La edila Susana Hernández (Frente Amplio), expuso en el plenario de la Junta Departamental, sobre la importancia de fomentar el desarrollo sustentable en Maldonado a través de una administración eficiente y responsable de los recursos naturales. Hizo un repaso, además por una serie de polémicas obras desarrolladas en áreas muy sensibles.
En el inicio de su exposición, Susana Hernández reflexionó que “el objetivo del desarrollo sustentable es alcanzar cierto nivel de progreso material sin comprometer el ambiente, los recursos naturales y la calidad de vida de los vecinos y vecinas”, contemplando la viabilidad, la sustentabilidad y la equidad.
Centrando el tema en Maldonado, lamentó que “se insiste en obviar el desarrollo sustentable, poniendo en riesgo la calidad del ambiente, sin pensar en el futuro de nuestro principal recurso turístico: la costa”, y que, “una y otra vez, se insiste en vulnerar uno de los ecosistemas más importantes y frágiles que tenemos en la zona: el humedal del arroyo Maldonado.
En un somero repaso de obras e iniciativas desarrolladas o en desarrollo en áreas muy sensibles, mencionó hoteles de alta gama, urbanizaciones y la construcción de un aeródromo, cuyo estudio de impacto ambiental se realizó luego de la construcción de una pista, aunque se aplicó una multa “irrisoria” de US$ 35.000.
Respecto a este último caso (la pista del hotel Fasano Las Piedras), subrayó que la pista de aterrizaje, las áreas de maniobra y el camino de acceso desde el hotel, se construyeron sobre 13 hectáreas, “sobre los humedales del arroyo Maldonado, un área natural de cría y alimentación de especies de aves residentes y migratorias, como la gaviota cangrejera y el flamenco austral.
También hizo referencia a los proyectos de zonas francas (son tres), “que desconocemos sobre ellas y sus objetivos”, así como el relleno del humedal para construir de forma tradicional, y la autorización para el uso de una embarcación con motor eléctrico en el cauce del arroyo Maldonado.
En el mismo sentido, se refirió a la planta de tratamiento de aguas residuales de la ciudad de San Carlos, ubicada en una zona inundable y la incertidumbre respecto a su reubicación. Además, “la Intendencia maneja procedimientos antiguos con respecto al mantenimiento de los cursos de agua”, sostuvo.
Recordó que no hace mucho tiempo “se intervino en el arroyo San Carlos, donde se desmontó totalmente el bosque ribereño próximo a La Alameda, dejando el suelo desnudo”, oportunidad en la que “la respuesta de las autoridades fue que la intervención se hizo para limpiar y en esa limpieza se arrasó con todo”.
“La misma intervención se realizó en Piriápolis en la desembocadura del arroyo Zanja Honda en Playa Grande”, aunque “luego tuvieron que volver y reponer ceibos, pero el desastre estaba hecho”, agregó, en referencia a la desembocadura de este arroyo que calificó como “un ecosistema frágil”.
En su relato, también advirtió que “no tomamos medidas cautelares en Sierra de Las Ánimas, solicitadas por las organizaciones sociales y por los técnicos, y también la Intendencia desestima su derecho en la franja costera, a la altura de balneario Buenos Aires, dejando de lado el proceso jurídico…”.
Susana Hernández, concluyó señalando que, “es momento de que tomemos decisiones políticas trabajando de forma transversa de la ciudadanía, instituciones, organizaciones y que las decisiones políticas sean tomadas con responsabilidad”, y escuchando “a los locales, a las organizaciones, a los técnicos…”.
Susana Hernández dijo que su exposición estuvo basada en bibliografía de apuntes del ambientalista, Máximo Mazzocco; y tuvo el apoyo del licenciado en Diseño de Paisaje, Leonardo Moreira; informes de vecinos de balneario Buenos Aires, y de los colectivos Sierra de Las Ánimas, Punta Negra y Punta Colorada, entre otros.
