Antel inaugura el primer cable submarino uruguayo que une a las Américas, en lo que el ente de las comunicaciones califica como un hito sin precedentes para nuestro país. El último tramo del cable de fibra óptica, está uniendo la ciudad brasileña de Santos con Maldonado.

Por primera vez en la historia, nuestro país logra plena soberanía e independencia en materia de telecomunicaciones, con el nuevo cable submarino de Antel que tiene una extensión de 10.566 kilómetros y une Boca Ratón en la Florida norteamericana con la costa de Maldonado.

El acto de presentación de la obra se realizará el viernes 18 de agosto en el Parador Papa Charlie, Parada 8 de la rambla Lorenzo Batlle Pacheco de Punta del Este, a partir de la hora 7.00. Estarán presentes autoridades del Ministerio de Industria, Energía y Minería, así como de Antel.

A partir de ahora, Antel tendrá capacidad para satisfacer con creces la demanda de conectividad de Uruguay, y se transformará además en proveedor internacional de servicios de telecomunicaciones y valor agregado, un negocio que se estima será altamente rentable.

La industria de la tecnología de la información y comunicación está en un proceso de creciente demanda de tráfico de datos y video, en calidades que requieren un gran ancho de banda (Full HD; 4K, etcétera); el 99% de las comunicaciones internacionales se transmite por medio de cables submarinos.

Uruguay contará con un canal propio y directo a Internet, una autopista de información fundamental que generará nuevas oportunidades para el desarrollo económico, social y cultural del país. Un sistema submarino de fibra óptica propio, significa independencia y soberanía para el país.

Millonaria inversión

El cable submarino de fibra óptica que conectará Maldonado con la ciudad brasileña de Santos (comenzó a instalarse el último trimestre de 2014) y que mejorará la conexión de banda ancha entre Estados Unidos y el Cono Sur, prestará funciones desde fines de este año.

Antel, en asociación con Algar Telecom (Brasil), Angola Cables (Angola) y Google, encararon el tendido de 10.566 kilómetros, que en su primera etapa unió Boca Ratón en la Florida norteamericana con Santos y Fortaleza en Brasil. El segundo tramo, transcurre entre Brasil y Maldonado.

El emprendimiento demanda una inversión de US$ 73 millones. Para Antel, la obra significará un ahorro acumulado de US$ 195 millones, lo cual trasladado a valor neto representa US$ 80,7 millones, además del avance tecnológico y mejoramiento de las comunicaciones.

Esta inversión es un esfuerzo multinacional para seguir construyendo las redes de Internet, y atender las necesidades actuales de los usuarios de Internet en América Latina, y prepararse para el aumento de la demanda. América Latina tiene una población conectada de unos 300 millones de personas.

La nueva ruta tiene una longitud de 10.556 kilómetros, y cuenta con seis pares de fibra óptica. De acuerdo a las estimaciones, incrementará el ancho de banda total de los sistemas de cable submarino existentes en 64 Tbps (Terabits por segundo) de capacidad.

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