Los nuevos desarrollos combinan proyectos de lujo y propuestas de rango medio. Crece la presencia del público brasileño, se consolida el uso mixto entre disfrute y renta, y aparecen las residencias con servicios hoteleros. Son datos que se desprenden de un informe de Sancho Pardo Santayana, director de la inmobiliaria especializada en obra nueva Planorbe.
Punta del Este vive un nuevo ciclo de expansión inmobiliaria, marcado por la llegada de inversión extranjera, la desestacionalización del turismo y el desembarco de familias y empresarios argentinos que se radicaron todo el año. Ese cocktail transformó a la ciudad en uno de los mercados más dinámicos de la región.
Sancho Pardo Santayana, director de la inmobiliaria especializada en obra nueva Planorbe, sostiene que hoy Punta del Este es una plaza muy activa, con una velocidad saludable de ventas, especialmente en los segmentos medios. “No estamos ante un pico aislado, sino que ante otro empuje de crecimiento, de los que ha tenido este mercado a lo largo de su historia”, asegura.
La plataforma de Planorbe, registra los proyectos a estrenar en Montevideo, Canelones y Punta del Este; actualmente hay 76 complejos de apartamentos activos en Punta del Este y los balnearios circundantes, el 80% lanzados en los últimos 5 años. Del total, 24 ya están prontos para ocupar, 40 se entregarán en los próximos dos años, y 12 a más de dos años.
El gran crecimiento se concentra en 4 focos: Playa Brava (entre Parada 5 y San Rafael, y entre Parada 23 y los puentes ondulantes); Roosevelt desde Parada 16 al sanatorio Mautone; y toda la Playa Mansa, que presenta desarrollos desde Gorlero hasta Portezuelo. En menor medida aparecen La Barra y Manantiales, mientras que en José Ignacio la presencia de apartamentos es incipiente.
Precios por franjas y tipologías
La oferta de desarrollos es extremadamente diversa según Pardo Santayana. En un extremo están los proyectos de hiper lujo, donde hace unos años fueron pioneros desarrollos como el edificio Acqua y las torres Fendi Château, ubicados sobre la rambla Claudio Williman, en Playa Mansa.
Actualmente, apuntando a un perfil internacional y con un valor del m² que supera los US$ 10.000, están The Rock, en Parada 34 de la Brava (apartamentos de entre US$ 4 y 6 millones); The Colette, en Manantiales (US$ 2,5 - 3,5 millones); y Cipriani, en San Rafael (US$ 2 -18 millones), que está posicionando la oferta inmobiliaria a máximo estándar de nivel internacional.
En el otro extremo conviven alternativas más accesibles que amplían el mercado objetivo: Torres Cardinal, en el centro de Maldonado (ofrece unidades entre US$ 130.000 y 195.000); Wave Roosevelt (US$ 148.000-340.000); y Torres del Este, sobre avenida Chiverta (US$ 240.000-400.000).![]()
Invasión brasileña
Según Sancho Pardo Santayana, Punta del Este experimentó un cambio estructural muy relevante en los años post-pandemia, y la ciudad se consolidó como un destino de todo el año, lo que transformó el perfil de residentes y visitantes, porque además, muchos extranjeros decidieron radicarse allí.
Por un lado, la llegada de empresarios argentinos que se instalaron todo el año, y por otro, el crecimiento del público brasilero, ya sean turistas o inversores. “Históricamente, el brasilero que vacacionaba en Punta era un público sofisticado y de altísimo poder adquisitivo”, señaló
“Hoy el espectro se amplió”, asegura, ya que aproximadamente el 50% de las consultas que recibe Planorbe son de este país, resultando en operaciones concretadas con ese mercado. En cuanto a los usos, se puede estimar que el 80% de los compradores busca un uso mixto: disfrutar el inmueble durante parte del año y alquilarlo el resto.
En muchos casos, el alquiler de media temporada alcanza para cubrir los gastos del año completo. A esta lógica se suma el resguardo de valor. “Quien compra en Punta del Este, por lo general, ya tiene al menos una propiedad en otro lugar. Por eso, además de un lugar de veraneo, busca una inversión a resguardo de vaivenes económicos y políticos”, confirma.
Oportunidades en El Placer y Distrito 52
Un proyecto que se destaca como novedad y que marcará una nueva tendencia es SLS Residences, sobre avenida del Mar. Se trata del primer desarrollo en Punta del Este que combinará apartamentos privados con habitaciones de hotel, al estilo de modelos existentes en Miami bajo la modalidad branded residences.
El diferencial radica en los amenities disponibles para propietarios -desde restaurante, servicio de conserje y valet parking, entre otros- y en el posicionamiento del activo, que tiende a preservar valor y liquidez. Como próximo foco de crecimiento, Pardo Santayana destaca la zona de El Placer.
Explicó que al Sur presenta múltiples desarrollos inmobiliarios y más hacia el Norte, en la zona lindante al arroyo Maldonado, nueva infraestructura pública, con parques y áreas de esparcimiento. “Hace 10 años El Placer era una zona de grandes manzanas sin construcciones, pero hoy cambió radicalmente”, indicó.
Esto gracias a la firma Etcheverrito, que comenzó con los proyectos Tiburón y luego siguió con Surfside, The Rock y ahora también Elleva, todos emprendimientos que actúan como ancla y a la vez motor del crecimiento futuro. “Aún hay terrenos baldíos en la zona, que se presentan como una oportunidad para la construcción de casas, edificios y áreas comerciales”, dijo.
Por último, el asesor señala el crecimiento que generará Distrito 52, megaproyecto urbano sobre avenida Aparicio Saravia, lindante a El Jagüel, que articula vivienda, comercio, educación y servicios. El plan incluye el barrio privado La Cañada, zonas residenciales de propiedad horizontal; el centro comercial Car One Center, el colegio North Schools y la futura instalación del hotel Hampton by Hilton.
“Distrito 52 va a redefinir la geografía del mercado inmobiliario de Punta del Este. Su magnitud, diversidad de usos y localización estratégica generarán un polo que no solo atraerá inversión y residentes, sino que también empujará el valor de toda la zona norte de la ciudad”, aseguró.

