Este viernes, técnicos de la empresa Saceem y de la Intendencia de Maldonado, acompañaron al jefe comunal Enrique Antía y al ex ministro de Transporte y Obras Públicas -hoy asesor en este tema de la administración departamental-, Lucio Cáceres, en una recorrida por los puentes ondulantes.

Cáceres, dijo que en los próximos 15 días habrá novedades muy importantes, pero no pudo confirmar ninguna solución definitiva porque la estructura del puente hoy clausurado está corriendo riesgo de colapso y se va trabajando y decidiendo sobre la marcha y en medida que se detectan los problemas.

“Se está tratando de salvar al enfermo terminal… este puente estaba para caerse”, dijo Lucio Cáceres. Por eso lo que se está intentando hacer en esta primera etapa de los trabajos a contrarreloj, es “descargar el peso de este puente… en primer lugar es eso porque sino no se puede ni conversar”.

En esa línea, continúa a gran ritmo la descarga de cientos de toneladas de piedra para conformar las 4 ataguías en las dos cabeceras, que permitirán trabajar sobre el lecho del arroyo para construir 8 pilotes (4 en cada extremo) que van a sostener las gigantescas vigas que se instalarán para intentar detener la caída.

De acuerdo a lo expresado por Cáceres, sobre la mesa están todas las posibilidades, desde la búsqueda de una nueva alternativa si la actual estructura colapsa, hasta la instalación provisoria de un puente militar para mitigar los congestionamientos del tránsito de la zona, a la construcción de un nuevo puente.

Si el proceso en marcha es exitoso, el puente podría habilitarse al tránsito liviano para el verano; de poder encararse otras obras definitivas los plazos serán mayores. En cuanto a las causas, Cáceres las adjudicó al efecto del salitre sobre las lingas y a las grandes cargas que ha soportado el puente.

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