en el acto al ser alcanzada por al menos 8 disparos.

En ambos casos trabajan distintas dependencias policiales y la justicia. Pero las horas pasan, los días también y los plazos legales de las detenciones caducan sin que se encuentre a los culpables; en tanto una serie de peritajes que no se pueden realizar en Maldonado, demoran en exceso.

Está claro que son casos totalmente diferentes. El asesinato de Lucía probablemente esté vinculado a sus relaciones de los últimos tiempos; el de Camila, más injusto aún, porque para muchas fuentes de la investigación, el ataque estaba dirigido a su novio.

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