El proceso de refinación se reanudó tras completarse las descargas que estaban retrasadas en la mono boya de José Ignacio. La planta estaba paralizada desde el domingo 17 de agosto.
La refinería de La Teja volvió a procesar crudo para abastecer al país con combustibles de producción propia. La reactivación se concretó tras la reanudación de las descargas de crudo en la monoboya de José Ignacio. Había tres buques tanque que permanecieron en la Zona Delta a la espera de la reparación de la instalación.
La puesta en marcha se concretó el viernes 10 de octubre, pero es un proceso que lleva aproximadamente una semana hasta su funcionamiento pleno. En este momento ya están en pleno funcionamiento las unidades de refinación que producen gasolinas y supergás, en tanto posteriormente quedarán operativas las restantes unidades.
La refinería había detenido las operaciones debido a una avería encontrada en el PLEM (Pipeline End Manifold), pieza clave de interconexión de los manguerones de descarga de la monoboya. Los primeros problemas habían sido detectados durante una descarga el domingo 3 de agosto.
El PLEM es un sistema submarino de válvulas y conexiones que tiene un papel clave en el funcionamiento de la monoboya petrolera, ya que conecta los manguerotes de la boya con los ductos submarinos que transportan el crudo a las instalaciones en tierra de la Terminal del Este de Ancap.
La reparación del sistema se realizó en condiciones desafiantes como profundidad submarina (a unos 20 metros), oscuridad, y dependencia de condiciones climáticas y marítimas. Ahora, se inicia una fase de inspección exhaustiva de toda la estructura del PLEM, y en paralelo, continúa el proceso para adquirir e instalar uno nuevo.