La Federación de Funcionaros de Salud Pública (FFAP), sostiene que la baja de más de 1.500 cargos a partir del entrante mes de septiembre, va a impactar en la atención en distintos centros asistenciales. “La calidad asistencial va a caer mucho”, advirtió el presidente de la Federación de Salud Pública, Martín Pereira.

 

El lunes 29 de agosto, Asse informó que 2.565 contratos se habían hecho de forma “exclusiva” para dar respuesta a la demanda generada por la pandemia del Covid-19, y que, de ellos 1.000 contratos se mantendrán y 1.565 caerán desde septiembre porque eran “temporales” para la atención del SARS-COV-2.

Para Asse la pérdida no será de tal magnitud, ya que a través de la entrada en vigencia de la Rendición de Cuentas, el 1° de enero de 2023, se regularizarán los contratos de esos 1.000 funcionarios que se mantendrán en funciones, a los que se agregarán otros 293.

Respecto a las bajas por el fin de la pandemia, el presidente de Asse, Leonardo Cipriani, precisó que “no hay derecho adquirido para los funcionarios que ingresaron por la emergencia sanitaria” aunque todos “quedan en una situación preferencial para nuevos ingresos”.

La Federación de Funcionarios de la Salud tiene una visión diferente porque los nuevos contratos que señala Cipriani, recién quedarán efectivos en el mes de enero cuando comiencen a ejecutarse los recursos que fueron aprobados en la última Rendición de Cuentas.

“La calidad asistencial va a caer mucho, se van a cerrar servicios tanto en Montevideo como en el interior del país” advirtió el presidente de la FFSP, Martín Pereira. Por el momento no se ha podido saber el impacto que esta medida tendrá en los servicios que se brindan en Maldonado.

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