El diputado Darío Pérez, líder de la Liga Federal Frenteamplista, explicó que al no votar algunos artículos del Presupuesto, reivindicó su rebeldía y advirtió que no votará los proyectos con los que no esté de acuerdo, aunque haya un mandato expreso del Frente Amplio.
El varias veces candidato a la comuna de Maldonado, entrevistado por El País, dijo que no le tema a una eventual sanción de un tribunal de conducta política, y cuestionó algunas medidas adoptadas por el gobierno del FA, como la construcción del Antel Arena y la publicidad de las empresas públicas monopólicas.
Explicó que la Liga Federal se había reunido el pasado domingo en la ciudad de Pando, donde se definieron los pasos a seguir en la discusión del Presupuesto, pero además otras acciones políticas, “porque es necesario que en el Frente se tenga en cuenta la razón por la que nacimos”.
En un análisis de su partido, Darío Pérez consideró que, “el ejercicio del poder desgasta a cualquier partido político y hace aparecer una casta burócrata que se vuelve un poco insensible a los planteos de la gente”, aunque aclaró que Tabaré Vázquez “ha dado claras señales de austeridad y yo comparto eso”.
Los tres no
También explicó que “lo que no votamos fue la reducción de las Fuerzas Armadas, el pasaje de la Caminera (a la Republicana) y la regulación de juegos de azar. Lo hicimos con premeditación y elegimos no votar cosas de fuerte simbología”, advirtiendo que aún estudiaba algunos artículos para tomar posición.
Reiteró que el lunes, “reivindiqué la rebeldía, de hacer las cosas de otra manera, o discrepar, y hasta tiene que ver con sentirse bien con uno mismo. En las oportunidades que banqué la disciplina partidaria fue porque creo en el sistema de partidos, que permite una democracia fuerte…”.
Respecto a las críticas recibidas por su postura, remarcó que “los que van a hablar de nosotros, que se laven bien la boca, porque yo a partir de ahora voy a andar con un izquierdómetro y les voy a medir a ver quién ha trabajado más por el Frente Amplio”.
Desde una postura casi desafiante, dijo que no le tiene temor a ninguna consecuencia, y que “si me mandan al tribunal que me manden, trataré de confrontar con actitudes de otras personas que de repente aceptan la santa unidad de acción, pero nos dejan pegados”.