El director general de Casinos Javier Cha, confirmó que la sala de juegos Nogaró no corre ningún tipo de riesgo, independientemente del reclamo judicial de los dueños del local por alquileres impagos de la firma Vidaplan S.A.; pero que la sala que funcionaba en el ex hotel Mantra no volverá a abrir.

Javier Cha, dijo que el Casino Nogaró se encuentra funcionando en forma normal, y desmarcó a la Dirección General de Casinos (DGC) del litigio judicial entre los propietarios del edificio y la firma Vidaplan S.A., por lo cual el funcionamiento de la sala no está ni estará en riesgo.

El jerarca, entrevistado este miércoles en el periodístico Frecuencia Abierta de Aspen FM de Punta del Este, recordó que si bien la explotación es “mixta”, el establecimiento funciona con normalidad y no existe ninguna posibilidad de que, de agudizarse el conflicto, pueda cerrar sus puertas.

Cha dijo que la DGC está al tanto del embargo trabado por la Justicia sobre los activos de la firma Vidaplan S.A., arrendataria de la sala de juego que opera en el Casino Nogaró de Punta del Este, y propietaria del actualmente cerrado hotel Mantra de La Barra.

Explicó que aunque el embargo podría ampliarse de no surgir un acuerdo, incluyendo a los equipos de la sala de juego, reunido con los funcionarios de Casinos les dio la total tranquilidad de que ante un caso extremo, el Estado se hará cargo del funcionamiento.

Asimismo aclaró que, en caso de rescindirse el contrato de explotación mixta con Vidaplan S.A., será la DGC quien negocie con los dueños del local, sin tener absolutamente ninguna responsabilidad con los adeudos reclamados, porque el Estado no es garante de ese contrato.

En el caso de que Casinos se haga cargo de la sala, Cha aseguró que cuenta tanto con personal como con el equipamiento suficiente para explotarla, ya sea redistribuyendo material existente en distintas salas del país, o adquiriendo otros porque existe la capacidad de compra.

Reiteró que el Casino Nogaró nunca cerraría sus puertas, porque independientemente de ser una sala emblemática, ubicada en un punto neurálgico de Punta del Este, es “un negocio” rentable”, ya que tampoco “se puede enamorar de la marca” o lo que haya significado históricamente.

Mantra no va más

En cuanto a la sala que funcionaba en el hotel Mantra, Javier Cha aclaró que en medida que el hotel fue reduciendo su funcionamiento, la DGC fue acompañando ese proceso hasta cerrar definitivamente, porque en realidad nunca tuvo clientes que la hicieran un negocio rentable.

Aseguró que la sala nunca tuvo clientes y que su apertura fue dispuesta como un servicio para apoyar el hotel y eventualmente atender a su exclusiva clientela, pero que nunca resultó rentable, por lo cual en medida que el establecimiento fue decayendo, se redujo la actividad de juego.

Explicó que si el hotel no abre “nosotros no podemos operar”, porque el lugar está muy distante de Punta del Este, que tiene una oferta muy buena tanto pública como privada. Evaluó que la zona donde está enclavado el ex hotel Mantra no tiene una “circulación masiva de público”.

“Si la empresa (que eventualmente pueda explotar el hotel en ese lugar) no puede traccionar, esa sala tipo boutique no tiene sentido”, sentenció, al tiempo de hacer una evaluación de los modelos de negocios más redituables para la DGC, entre los que se descartan los de explotación mixta.

Javier Cha explicó que tanto el histórico Casino del Argentino Hotel de Piriápolis, como la sala de maquinitas de Punta Shopping y el Casino Nogaró dan resultados muy buenos, a lo que se suma una oferta privada (la de Enjoy Conrad) que también opera sin inconvenientes.

En ese escenario, sostuvo que el modelo de explotación mixta no es ni viable ni necesario, porque tanto la explotación pública por un lado, como la privada por el otro -al menos en el departamento de Maldonado-, ha demostrado ser rentable y no genera problemas de ningún tipo.

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