El lema para este 2020 es “Los humedales y la biodiversidad”, con el que se reivindica el cuidado de un ecosistema amenazado que alberga el 40% de las especies vegetales y animales del planeta. En Maldonado, a pesar de la riqueza que presentan los humedales del arroyo del mismo nombre, no se prevé ninguna actividad.

 

El vínculo entre los humedales y la biodiversidad es intrínseco: el humedal es vida. Son hábitat para una gran variedad de especies, sin embargo las últimas estimaciones muestran que los humedales están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques y la biodiversidad está disminuyendo a escala mundial.

El reconocimiento de su valor ecosistémico es relativamente reciente. Reconocer el valor y los beneficios de los humedales llevó años y fue parte de un proceso de aprendizaje que requirió enmendar errores, producto de una concepción que entendía al humedal como una tierra palúdica e improductiva.

Está visión cambió -incluso en Uruguay- y hoy la valoración es otra, ya que los humedales se reconocen como un ecosistema clave para la vida. Se trata de áreas terrestres inundadas de agua de manera estacional o permanente, que prestan múltiples servicios ecosistémicos.

Contribución al clima ya que el 30% del carbono terrestre está almacenado en turberas; en la protección ante eventos de cambio climático; en la conservación del agua: ofician de filtro para el ingreso de contaminantes; economía y el empleo: aportan US$ 47 billones en servicios esenciales a nivel mundial, cada año.

Los humedales también constituyen un medio de vida para mil millones de personas y contribuyen a alimentar al mundo; además son espacios de esparcimiento y la recreación, aunque en algunos sitios, como Maldonado su explotación es aún muy escasa.

Humedales y biodiversidad

El tema de este año obliga a poner de relieve la pérdida incesante de la biodiversidad y de este ecosistema en particular, así como la necesidad de profundizar en acciones a nivel nacional e internacional que promuevan su cuidado y contribuyan a invertir la situación.

A nivel mundial, se indica que se ha perdido el 87% de los humedales en los últimos 300 años (un 35% en los últimos 50 años). Entre los principales factores impulsores de la pérdida se encuentran: el cambio en el uso del suelo y la introducción de especies exóticas invasoras.

También la sobreexplotación de los recursos, y la contaminación del aire, la tierra, y el agua. En cuanto a las especies, 1 millón de especies animales y vegetales están amenazadas de extinción: reptiles, anfibios, aves acuáticas, mamíferos. Entre los años 1970 y 2012, las poblaciones de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles disminuyeron en un 58%.

La información disponible da cuenta que el 25% de las especies de los humedales están amenazadas de extinción; esto incluye a las aves acuáticas, los mamíferos dependientes del agua dulce, las tortugas marinas y las especies que construyen arrecifes de coral.

La Convención de Ramsar

Es el único tratado mundial centrado en un único ecosistema, con 171 Partes Contratantes, que se comprometieron a designar los humedales de gran valor en la Lista de Humedales de Importancia Internacional (denominados sitios Ramsar), así como a realizar su uso racional y cooperar en cuestiones transfronterizas.

Actualmente el número de sitios asciende a 2.300, con 210 millones de hectáreas de humedales. En Uruguay los humedales ocupan un 12% del territorio nacional, y su protección está consagrada en la normativa y en el Plan Nacional Ambiental de reciente aprobación.

También en los compromisos internacionales que el país asumió en la Convención de Diversidad Biológica, la Convención de Cambio Climático, además de la Convención RAMSAR. Uruguay cuenta con 3 sitios en la categoría Humedales de Importancia Internacional: Bañados del Este y Franja Costera; Esteros de Farrapos e Islas del Río Uruguay; y Laguna de Rocha.

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