Vecinos del barrio Lavalleja de Maldonado alertaron rápidamente a la Policía que pudo atrapar al dúo a dos cuadras del lugar del hecho, al tiempo de recuperar el birrodado.

Días atrás en horas de la madrugada, la Policía fue alertada por vecinos sobre el hurto de una moto marca Yamaha modelo Cripton 110c.c., que se encontraba estacionada en calle San Carlos y Dr. Antonio Tammaro, en el barrio Lavalleja de la ciudad de Maldonado.

Los policías enviados al lugar recibieron varios datos de los vecinos sobre las características de los dos autores, ya que el momento del hurto fue registrado por una cámara de vigilancia particular. Pocos minutos después, ambos fueron atrapados a solamente dos cuadras.

Habían abandonado la moto robada y se habían escondido en un baldío a la altura de calles San Carlos y Mariano Soler. Uno de ellos era Jonathan Nahuel Gómez Rodríguez, de 22 años y poseedor de varios antecedentes penales, y el otro un adolescente de 17 años.

Enterada la Fiscalía de 4° turno ordenó una serie de actuaciones y la conducción de los detenidos a la sede Penal de 4° turno, donde Jonathan Nahuel Gómez Rodríguez fue condenado como autor de un delito de hurto especialmente agravado, y penado con 13 meses de libertad a prueba.

Tendrá que presentarse ante la seccional más próxima a su domicilio una vez a la semana, y prestar servicios comunitarios con una frecuencia de dos horas semanales durante 10 meses. El adolescente, fue imputado por una infracción grave, por el mismo delito y estará 8 meses en régimen de libertad asistida.

Crece torcido

Este joven registra su último antecedente del viernes 16 de octubre de 2020, cuando, a pesar de liderar una banda de ladrones y usurpadores, fue penado con medidas sustitutivas a la prisión. En ese momento, ya registraba otro antecedente del 28 de septiembre de 2019, por un delito de hurto.

Jonathan Nahuel Gómez Rodríguez, en octubre de 2020 fue imputado como autor de un delito de usurpación agravado (había tomado una casa), un delito de receptación (le incautaron efectos cuyo origen no pudo justificar) y un delito de hurto de energía (estaba colgado de las redes de Ute).

Unos días antes, en la seccional 12ª de La Barra se radicó denuncia por usurpación de una vivienda en balneario Buenos Aires, por lo cual rápidamente la Policía se movilizó hacia el lugar indicado, constatando que allí estaban 2 personas mayores de edad y 4 adolescentes, de entre 16 y 17 años.

A su vez se inspeccionó la finca dentro de la cual se incautaron dos armas de fuego (revólveres calibre 22 y 3.57), un total de $ 7.053 en efectivo, además de una gran cantidad de efectos que se presumía eran producto de distintos robos cometidos en la zona y denunciados oportunamente.

Los detenidos comparecieron ante la Justicia, siendo formalizados este joven y los 4 adolescentes, por  usurpación, receptación, hurto de energía eléctrica y tráfico de armas. La banda, además, fue investigada por su presunta participación en hurtos cometidos en fincas de los balnearios Buenos Aires y El Chorro.

RECEPTADORA

A todo esto, el miércoles 5 de julio fue cometido un hurto en una casa ubicada en calle Mario E. de Cola, en el barrio San Francisco de Maldonado. El dueño había constatado el robo de una bicicleta marca Winner, un foco de luz y varias prendas de vestir, entre otros efectos.

En basa a información obtenida, dos días después la Policía detuvo a la altura de avenida Luis Alberto de Herrera y la calle principal de acceso al asentamiento Los Eucaliptus, a una mujer identificada como A.F.F., de 28 años, circulando en la bicicleta robada, por lo que fue detenida.

Durante la indagatoria, se reveló que la joven mujer había comprado la bicicleta aunque como sucede en la mayoría de estos casos, no supo decir a quien. Cumplida la audiencia judicial en la sede Penal de 4° turno, A.F.F. fue condenada por un delito de receptación agravada.

La pena impuesta es de 9 meses de libertad a prueba. Los dos primeros meses deberá cumplir arresto domiciliario nocturno, de 22.00 a 6.00 horas, y por el total de la condena, tendrá que presentarse una vez por semana ante la Policía y prestar dos horas de servicios comunitarios por semana.