*) Mag. José Luis Corbo

"Hay que destruir el prejuicio, muy difundido, de que la filosofía es algo muy difícil por el hecho de ser la actividad intelectual propia de una determinada categoría de científicos especialistas o de filósofos profesionales y sistemáticos… hay que empezar definiendo que todos los hombres son filósofos, definiendo los límites y las características de esta “filosofía espontánea”, propia de “todo el mundo”, contenida en el lenguaje mismo… en el sentido común… en la región popular… en todo el sistema de creencias, de supersticiones, de opiniones, de modos de ver y actuar” (Antonio Gramsci)

*) Ec. Pablo Broder

El tramo final del aciago año 2020 ofrece en la Argentina el espectáculo de una doble capitulación: una inusual subordinación prácticamente desde los inicios del actual gobierno, entre los términos de la fórmula presidencial, con un liderazgo prácticamente total por parte de la actual vicepresidente ante un cada vez más desdibujado rol del titular del Poder Ejecutivo.

Por otra parte, en un marco donde las hipercríticas condiciones del país obligaban, casi inexorablemente a plantearse caminos consistentes en la conducción de la economía, los términos se encuentran subvertidos, otorgando absoluta preeminencia a los inmediatos intereses políticos y judiciales del frente gobernante, y más específicamente de la vicepresidente.

En este contexto, no obstante, es dable esperar un 2021 mejor que año 2020, aun cuando el pronóstico esté teñido por diversas  incógnitas en cuestiones sanitarias, político-institucionales y macroeconómicas: sospechosa falta de transparencia en la gestión de compra y posterior administración de vacunas para el Covid-19, la ofensiva de la vicepresidente contra la Corte Suprema, sus manejos a través de la conducción omnímoda del Senado y su influencia en la Cámara de Diputados para colonizar y ser absuelta por la Justicia, la nula perspectiva de acuerdos con la oposición, así como la aceleración inflacionaria, la escasez de reservas del Banco Central, las incógnitas ante la negociación con el FMI, el déficit fiscal, la interminable emisión de pesos para financiarlo y la brecha cambiaria, entre otras cuestiones.

Por otra parte, frente al publicitado mensaje oficial apelando a una ilusoria “Reconstrucción Argentina”, brillan por su ausencia la urgente necesidad de inversión privada para exportar, disminuir la desocupación y salir de la trampa de los planes sociales como placebo ante el maltrecho estado de salud de la Argentina productiva.

En la actualidad, todo indica que las decisiones políticas y económicas en el año 2021 estarán marcadas por la necesidad de la coalición gobernante de triunfar en la próxima elección de octubre, condicionamiento que habría de afectar todas las decisiones.

La intención aparente del Gobierno es prolongar el actual estado -casi postrado- de la economía nacional, hasta el acto electoral, evitando devaluaciones bruscas. La aspiración oficial sería que el Banco Central se muna de los imprescindibles dólares durante el segundo trimestre, período en el cual se produce el pico de exportaciones de cereales y oleaginosas, como un respirador momentáneo, sin ninguna otra medida que altere el actual escenario de mantenimiento.

La prioridad oficial pasaría por evitar de cualquier manera, un desborde de la inflación, la amenaza más evidente para el futuro electoral de la coalición gobernante.

Quedarán así postergadas las posibilidades de un ajuste de las variables económicas ni de recortar subsidios, ordenar las cuentas públicas y cumplir con las metas fiscales, ya sea con aumentos de tarifas largamente atrasadas, que supondría disminución de subsidios y por ende del déficit fiscal, o ajustes en los haberes previsionales.

La voz oficial del gobierno, o sea la de la vicepresidente, ordenó que las jubilaciones y los salarios no deberán perder contra la inflación, que según analistas privados podría llegar al 50% en 2021, que las tarifas de los servicios públicos deberán estar atadas a los incrementos de los trabajadores, y que se mantendrán los planes sociales, lo mismo que la doble indemnización para los despidos; a su vez que se redujo a 10% el único ajuste de cuotas de este año para la medicina prepaga, pese a aumentos de costos largamente superiores, con lo cual se pone en serio riesgo la supervivencia del sistema, o la prestación de un servicio de mínima calidad sanitaria.

Ejemplo de este enfoque lo constituye el proceso que atravesó el ajuste de las jubilaciones. Este, inicialmente contemplaba tomar el aumento de diciembre de 2020 a cuenta del de marzo de 2021, y pasar el tramo de actualizaciones a un semestre, en lugar de la corrección trimestral. El Senado, o sea la vicepresidente, ordenaron retrotraer la medida, volviendo al esquema vigente trimestral y tomar el plus de diciembre como pago definitivo.

A su vez, con más gasto en jubilaciones y en subsidios a la energía y al transporte, se torna dudoso que el Gobierno opte por movilizar la economía mediante un fuerte aumento de la obra pública atento a la restricción fiscal, aun cuando tampoco sería descartable.

En un camino opuesto, luego de un año de crisis sanitaria en el que parte de la administración pública tuvo virtuales vacaciones pagas, el gobierno acordó con los dos principales gremios estatales un ajuste salarial, a cambio de la incorporación a planta permanente de 29.000 empleados contratados con una antigüedad superior a cinco años en ese carácter.

Resulta sugestivo que el período abarcado se corresponde con quienes ingresaron en el último tramo de la anterior gestión del actual gobierno, que podrían corresponder con militantes rentados.

Todos estos caminos conducen necesariamente a una ampliación del déficit fiscal. Por lo tanto, es expectable más emisión monetaria, mayor presión sobre el dólar, que en caso de ausencia de devaluaciones oficiales, ampliaría la actual enorme brecha cambiaria. En este caso, un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permita salir de una situación de virtual default con el organismo parece menos posible.

Hay quienes estiman que la ausencia de tal acuerdo no estaría incluida en las prioritarias preocupaciones oficiales que residirían en ganar las elecciones de octubre de 2021.

Abonando esta hipótesis, es de tomar en cuenta que el FMI informó la exitosa conclusión de la primera revisión del acuerdo firmado con Ecuador, especificando que el programa ecuatoriano, además de una generosa política de asistencia social, exhibe una ley de lucha contra la corrupción votada por una amplia mayoría en el Congreso de aquel país, temática de alta sensibilidad para el oficialismo argentino gobernante.

*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).

Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.

Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y Secretario General de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.

Fue Secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.

Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.

Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.

Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.

*) FAO

El Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional 2020 señala que las tasas de obesidad elevadas y las enfermedades no transmisibles que conlleva hacen que una parte importante de la población esté expuesta a mayores riesgos ante la pandemia de COVID-19.

Entre 2017 y 2019, 800.000 personas sufrieron inseguridad moderada o severa en algún momento durante ese periodo en Uruguay, previo al inicio de la pandemia y a la crisis económica que la acompaña, advierte el informe anual publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA); la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS); el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP).

“Tanto en el mediano como en el largo plazo, este informe y la actual situación de Uruguay señalan la necesidad de reforzar las herramientas y las acciones de toda la sociedad que permitan transformar el sistema alimentario para que las y los uruguayos accedan y elijan una mejor alimentación”, considera Rubén Flores, Representante ad ínterin de la FAO en Uruguay.

Agrega que “es fundamental actuar ahora para lograr que no sigamos profundizando a futuro el doble desafío del hambre y la mala alimentación que genera sobrepeso y obesidad”.

Además, al igual que en el resto de la región, la inseguridad alimentaria afecta más a las mujeres que a los hombres. En 2019, la inseguridad alimentaria grave o moderada fue del 32,4% en mujeres y del 25,7% en hombres de América Latina. En Uruguay, según la últimas cifras, afecta al 23,5% de las mujeres y al 18,5% de los hombres.

El Panorama 2020 analiza el sobrepeso infantil y el retraso en el crecimiento infantil en los países de la región, e identifica qué territorios están altamente rezagados, es decir, que exhiben niveles muy superiores al promedio nacional.

“En América latina y el Caribe, el fuerte golpe económico de la pandemia ha dejado a millones de familias con menos recursos para comprar alimentos nutritivos,” señaló Jean Gough, directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.

“No recibir una alimentación saludable entre los 6 meses y 2 años pone a los niños y niñas en riesgo de malnutrición. Para que puedan crecer sanos en tiempos de pandemia, es urgente asegurar la disponibilidad de alimentos saludables a precios asequibles”, advirtió en el lanzamiento del informe a principio de diciembre.

Según el Panorama 2020, el sobrepeso infantil en los territorios altamente rezagados de la región es dos veces mayor que en los territorios sin rezago: 13,1% versus 6,6%. El retraso en el crecimiento infantil alcanza 27,6% en los territorios con alto rezago y sólo 11,9% en los no rezagados.

A falta de datos desagregados por departamento, el Panorama 2020 no incluye datos de Uruguay por territorio. La información disponible más reciente pertenece al año 2011 y solo está disponible información para dos territorios diferenciados (Montevideo e Interior) cuando la metodología utilizada en el informe requería de por lo menos 3 territorios por país para poder hacer comparaciones y promedios.

Esto supone “una tarea importante que impulsar, ya que, sin información oportuna y actualizada, la toma de decisiones puede resultar inadecuada”, señala Flores.

Sin embargo, los expertos regionales de la FAO encontraron que el retraso en el crecimiento infantil es un punto porcentual más alto en Montevideo que en el interior del país, llegando a 11.5% (10.5% en el Interior).

De igual forma, el sobrepeso infantil alcanza el 10.6% en Montevideo, más de 2 puntos porcentuales por sobre lo que se encuentra en el interior (8.3%).

Estos datos de sobrepeso coinciden con la tendencia encontrada para toda la región, en el sentido de que las áreas urbanas y las grandes capitales concentran el sobrepeso. Sin embargo, los datos de retraso en el crecimiento infantil demuestran una tendencia contraria a lo reportado en el resto de la región.

El sobrepeso en menores de 5 años implica al 7,2% de niñas y niños en Uruguay, 5,6% de los del mundo y 7,5% de la población infantil de la región. Desde 1990 estas cifras muestran un aumento sostenido en América Latina y el Caribe, con una prevalencia que comenzó a medirse en 6,2% en 1990.

“Los promedios nacionales esconden las desigualdades territoriales. En cada país tenemos lugares que han alcanzado muy buenos estándares y otros donde las condiciones son muy graves. Es fundamental que los países enfoquen sus esfuerzos y canalicen recursos a los territorios rezagados, con soluciones a medida de cada uno de ellos”, advirtió Julio Berdegué, Representante Regional de la FAO en el lanzamiento del informe a inicio de mes.

Este nuevo enfoque del informe Panorama ocurre en el marco de la iniciativa Mano de la Mano impulsada por el Director General de la FAO, QU Dongyu y es parte de la respuesta de la organización a la desigualdad entre territorios, atendiendo a los más rezagados en prioridad.

Por este motivo, Flores entiende que “será necesario actuar para entender con claridad el funcionamiento de los sistemas alimentarios y la formación de precios en cada fase del sistema agroalimentario”.

Alimentación y pandemia

El Panorama 2020 destaca que el impacto de la pandemia ocurre en un momento en el cual la seguridad alimentaria regional ya venía en claro deterioro: en 2019, 47,7 millones de personas, el 7,4% de la población, vivía con hambre, un aumento de más de 13 millones de personas en cinco años.

A esto se suma que más de 190 millones sufren inseguridad alimentaria moderada o grave, lo que implica que uno de cada tres habitantes de América Latina no tuvo acceso a alimentos nutritivos y suficientes en 2019.

La disminución del poder adquisitivo de los hogares debido a las restricciones que impuso la pandemia afecta a la calidad de las dietas de los grupos de población con menos ingresos, porque perjudica la demanda de productos sanos y nutritivos, considerados más caros y favorece la de productos ultra procesados más baratos, que suelen tener un alto contenido en calorías, azúcares, grasas y sal, perjudiciales para la salud.

“Para la región, donde el costo de una dieta saludable es el más elevado del mundo, es clave promover sistemas alimentarios que favorezcan el acceso a alimentos nutritivos, diversos y asequibles, lo que sólo puede hacerse apoyando la agricultura familiar”, dijo Rossana Polastri, Directora del FIDA para América Latina y el Caribe.

En Uruguay, el precio de la dieta saludable es de 3 dólares, mientras que una dieta básica sale 0,7 dólares. A nivel regional, la relación es de 3,98 dólares en promedio para comer saludable y 1,06 para comer suficiente, de acuerdo al informe.

Estos datos preocupan aún más dado que la mortalidad causada por COVID-19 podría ser hasta 2 o 3 veces mayor en pacientes diabéticos, indica el documento.

A su vez, explica que la enfermedad por coronavirus demostró ser más grave en las personas con obesidad debido a que el sistema inmunitario de estos pacientes no funciona tan eficazmente ya que presentan ausencia de oxígeno suficiente en los tejidos para mantener las funciones corporales (hipoxia).

En la región, las tasas de obesidad elevadas y la presencia cada vez mayor de enfermedades no transmisibles hacen que una parte importante de la población esté expuesta a mayores riesgos ante esta pandemia.

Por otro lado, COVID-19 puede causar un aumento del sobrepeso, de la obesidad y de las ENT, debido al aislamiento y a la limitación del número de salidas para adquirir alimentos. “Las personas han reducido su nivel de actividad física y han aumentado el consumo de alimentos poco saludables, lo que ha favorecido la compra de productos no perecederos en detrimento de los frescos”, advierte el texto.

En Sudamérica, antes de la pandemia, el sobrepeso afectaba a 58,3% de la población y a 62,9% de los uruguayos.

La obesidad, en tanto, alcanzaba a 23% de los sudamericanos y 27,9% de los uruguayos y uruguayas, es decir a 962.271 personas.

En 2016, 315 millones de personas (casi la mitad de la población de la región) sufría sobrepeso u obesidad. Eran 239 millones en 2006. Esto es particularmente grave debido a que la obesidad está asociada al riesgo de sufrir peores efectos en caso se afectado por COVID19.

“La distribución desigual de recursos y oportunidades está dejando atrás a muchas personas y se prevé que el COVID-19 aumente todas las formas de malnutrición infantil, incluidos el retraso del crecimiento, las deficiencias de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad”, afirmó Anselm Hennis, Director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS/OMS.

“Es necesario reformar los sistemas alimentarios y de nutrición, y proporcionar a las poblaciones una nutrición óptima”, agregó.

Desafíos y también posibles soluciones

El informe Panorama, no solo señala los desafíos de la región en cuanto a la alimentación de su población, también sugiere soluciones.

“Este informe ratifica la necesidad que los gobiernos de la región amplíen sus redes de protección social existentes e incrementen el gasto social para que sus beneficios lleguen a las personas más vulnerables afectadas por inseguridad alimentaria en una etapa de pandemia”, dijo Miguel Barreto, Director Regional del WFP para América Latina y el Caribe.

El texto señala que, para hacer frente a todas las formas de malnutrición es fundamental diseñar programas de protección social que sean sensibles a la nutrición, que proporcionen un acceso más adecuado a alimentos nutritivos para los consumidores con ingresos más bajos y que aumenten la asequibilidad de la alimentación saludable para esa población.

Entre las recomendaciones del informe figura la regulación del etiquetado frontal de alimentos, para permitir una mejor información de la población a la hora de hacer sus compras. “Esto puede marcar una diferencia, en particular en tiempos de pandemia, por lo que urge actuar para que el decreto en Uruguay y la reglamentación se pongan en vigencia en el menor tiempo posible”, estima Flores desde la FAO en Uruguay.

El Panorama 2020 también señala que algunas de las principales causas del hambre son la pobreza, la falta de empleo y su precariedad. Por ese motivo, recomienda implementar políticas orientadas a mejorar el acceso económico, a través de la articulación de políticas de apoyo productivo, con políticas de protección social (ingreso mínimo universal, bono de alimentación, entre otras propuestas), articuladas con políticas de educación, con campañas comunicacionales informativas sobre la importancia de una alimentación adecuada.

“Todas estas propuestas son fundamentales en busca de la respuesta a la difícil ecuación de evitar la propagación del virus y la de la crisis económica en paralelo, con el objetivo común de pensar en las personas”, según Flores.

Dado que la producción familiar es una de las principales fuentes de ingreso y alimentos para una parte importante de la población tanto urbana como rural, apoyar los medios de vida y la producción de los agricultores familiares es una medida clave para asegurar su acceso económico a una alimentación adecuada, establece también el documento.

A este respecto, señala que son especialmente relevantes las medidas orientadas a mejorar el acceso a activos financieros y no financieros, y a servicios rurales; así como la diversificación de la producción; y la expansión de las innovaciones digitales para los pequeños productores.

“Sobre todo en un país agroexportador como Uruguay, el rol que cumplen los productores en la alimentación adecuada de la población y en la economía es más clave hoy que nunca”, considera Flores.

*) La FAO es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y es la agencia especializada que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre. Su objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todos y al mismo tiempo garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y sana.

Con más de 194 Estados miembros, la FAO trabaja en más de 130 países. Todos podemos desempeñar un papel importante en la erradicación del hambre y la malnutrición.

En Uruguay, nos enfocamos en apoyar el cumplimiento del Derecho a la Alimentación Adecuada; avanzar hacia un sistema alimentario sostenible; acompañar la intensificación de la producción agropecuaria, reduciendo la brecha entre sectores urbano y rural y preservando los recursos naturales.

Por más información: http://www.fao.org/uruguay

*) Ec. Pablo Broder

Las presentes líneas podrían ser pasibles de recibir desde diversos sectores, la calificación del título. No obstante, “No es que sea triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.

Cuatro hechos marcan la realidad actual de manera casi dramática: por un lado, la persistencia eterna de la cuarentena, casi obviada en algunos aspectos, pero paralizando al país en otros, como ser oficinas públicas, tribunales, educación, minimización del transporte público, etc.

El continuado avance de la vicepresidente sobre la Justicia, con muchos logros y algún sinsabor, sin reparar en costos institucionales, intentando sancionar leyes que la eximan de sus cargas judiciales, a pesar de la agresión mayúscula al Estado de Derecho.

El ya abierto embate del gobierno nacional contra la Ciudad de Buenos Aires, con una enorme quita de fondos de la coparticipación federal, cuya derivación final será la Justicia.

Y finalmente, la muerte de un mito, como lo fue Maradona.

Sin duda que fue un argentino universal, y en general, reconocido como uno de los mayores ídolos deportivos.

No obstante, nada justificaba el bochornoso espectáculo de su velatorio, con las pasiones de barrabravas y sus violencias, aguardando ingresar y luego accediendo  a la Casa de Gobierno.

En un contexto donde la Argentina sufre un encierro casi único y eterno, y donde el presidente aparentemente confiaba en que habría de encontrar en su gestión sanitaria una carta salvadora para su ineficaz y casi ausente gestión, la pandemia se abatió cruelmente. No obstante, ni el presidente ni hasta unos meses atrás sus locuaces voceros del Ministerio de Salud, aparecen ya mencionando la enfermedad. Su esperanza parecería ser un plan de vacunación, muchas veces expuesto con contradictorias expresiones, y sin aún demostrar sólidos fundamentos.

Hasta que ocurrió la muerte de Maradona.

El Gobierno se ilusionó con adueñarse de la imagen del ídolo desaparecido, y mimetizarse en un velatorio organizado (no sería exactamente la palabra apropiada dados los resultados) en la mismísima Casa Rosada. Las precauciones sanitarias tan largamente recomendadas hasta hace pocos días desde los medios oficiales, tuvieron una impasse en su aplicación. La multitud abigarrada a lo largo de 20 cuadras, mayoritariamente no usaba tapabocas y el distanciamiento no existió.

El lamentable espectáculo se contrapuso con la restricción aún vigente para el resto de los argentinos, que aún no pueden despedir a sus muertos junto a los seres queridos y amigos.

Y algo salió mal. Diríase que muy mal para todos: para la familia, para la salud de la población puesta en riesgo en un intento de aprovechamiento político criticable, y también para el propio Gobierno, dando muestra de su ineficiencia.

Una vez más, el presidente acostumbrado a echar culpas de sus desaciertos u omisiones, esta vez derivó la responsabilidad hacia la familia de Maradona y al gobierno de la Ciudad.

Ameritaba ese despliegue insensato la figura del futbolista desaparecido?

Su vida estuvo plagada de contradicciones. Nunca pudo trasladar su genio deportivo a la vida cotidiana, llena de dramas y de excesos. Fue un contraejemplo moral, como verbigracia, entre algunas conductas, sembrar el mundo de parejas diversas, y también de hijos a los que no reconocía, y que tuvieron que luchar por lograr el reconocimiento parental.

En lo éticamente deportivo, no sólo se jactó de hacer un gol con la mano. Lo ostentaba.

Pasado el escandaloso velatorio, casi en simultáneo, se convalidaba en el Congreso una brutal quita de fondos a la Ciudad de Buenos Aires, al tiempo que  una Cámara de Casación echaba por tierra el intento de la vicepresidente de sepultar la causa de los cuadernos, cuya definición incierta quedará, una vez más, en manos de la Corte Suprema.

Y mientras el mundo espera un 2021 con un renacer económico auspicioso, en nuestro país, las condiciones actuales no permiten augurar que ese nuevo global viento (o brisa) de cola, pueda ser aprovechada entre nosotros, habida cuenta del clima anti-empresa privada vigente, y que ha generado ya, un proceso acelerado de huida de inversiones. Y también de argentinos valiosos.

Así es como están las cosas en la Argentina.

*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).

Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.

Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y Secretario General de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.

Fue Secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.

Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.

Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.

Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.

*) FAO

Más de 3.000 millones de personas viven en zonas agrícolas con niveles altos o muy altos de déficit y escasez de agua, y casi la mitad de estas personas afrontan graves limitaciones. Asimismo, la disponibilidad de recursos de agua dulce por persona ha disminuido en más de un 20% durante los dos últimos decenios a nivel mundial, lo que subraya la importancia de producir más con menos, especialmente en el sector de la agricultura, el mayor usuario de agua del mundo.

La mejora de la gestión del agua, apoyada por una gobernanza eficaz e instituciones sólidas -incluida la seguridad en la tenencia del agua y los derechos sobre esta, que se sustenta en una sólida contabilidad y auditoría del agua- será fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial y contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), según el informe El estado mundial de la agricultura y la alimentación (SOFA) de 2020, un informe principal que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura publica hoy.

“Con este informe, la FAO envía un mensaje firme: los déficits y la escasez de agua en la agricultura deben abordarse de inmediato y con audacia si queremos tomarnos en serio nuestro compromiso de lograr los ODS”, destacó el Director General de la FAO, el Sr. QU Dongyu, en el prólogo del informe.

Las vías de acción abarcan desde la inversión en la recogida y conservación del agua en zonas de secano hasta la rehabilitación y modernización de sistemas de riego sostenibles en zonas de regadío. Estas acciones deben combinarse con las mejores prácticas agronómicas, tales como la adopción de variedades de cultivos resistentes a la sequía y medios de gestión del agua mejorados, en particular instrumentos eficaces para la fijación de precios y asignación del agua, tales como derechos y cuotas sobre el agua, a fin de garantizar un acceso equitativo y sostenible. La contabilidad y auditoría del agua debe ser, no obstante, el punto de partida de cualquier estrategia de gestión eficaz.

Según se destaca en el SOFA, el logro de los compromisos convenidos internacionalmente respecto de los ODS, incluida la meta del Hambre Cero (ODS 2), “todavía puede alcanzarse”, pero solo si se hace un uso más productivo y sostenible del agua dulce y las aguas pluviales en la agricultura, que representa más del 70 % de las extracciones mundiales de agua.

El informe SOFA de la FAO de 1993 se centró también en los problemas relacionados con el agua y actualmente resulta llamativo que las conclusiones presentadas entonces sigan siendo válidas y pertinentes a día de hoy. Mientras que en el informe anterior se prestaba especial atención al regadío, la nueva edición amplía su alcance para abarcar los desafíos relacionados con el agua en la agricultura de secano, que representa más del 80 % de las tierras cultivadas y el 60 % de la producción mundial de cultivos.

Cartografía de la humedad

La FAO es el organismo responsable del indicador 6.4.2 de los ODS, que mide la presión de las actividades humanas en los recursos naturales de agua dulce, y el SOFA ofrece la primera representación desglosada por zonas sobre cuál es la situación actual -lo cual, al combinarse con los datos históricos sobre la frecuencia de las sequías, permite una evaluación más integral de las limitaciones de agua en la producción de alimentos-.

Aproximadamente 1.200 millones de personas, de las cuales un 44% se encuentra en zonas rurales y el resto en pequeños centros urbanos en el campo, habitan en lugares en los que la gravedad del déficit y escasez de agua plantea un desafío para la agricultura. Alrededor del 40 % de estas personas vive en Asia oriental y sudoriental, y un porcentaje ligeramente mayor en Asia meridional. África septentrional, Asia central y Asia occidental también se ven gravemente afectadas -en torno a una de cada cinco personas viven en zonas agrícolas con niveles muy altos de déficit y escasez de agua, frente a menos del 4 % en América Latina y el Caribe, América del Norte, Europa y Oceanía-.

Aproximadamente un 5% de las personas que viven en el África subsahariana lo hacen en condiciones similares, lo que supone que unos 50 millones de personas viven en zonas en las que la grave sequía tiene efectos catastróficos en las tierras de cultivo y pastoreo una vez cada tres años.

En torno al 11% de las tierras de cultivos de secano en el mundo, o sea, 128 millones de hectáreas, afrontan sequías frecuentes, como también alrededor de un 14% de las tierras de pastoreo, esto es, 656 millones de hectáreas. Paralelamente, más del 60% de las tierras de cultivos de regadío, o sea, 171 millones de hectáreas, se ven sumamente afectadas por el estrés hídrico. Un total de 11 países de África septentrional y Asia se enfrentan a ambos desafíos, lo que hace que resulte urgente y necesario adoptar una contabilidad sólida de los recursos hídricos, una asignación clara y tecnologías modernas, así como cambiar a cultivos que consumen menos agua.

Las matemáticas del agua

“Las características inherentes al agua la convierten en un elemento difícil de gestionar”, señala el informe SOFA.

“El agua debería reconocerse como un bien económico que tiene valor y un precio”, sostiene el informe, en el cual se indica que las prácticas consuetudinarias que han llevado a tratar el agua como un producto básico gratuito suelen crear ineficiencias de los mercados. En cambio, un precio que refleje el verdadero valor del agua envía una señal clara a los usuarios para que utilicen el agua de forma inteligente. Al mismo tiempo, el apoyo en materia de políticas y gobernanza para garantizar un acceso eficiente, equitativo y sostenible para todos resulta fundamental.

“Los planes de gestión del agua deben centrarse en el problema y ser dinámicos”, recomienda el informe. En el SOFA se señala que la población pobre rural puede beneficiarse sustancialmente del riego y se apoya su ampliación cautelosa. Entre 2010 y 2050, se prevé que las superficies de riego cosechadas aumenten en la mayoría de regiones del mundo y se dupliquen con creces en el África subsahariana, lo que podría beneficiar a cientos de millones de personas en zonas rurales.

El informe señala que, en algunos casos, los sistemas de riego en pequeña escala y dirigidos por agricultores pueden ser más eficaces que los proyectos a gran escala. Se trata de una prometedora vía para el África subsahariana, donde los recursos hídricos superficiales y subterráneos están relativamente poco explotados y solo el 3% de las tierras de cultivo están provistas para riego, y donde la ampliación del riego en pequeña escala puede ser rentable y beneficiar a millones de personas en el medio rural.

Sin embargo, muchos factores obstaculizan su adopción, en particular la falta de una tenencia segura del agua y acceso a financiación y crédito. En Asia, la disminución de sistemas de riego de superficie a gran escala financiados con fondos públicos ha llevado a los agricultores a extraer directamente las aguas subterráneas, ejerciendo así una presión excesiva sobre este recurso. Para hacer frente a estos problemas será necesario invertir en la modernización de los sistemas de riego antiguos, así como adoptar políticas eficaces.

Los mercados del agua plenamente desarrollados que comprenden la venta de derechos sobre el agua son relativamente escasos. No obstante, si la contabilidad y la auditoría del agua se realizan correctamente, la tenencia y derechos del agua están consolidados y se promueve la participación activa de los beneficiarios e instituciones administradoras, los mercados del agua regulados pueden inducir una asignación eficaz y equitativa del agua, al tiempo que fomentan su conservación.

¿Sabían que...?

  •  En Oceanía, el volumen medio anual de agua dulce por persona en 2017 fue de unos 43 000 m3, mientras que en África septentrional y Asia occidental este valor apenas alcanzaba los 1 000 m3.
  • Las mayores extracciones totales de agua per cápita se producen en Asia central, con casi 2 000 m3 por persona en 2017, frente al África subsahariana, donde este valor es inferior a 130 m3.
  • En los países menos adelantados, el 74 % de la población rural carece de acceso a agua potable.
  • Hay 91 países que cuentan con planes nacionales para el agua potable rural, pero solo nueve han asignado suficiente financiación para la ejecución de estos planes.
  • Actualmente, alrededor del 41 % del riego mundial se realiza a expensas de las necesidades de caudales ambientales, que son decisivos para respaldar los ecosistemas que desempeñan funciones de sustentación de la vida.
  • Los biocombustibles requieren entre 70 y 400 veces más agua que los combustibles fósiles a los que sustituyen.
  • Los principales bosques en zonas como las cuencas fluviales del Amazonas, el Congo y el Yangtsé constituyen importantes fuentes de vapor de agua para las zonas de sotavento y, por consiguiente, son cruciales para la agricultura de secano.

 

*) La FAO es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y es la agencia especializada que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre. Su objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todos y al mismo tiempo garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y sana.

Con más de 194 Estados miembros, la FAO trabaja en más de 130 países. Todos podemos desempeñar un papel importante en la erradicación del hambre y la malnutrición.

En Uruguay, nos enfocamos en apoyar el cumplimiento del Derecho a la Alimentación Adecuada; avanzar hacia un sistema alimentario sostenible; acompañar la intensificación de la producción agropecuaria, reduciendo la brecha entre sectores urbano y rural y preservando los recursos naturales.

Por más información: http://www.fao.org/uruguay

*) Mag. José Luis Corbo

Cuenta Georges Lefranc, que en el año 1720 en Gran Bretaña, los maestros sastres se agruparon bajo la forma de las “Trade Unions”, con la intención de proponer mejoras en sus condiciones laborales. En aquel entonces, esas primeras formas de manifestaciones sindicales planteaban como base de su plataforma lograr el aumento de sus salarios y abandonar una hora antes su jornada de trabajo. De la misma forma y casi simultáneamente, se sucedieron uniones entre los cuchilleros y los trabajadores de lana del Oeste.

Llama la atención la referencia en el historiador a estos movimientos sindicales previos a la revolución industrial -casi medio siglo-, es decir el nacimiento de asociaciones vinculadas más al trabajo manual que al sistema manufacturero posterior propio del capitalismo. Para Lefranc, “el sindicalismo no nace del maquinismo por filiación directa… el factor determinante no es la transformación técnica, sino el divorcio entre el trabajo y la propiedad de los medios de producción” (Lefranc, 1966, pág. 8).

Agrega el autor, además, que tampoco existió posteriormente un levantamiento claro de los más subsumidos contra la explotación capitalista, no protestaba el criado de la granja, el minero o el obrero asalariado, sino que las manifestaciones de esos grupos fueron siempre tan explosivas como efímeras.

Otras autores afirman, y apoyando la idea anterior, que la lucha a partir de la formación de asociaciones implica un nivel mínimo de resistencia frente  a los patrones y un grado de fuerza e independencia personal que sólo aparecía en los obreros que accedían a un nivel de vida superior –una eventual clase media- y que se encontraban inicialmente amparados por marcos administrativos orientados a la defensa de su clase, es decir a la protección de un sector particular, limitando inclusive el acceso a los aprendizajes de “los otros” sobre su labor, por considerarlo potencialmente riesgoso: “las primeras uniones se forman más para defender una situación acomodada que para mejorar una condición mediocre…los móviles son conservadores y no revolucionarios.” (Lefranc, 1966, pág. 8).

Más adelante, ya a fines el siglo XVIII y principios del XIX, las revueltas se ocupaban de ir en contra de las máquinas, destruyéndolas inclusive, ya que entendían que el riesgo de perder su empleo aumentaba a partir de la implementación de las mejoras tecnológicas. Ese tipo de manifestaciones y agrupaciones fueron prohibidas y es recién en 1826 que se legaliza el derecho de asociación de los obreros británicos, derecho que se adquiriría también en Francia medio siglo después.

A partir de ese momento comienza a desarrollarse el sindicalismo y transita por diversas formas. Es así como, lo que inicialmente fue una unión de oficio, pasa a ser una unión de industria, pero sin que la ideología de la lucha de clases animara inicialmente esas prácticas.

Es recién a partir de las sucesivas crisis internas que se suceden en Gran Bretaña, que aparece la referencia del socialismo a los movimientos obreros, fundando Hyndman en 1881 la “Federación democrática”, de base marxista y con un enfoque diferente a todos los movimientos previos. De alguna manera, y a partir de estos movimientos, las luchas aisladas en escenarios particulares, comienzan a preocuparse por los problemas endémicos del modelo económico, atacando la base de las relaciones de producción y ocupándose de las condiciones materiales y específicamente de los más desposeídos.

Desde ese momento y a partir de aquellas primeras luchas, los sindicatos comienzan a proliferar en el mundo adquiriendo diferentes matices, todas ellas muy diversas y dinámicas. En el mayor de los casos los sindicatos han sido asociados con disputas en el campo político partidario, pero es común que convivan dentro de una misma agrupación diversidad de intereses, es decir, que se desarrollen ciertas formas de lucha de clases a la interna de los propios sindicatos.

Para el caso particular de los sindicatos de la educación, las plataformas reivindicativas de los diversos movimientos parecen asociarse histórica e indefectiblemente a la defensa de la inversión del Estado en el área, lo que a su vez incide naturalmente sobre el salario y sobre las condiciones materiales de los docentes, es decir que se ocupa de problemáticas concretas.

Estas luchas, así planteadas, promueven opiniones diversas tanto en los miembros de las agrupaciones como en el resto de los sujetos que, aún desde afuera, se sienten habilitados a emitir juicios de valor. A su vez, esas prácticas reivindicativas, ocupadas de lo concreto pero haciendo abstracción del escenario educativo global, son utilizadas por gobiernos liberales para desprestigiar la lucha, promoviendo la denuncia a prácticas presuntamente corporativas y devolviendo a los docentes el papel de victimarios por atentar contra el proyectos políticoeducativos del país, transformándolos en enemigos públicos y en enemigos de lo público.

Por otra parte, le recurrencia de los recortes históricos en educación y los bajos salarios de los docentes en el mundo, han llevado a los docentes sindicalizados a fijar el foco en el porcentaje de inversión y no en los problemas del modelo económico, transformando las luchas sindicales en escenarios de falsas contradicciones, presuntamente desconectadas de los problemas concretos, de la sociedad en su conjunto. Dicho de otro modo, los bajos salarios de los docentes parecen ser problemas del gobierno de turno y no un eslabón más de una serie de prácticas que entretejen la trama de relaciones dialécticas, indisociables, al servicio de la reproducción de las relaciones de producción en el más profundo sentido althusseriano.

De la mano de esas luchas, sobrevienen los problemas de la conciencia del trabajador docente, que delega en los dirigentes sindicales el “saber del sindicato”, apoyando o no autorreferencialmente las medidas que sugieren, desentendiéndose así de las luchas que propone la reivindicación y desconociendo desde su hacer diario otra relación de dependencia fundamental: la que se dibuja entre lo pedagógico y lo sindical.

En este sentido, y desde la pared que hoy parece levantarse entre lo sindical y lo pedagógico, el sindicato como agrupación parece quedar desentendido de lo pedagógico –delegado tal vez en las ATD exclusivamente- y se ocupa entonces de los problemas económicos y políticos de la educación, enfocándose esencialmente en la reivindicación de los derechos laborales de los docentes, y olvidando así el modelo productivo al que la educación alimenta.

Pero… ¿no es tan peligroso esto como intentar hacernos creer que la educación no es política?; ¿no es una de las principales banderas neoliberales la despolitización de la educación?

Está claro que la manipulación de los docentes a partir de las mejoras salariales puede llegar a ser la vía para la implementación de modelos educativos neoliberales que se presentan como abstracciones asépticas pero que inciden directamente sobre la realidad concreta. Lo que no está tan claro pero es real, es que el abandono de la lucha pedagógica por la ocupación exclusiva sobre lo económico, vuelve indefectiblemente y afecta directamente a la educación y a los docentes, porque el modelo educativo no es más que la representación superestructural de las relaciones de producción y, en los modelos actuales, responde siempre a las lógicas del mercado. En definitiva, y como decía el propio Marx, para cambiar la educación hay que cambiar la sociedad pero para cambiar la sociedad hay que cambiar también la educación. Gran embrollo dialéctico.

Hoy vivimos bajo el orden de las teorías del capital humano: lo que se invierte en educación tiene que valorarse a partir del incremento del PBI.

Antonio Negri realiza el siguiente análisis en relación con los modelos económicos actuales. Las teorías de la plusvalía siguen vigentes con la diferencia de que, en muchos de los casos, ya no es el patrón el que se queda con la fuerza de trabajo del obrero. Tampoco hay posibilidades de incrementar la plusvalía absoluta en el caso específico de los docentes porque, dadas las reivindicaciones de los sindicatos, no es posible aumentar sus horas de trabajo.

Sin embargo, la implementación de proyectos neoliberales en la escuela, la aplicación de evaluaciones externas  y cuantas prácticas presuntamente innovadoras ingresen sin el análisis pedagógico necesario –en este caso entiendo que de parte de los sindicatos-, serán siempre funcionales al modelo económico y significarán un incremento de la plusvalía relativa, plusvalía que deriva siempre en los grandes capitales. Hoy son ellos los que se quedan con el valor de ese trabajo extra.

Por lo tanto, es posible que las reformas pedagógicas que hoy dejamos pasar inocentemente, mañana incidan directamente sobre los problemas que hoy creemos estrictamente sindicales, por el simple hecho de que mientras nos ocupamos de reclamar por nuestro sueldo, el mercado maneja los proyectos político-educativos a su antojo, bajo intereses de organismos internacionales de dudosa reputación y siempre funcionales a los grandes capitales, por el simple y sencillo hecho de que son esos capitales los que los financian y, por lo tanto, es a ellos a quien deben responder.

Carrera y Luque (2016) describen entre los rasgos más destacados de los modelos educativos neoliberales a la estandarización educativa, el desarrollo de los indicadores de competencia, la implementación acelerada de la TICs, las reformas financiero-dependientes, la eficacia gestora, la flexibilidad desmedida, la imposibilidad de pensar a largo plazo y la gran bandera de la Unesco, el “life long learning”. Todos ellos nos resultan hoy familiares.

Mientras centrábamos el foco en la mejora de los salarios y en la inversión, los soldados de Delors nos entraron por la puerta del fondo, camuflados en los trajes de la UNESCO y en sus políticas para la paz, organismo que describe en su ideario la “igualdad de oportunidades, la no restricción de la búsqueda de la verdad y el libre intercambio de ideas y conocimientos” pero que, casualmente, cuenta desde el año 1963 con un sistema de estadísticas internacionales financiado nada menos que por la Fundación Ford.

Es decir que en este juego del que el propio Delors ha sido abanderado, nos fuimos sometiendo a las evaluaciones estandarizadas, a diseños universales de aprendizaje, a la participación progresiva de la gran industria privada en la educación a partir de la implementación de estructuras propedéutico-

productivas, e inclusive intentamos articular en un diseño curricular las brillantes ideas de Freire y Giroux con subliminales mensajes neoliberales, intentando compatibilizar la teoría crítica de la educación con la peor versión del constructivismo en su faceta más liberal.

En fin, nos sometimos al eclecticismo menos perceptible, nublados por el potencial estético de las palabras lindas, desconociendo el inevitable retorno al que ahora nos estamos enfrentando.

En definitiva, nos olvidamos que un sindicato de la educación debe ocuparse sí de los salarios y de la inversión, pero con un ojo puesto en toda la estructura político educativa en su conjunto, y no solamente en el diseño y la estructura curricular, sino en la formación de los docentes que trabajan en la educación y esencialmente en la educación pública, de forma de habilitar a la reflexión sobre la acción político educativa y para la propia acción, es decir construir la masa crítica, aquella que entienda definitivamente que todo proyecto político educativo se mueve al ritmo de las relaciones productivas en este modelo económico del que somos parte, y que las transformaciones educativas que nos vienen del norte no son simples actos de bondad de organismos internacionales, sino que son bocanadas de aire para sostener con vida el modelo productivo.

Todas las transformaciones pedagógicas que ingresaron subliminalmente, ante el descuido inocente de los docentes -que mantuvimos el foco en otras cosas-, vuelven hacia nosotros y terminan afectando directamente la realidad de aquellas cosas de la que nos ocupamos, la inversión y los salarios. Son las reformas pedagógicas neoliberales que nos vienen bombardeando hace años, las que se instalan indefectiblemente para perjudicarnos, con la diferencia de que ahora su peso es evidente, porque se instalaron y actúan, incidiendo directamente sobre el escenario de lo concreto.

Esta reflexión no pretende dar a entender, de manera alguna, que haya que abandonar la lucha concreta por los salarios y la inversión. Lo que decimos, es que esa lucha deberá avanzar indefectiblemente de la mano de la lucha por la no intervención de los intereses del mercado sobre el campo pedagógico, aquella que parece hemos olvidado ante la realidad material de los beneficios logrados, pero que se mueve de forma permanente con la primera, en dependencia dialéctica. 

Bibliografía          

Carrera Santafé, P., & Luque Guerrero, E. (2016). Nos quieren más tontos: La educación según la economía neoliberal. Barcelona: Ediciones de Intervención Cultural.

Lefranc, G. (1966). El sindicalismo en el mundo. Madrid: ZYX.

 

*) Licenciado en Educación Física. Magister en Didáctica de la Educación Superior. Posgrado en Didáctica de la Educación Superior. Actual Director Coordinador de Educación Física de CEIP Maldonado.

Integrante de la línea "La Educación Física y su Enseñanza" adscripta al grupo “Políticas Educativas y Formación Docente. Educación Física y Prácticas Educativas”.

*) Ec. Pablo Broder

En reiteradas oportunidades hemos referido a la disyuntiva que se le plantea al país, respecto al rumbo que necesitaba asumir, como única alternativa valedera para emerger de una peligrosa zona, casi inédita, de destrucción económica, fragilidad institucional, disolución social y emigración, efectiva o al menos deseada, de muchos argentinos, agotados por un clima de postración nacional, y fundamentalmente, de carencia de perspectivas.

La cuarentena eterna (y no sólo la pandemia) agravó problemas crónicos que aquejan al cuerpo social y económico: niveles inéditos de pobreza, impuestos agobiantes, desocupación, población enorme sometida a la  economía informal, deterioro  educativo, inseguridad creciente, justicia sospechada y deterioro del estado de derecho, entre tantos otros.

Se agrega una legislación laboral y previsional a contramano de las necesidades del país, y un vetusto esquema de procedimientos judiciales que generan impunidad para muchos aspectos -entre ellos la corrupción-, la persistencia del hostigamiento a la prensa independiente, materializado dramáticamente con la creación de un organismo para monitorear la información periodística, y últimamente la virtual tolerancia oficial a las tomas ilegales de tierras, empeorado por la ambivalencia con que algunos funcionarios se refieren a las mismas, como por caso el gobernador bonaerense que comparó los countries de la provincia de Buenos Aires con las usurpaciones de tierras, y otorgando subsidios increíbles a los ocupantes; o la ministra Sabina Frederic argumentando que el tema de las usurpaciones tiene que ver con una necesidad de política social y habitacional, más que suponer un tema de orden penal, así como las declaraciones del jefe de gabinete nacional que constituyeron casi un incentivo a la usurpación impune de propiedades privadas: “… el derecho penal no arregla un problema social acuciante … La respuesta no es sacarlos a palazos con un juez y un policía”.

En este contexto y en un marco de estampida cambiaria, la vicepresidente Cristina Fernández, emitió una larga carta abierta, que ha merecido innumerables interpretaciones y comentarios, más allá de las cuales, caben destacar algunos de los temas abordados, en sus denominadas tres certezas. Afirma: “…el problema de la economía bimonetaria … es… el más grave que tiene nuestro país, …de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales...”.

La Argentina, desde hace tiempo es un país con una sola moneda. La realidad indica que la economía en su conjunto, gira por fuera del rol formal de la moneda local, en base al dólar. No es el alegado bimonetarismo el problema, sino la falta de confianza en el peso.

Por otra parte, la convocatoria a un acuerdo amplio no resulta demasiado creíble.

La prédica y las acciones llevadas a cabo por este Gobierno, del que la vicepresidente es parte fundamental, y su gestión en anteriores mandatos, ha sido precisamente exacerbar el “vamos por todo”, “ellos o nosotros”, “pueblo y anti-pueblo”, destrato y agresión a la prensa libre, ataques a sectores empresarios, leyes a contramano de la inversión privada, entre otras.

Con estos antecedentes, la iniciativa de concertación debería concretarse a partir de una serie de condiciones previas, entre otras, para que pueda constituir algo más que un ejercicio político infructuoso:

* Debe definirse que la Argentina solo podrá emerger intentando restablecer la confianza perdida.

* Asegurar que los ataques al sector privado y a las instituciones de la Constitución Nacional, como los que van dirigidos a la propiedad privada y a la división de poderes, habrán de cesar: ergo seguridad jurídica.

* Emprender el camino para una administración de la cosa pública eficiente, a la inversa del accionar de la actual conducción nacional en sus distintos niveles.

* Concordar en un programa económico que privilegie la inversión, permita proyectar horizontes de planeamiento creíbles, en el marco de una reducción sostenida del déficit fiscal y de la voracidad impositiva.

Teniendo en cuenta el accionar del oficialismo gobernante a lo largo de su historia, y dados estos imprescindibles prerrequisitos, no sería dable albergar exagerado optimismo sobre la concreción de la iniciativa vicepresidencial.

*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).

Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.

Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y Secretario General de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.

Fue Secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.

Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.

Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.

Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.

*) FAO

El Fondo Verde para el Clima (FVC) aprobó un proyecto de US$ 82 millones para combatir la deforestación y promover el manejo forestal sostenible en Argentina, y otro de US$ 66,7 millones para aumentar la resiliencia de los agricultores más vulnerables de Guatemala a los impactos del cambio climático.

El proyecto RELIVE en Guatemala beneficiará a 583 mil personas de manera indirecta, y brindará asistencia técnica directa a 116 mil pequeños agricultores, la mayoría de ascendencia indígena de las etnias achí, quechi, mopan y chorti, incluyendo 46 mil mujeres, en cinco departamentos del país.

RELIVE cuenta con un presupuesto total de US$ 66,7 millones, de los cuales el Fondo Verde para el Clima aportará US$ 29,8 millones y el Gobierno de Guatemala y la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA), aportarán US$ 36,84 millones.

Los fondos destinados a Argentina fueron otorgados bajo el Programa Piloto de Pagos Basados en Resultados REDD +, gracias a que dicho país logró reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en el período 2014-2016 en más de 165 millones de toneladas de CO2 equivalente, combatiendo la deforestación en las regiones del Parque Chaqueño, el bosque Tucumán, el bosque Espinal y bosque Misionera.

REVIVE en Guatemala

RELIVE ayudará a los agricultores vulnerables del Corredor Seco a adaptarse a los impactos del cambio climático a través de prácticas agrícolas resilientes al clima y una gestión mejorada del agua.

Los pequeños agricultores aprenderán a utilizar sistemas mejorados de información climática, variedades mejoradas de cultivos y técnicas de gestión del suelo y el agua: 20.000 familias mejorarán su acceso al agua potable y serán más resistentes a la sequía y las olas de calor gracias a la gestión eficiente del agua para la agricultura.

Se espera que el proyecto evite la emisión de 1 millón de toneladas de CO2 equivalente, el 8% de la meta que el país ha comprometido ante la Convención de Cambio Climático. Será implementado por el Ministerio de Agricultura y Alimentación (MAGA), el Instituto Nacional Forestal (INAB) y la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ), con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

“Estamos muy satisfechos con el planteamiento del proyecto RELIVE, sus medidas integrales y la gran población que beneficiará, en especial las poblaciones indígenas, así como la fuerte participación que tendrán las mujeres. Las sinergias que desarrollará en territorios rurales tendrán un gran impacto para el país, ya que permitirá la resiliencia y recuperación de los recursos naturales en un área geográfica de gran interés para el país”, dijo Mario Rojas, Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala.

Durante 7 años, el proyecto mejorará la seguridad alimentaria mediante prácticas agroforestales, un mejor acceso al agua y la restauración de los paisajes. Desarrollará mecanismos de gobernanza local y nacional y promoverá la participación activa de las mujeres en los sistemas alimentarios y en la gestión de los recursos naturales; asimismo, las mujeres recibirán apoyo para desarrollar el comercio local y regional de productos agroforestales, café, cacao, frutales, hortalizas, madera y productos no maderables.

Argentina: reconocimiento de resultados

Los US$ 82 millones aprobados por el Fondo Verde para el Clima se utilizarán para un proyecto de 6 años que ayudará a Argentina a avanzar hacia el desarrollo sostenible y a alcanzar las metas establecidas en el Acuerdo de París.

El proyecto establecerá 7 cuencas forestales sostenibles, trabajando con 7.000 productores; 6 planes estratégicos de prevención de incendios, 95 planes de manejo comunitario integral y 92 planes de manejo forestal con ganadería integrada que beneficiarán directamente a 2.900 familias de comunidades locales e indígenas.

“Este proyecto contribuye a nuestra visión estratégica de detener la deforestación, acompañar el desarrollo de las comunidades campesinas e indígenas, prevenir y controlar los incendios forestales y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para frenar el calentamiento global”, dijo Juan Cabandié, Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina.

El proyecto será ejecutado por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y la FAO, y promoverá el manejo forestal, la restauración forestal, el uso sostenible de productos forestales madereros y no madereros, prácticas ganaderas integradas y la prevención y respuesta temprana a incendios forestales.

Trabajando con comunidades rurales, mujeres y pueblos indígenas que viven y dependen de los bosques, así como con otros actores clave en el país, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el proyecto mejorará la economía y las oportunidades sociales mediante la diversificación de los medios de vida y las oportunidades de mercado.

Argentina promoverá prácticas ganaderas sostenibles que protejan los bosques nativos y fortalezcan la gobernanza forestal, local y nacional. El proyecto mejorará la capacidad de informar, llevar la contabilidad y el registro de las emisiones de gases de efecto invernadero, y contribuirá a la estrategia de desarrollo de bajas emisiones a largo plazo del país.

“Como ha sostenido el presidente Alberto Fernández, en nuestro gobierno la lucha contra el Cambio Climático es una política de Estado. Argentina es uno de los países que más redujo sus emisiones por deforestación, presentó una propuesta robusta, anclada en una mirada inclusiva, democrática y sin deforestación sobre el desarrollo territorial. Lograr este reconocimiento nos alienta y motiva a redoblar nuestros esfuerzos”, dijo Cabandié.

*) La FAO es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y es la agencia especializada que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre. Su objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todos y al mismo tiempo garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y sana.

Con más de 194 Estados miembros, la FAO trabaja en más de 130 países. Todos podemos desempeñar un papel importante en la erradicación del hambre y la malnutrición.

En Uruguay, nos enfocamos en apoyar el cumplimiento del Derecho a la Alimentación Adecuada; avanzar hacia un sistema alimentario sostenible; acompañar la intensificación de la producción agropecuaria, reduciendo la brecha entre sectores urbano y rural y preservando los recursos naturales.

Por más información: http://www.fao.org/uruguay

*) Mag. José Luis Corbo

“…En la escuela se aprenden las “reglas” del buen uso, es decir de las conveniencias que debe observar todo agente de la división del trabajo, según el puesto que está “destinado” a ocupar: reglas de moral y de conciencia cívica y profesional, lo que significa en realidad reglas del respeto a la división social técnica del trabajo y, en definitiva, reglas del orden establecido por la dominación de clase.” (Louis Althusser)

Louis Althusser y Pierre Bourdieu intentaron, de modos diferentes, explicar las formas en que las sociedades se reproducen manteniendo inalterables sus estructuras y legitimando roles y lugares de los sujetos en los diversos momentos históricos.

Para Althusser, el Estado cuenta con aparatos ideológicos al servicio de la reproducción de las condiciones de producción. Los aparatos ideológicos ejercen una forma de poder invisible -el mejor de los poderes- y se diferencian de los aparatos represivos, los que están habilitados al uso de la fuerza en caso de ser necesario, para mantener la homeostasis de ese Estado.

Los aparatos ideológicos estarán puestos entonces al servicio de la reproducción y, por tanto, serán los encargados de reproducir la ideología de la clase dominante. Serán aparatos ideológicos las escuelas, las religiones, los clubes, el deporte y tanto otros.

Bourdieu, por otra parte, entiende que los sujetos organizan sus relaciones sociales a modo de “campos”, espacios prácticos, objetivos, con formas particulares de ser y de hacer y que terminan configurando su “habitus”, estructurando modos de pensar y de actuar. Es decir que las prácticas del campo determinan las formas de la conciencia y de la conciencia para la acción de los sujetos.

Para Bourdieu, las formas en que circula el capital cultural en cada uno de los campos es determinante para la conciencia del sujeto y para el lugar que ocupe en su o sus campos de pertenencia.

Si bien ambos enfoques se presentan como estructuralistas, el último Althusser reivindica su pensar dialéctico en su etapa tardía, aclarando su afinidad al materialismo histórico a partir de la elaboración de diversas notas al pie a su texto original, las que abren alguna posibilidad a la transformación.

Bourdieu, sin embargo, se mantuvo siempre fiel a su posición estructuralista, la que nace a partir de diversidad de estudios sociológicos que publica en textos como “La reproducción” o “Los herederos”. El sociólogo demuestra como los espacios prácticos en los que los sujetos se mueven y los pares con los que conviven determinan el lugar que ocuparán durante el resto de sus vidas.

Simplificando el análisis de ambos pensadores, podríamos decir que para Althusser estamos sometidos a una suerte de códigos relacionales que nos impone la clase dominante, y que se instalan a priori a modo de máximas kantianas. Esos códigos conservan la estabilidad de las formas de la producción y nos mantienen adormecidos ante la reproducción permanente de las relaciones de desigualdad.

Las instituciones nos estructuran ideológicamente y nos ponen, aún sometidos, al servicio de la reproducción, sin importar el lugar que ocupemos en la lucha de clases. La ideología enseña y adapta al pobre a ser pobre y prepara al poderoso para preservar su poder, en el entendido de lo “natural” de esas formas de desigualdad.

Para Bourdieu, los privilegiados se mueven en espacios de privilegios, y los desposeídos se organizan en espacios de pobreza. Su ser social y las formas de la cultura los ubican al servicio de una maquinaria que funciona de forma estable y sostenida, reproduciendo desigualdad. Los campos tienen autonomía relativa, se vinculan entre sí, pero hay campos a los que los pobres jamás acceden, campos de privilegio y de poder.

Desde la perspectiva althusseriana, y a modo de ejemplo, la ideología entrena para la aceptación de la pobreza, hipnotiza al pobre y le explica, sin hacerlo de forma explícita, que cada cual nace con un lugar en el mundo, es decir que se ocupa de naturalizar lo injusto.

Desde la lógica bourdieana, las formas en que los sujetos se apropian de la cultura y la pertenencia a los campos, es decir el lugar de los sujetos en el espacio social, es lo que determina la reproducción y la legitimación de la desigualdad.

Si bien ambos autores tuvieron en su obra distancias inconciliables, analicemos la actualidad a la luz del pensamiento de ambos. El heredero, el hijo del hijo del hijo de... crece sin ningún tipo de dificultades, se forma en la capital en el apartamento que sus padres le compraron para eso, no importa cuánto demore en recibirse mientras se reciba y cuando vuelva, tendrá pronto el espacio para trabajar, heredando también en el mayor de los casos los clientes, pacientes, socios o lo que sea que pueda heredar. Para el heredero lo normal es heredar, heredan hasta la ideología.

Hay herederos que inclusive se apropian de discursos mesiánicos, e intentan inyectar de voluntarismo la conciencia de “los de abajo”, y los estimulan a sacar créditos y abrir empresas, liberándolos así de la explotación de los patrones pero entregándoles a los grandes bancos.

El pobre, por otra parte, respira pobreza pero piensa con ideología prestada. Se traga el discurso mesiánico y se anima a auto explotarse. Cae y no tiene red, pero se levanta, porque los herederos le enseñaron también a ser resilientes, uno de los peores conceptos de las pedagogías paidocéntricas.

Suben la misma escalera que los herederos, pero los escalones se les hacen gigantes, caen una y cien veces para volver a empezar desde abajo. También se adaptaron a la meritocracia del sistema y cuando viven como los de arriba, cambian sus roles y se ocupan de desestimar a los que no se arriesgan, porque entienden que no tienen actitud para el éxito, como si de actitud se tratara. Eso lo aprendieron muy bien de los herederos, y ahora trabajan para ellos, reproducen sus discursos, su ideología, y hasta se atreven a vincularse con otros campos.

NO HAY NINGÚN TIPO DE POSIBILIDADES PARA UNA EDUCACIÓN QUE SE PIENSA CRÍTICA Y NO CUESTIONA EL MODELO PRODUCTIVO. LA ÚNICA FORMA DE TRANSFORMACIÓN POSIBLE ES LA QUE REVOLUCIONA LAS RELACIONES DE PRODUCCIÓN Y LA REPRODUCCIÓN DE LAS CONDICIONES DE PRODUCCIÓN. TODA INTERPRETACIÓN CRÍTICA DEBE LLEGAR AL ANÁLISIS ESTRUCTURAL, DE LO CONTRARIO DEVIENE EN COMPLEJOS ANÁLISIS FATALISTAS, EN DISCURSOS DE DESESPERANZA.

 

*) Licenciado en Educación Física. Magister en Didáctica de la Educación Superior. Posgrado en Didáctica de la Educación Superior. Actual Director Coordinador de Educación Física de CEIP Maldonado.

Integrante de la línea "La Educación Física y su Enseñanza" adscripta al grupo “Políticas Educativas y Formación Docente. Educación Física y Prácticas Educativas”.

*) Ec. Pablo Broder

En el marco de una cuarentena sin fin que va camino de convertirse en un estrepitoso fracaso, y a esta altura de los acontecimientos que se desarrollan a velocidad de vértigo en esta debacle nacional, si se intentara destacar aquellos elementos de mayor significación, habría que reflexionar sobre el deterioro progresivo y veloz del estado de derecho, junto a la situación económica.

Las ocupaciones de tierras ilegalmente tomadas, la suspensión de los desalojos ya ordenados por la justicia, la negociación con los usurpadores luego de dos meses de toma, (augurando una proliferación de nuevas ocupaciones) a fin de “dialogar” con los delincuentes intrusados, además del anuncio de un proyecto presentado en la legislatura de la provincia de Buenos Aires, que ordenaría la suspensión por 4 años de los desalojos, más los movimientos sociales manifestando ruidosamente en el mismo sentido, son algunas de las muestras de la subversión del estado de derecho y de las garantías constitucionales.

Por otra parte se asiste al vertiginoso avance de la vicepresidente para remover a los jueces que tratan directamente sus causas en el fuero penal, y un panorama de posible enfrentamiento institucional en la medida que la Corte se oponga a su designio, junto con un deterioro general de la justicia, condicionada frente a la prepotencia oficial.

En este contexto, en rechazo de las medidas del gobierno y al desplazamiento de tres jueces que intervienen en causas contra la vicepresidente, se multiplicaron movilizaciones espontaneas en los principales centros urbanos del país, autoconvocados por las redes sociales, evocando fuertemente el clima imperante en los momentos previos a la crisis del 2001 que culminó con la renuncia del presidente De La Rúa.

La economía

El dólar denominado blue o paralelo, junto con sus variantes (dólar bolsa o el llamado contado con liquidación), eternos termómetros de la realidad nacional, continúan su avance acelerado, a pesar de que el gobierno mantiene una cotización oficial, aun habiéndola cuasi devaluado prácticamente un 35%, con una brecha enorme entre las distintas cotizaciones.

El Banco Central tomó medidas con las que aspira a detener la caída de reservas, entre las cuales resulta incomprensible, aquella  que somete al default a las empresas privadas, al ordenarles refinanciar compulsivamente el 60% de sus deudas de capital, decisión que supone  un golpe de magnitud  a la inversión privada, única alternativa solvente de salida para la problemática nacional.

La profunda brecha, por lo tanto, se mantiene e induce al exportador a retener su producto hasta que el dólar del Banco Central se acerque al paralelo, mientras que inversamente obliga a los importadores a acelerar sus compras en el exterior, doble pinza que agudiza la asfixia de divisas.

Al tiempo, el ministro de Economía envió al Congreso el presupuesto para el año 2021, que prevé un déficit fiscal de 4,5% anticipando que el 40% será financiado con emisión de deuda local y el resto con emisión monetaria, pronosticando una inflación del 40%. Ya este escenario, aun siendo edénico e infactible, constituyen preanuncios en la práctica de nuevas devaluaciones y perspectivas altamente inflacionarias.

No resulta menor la información que el producto bruto interno (PBI) del segundo trimestre 2019, haya caído respecto al año anterior un 19%, un récord histórico en la Argentina, y con escaso parangón en el mundo.  En este contexto, más necesaria se vuelve la formulación de un plan que indique cuál es la ruta de salida, al tiempo que el presidente Fernández se haya ufanado de no tenerlo.

La política

También en estos días se encendieron nuevas luces de alarma por el deterioro del clima político e institucional del país. El listado incluye la aparente desorientación del gobierno en el manejo de la crisis sanitaria, el inmediato decreto presidencial convalidando el desplazamiento de  los jueces que investigaban delitos de corrupción de la vicepresidente, la quita unilateral de coparticipación a la ciudad de Buenos Aires, la grotesca denuncia judicial contra Mauricio Macri por la presunta violación de su cuarentena, las usurpaciones de tierras y entre otros, siendo un tema no menor, la práctica parálisis del parlamento y la justicia, a excepción de los temas que le interesan a la vicepresidente.

La estrategia

Detrás de este escenario conflictivo se oculta la nula prioridad estratégica que el gobierno asigna al estímulo de los sectores con mayor dinamismo, evidenciados por ejemplo, en el freno en el Senado a la ley de Economía del Conocimiento, siendo  una de las pocas políticas solventes de Estado para promover la denominada industrias tecnológicas, así como el reciente DNU que declaró servicios públicos esenciales y estratégicos a la telefonía fija y móvil, internet y televisión paga, congelando sus precios hasta fin de año, que en la actualidad opera en competencia y es intensivo en inversiones privadas (una de cuyas consecuencias no menores podría ser el latente control de contenidos periodísticos por parte del Gobierno, como así también la sanción de la ley de teletrabajo que ha virtualmente paralizado las contrataciones en el trabajo a distancia.

Asimismo, en la secretaría de Energía, habiendo sido designado su nuevo titular aún no ha asumido aunque hayan transcurrido varias semanas luego del anuncio oficial, indicio de la menor relevancia que el Gobierno estaría adjudicando a este sector.

La prensa extranjera

“Los problemas económicos de la Argentina obligan a las compañías a huir”, titula  The Financial Times, señalando que un “número creciente de empresas extranjeras están recortando sus inversiones en la Argentina o huyendo por completo, por temor a los movimientos crecientemente intervencionistas del gobierno de izquierda, destinadas a estabilizar la economía en dificultades” , agregando que si bien la crisis del coronavirus ha asestado un golpe a la economía argentina, el creciente intervencionismo estatal constituye la principal motivación  de las decisiones de las empresas de alejarse de Argentina, lo que no está ocurriendo  en otras partes de la región.

En este sentido, The Guardian publicó: “De repente nos estamos ahogando en gente”: los argentinos acuden en masa a Uruguay en medio de la pandemia”, afirmando que entre 15.000 y 20.000 argentinos se mudaron a Uruguay desde que empezó la pandemia, mientras que varios miles están en espera tramitando sus permisos de residencia.

La esperanza

Ante el deterioro y el avance sobre los derechos básicos, la prepotencia y el relato falaz, cabe una vez más preservar y encomiar el rol que en este escenario les cabe a la prensa libre y a las manifestaciones ciudadanas expresándose en defensa de la República y de las instituciones, recordando aquel dicho que advertía que por sobre el accionar de los malos, ES MAS PREOCUPANTE EL SILENCIO DE LOS BUENOS.

 

*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).

Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.

Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y Secretario General de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.

Fue Secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.

Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.

Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.

Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.

*) Psic. Manuel Froilán Zavala Ayala

¿Quién es el destinatario de la proyección y de la sobre identificación? Quien fue suficientemente dañado como para sufrir desvalimiento y no sólo se hace visible al resto sino que lo conmueve, despertando su compasión?

Que esto ocurra depende de las condiciones psicológicas por las que atraviesa cada individuo en el momento de saber acerca del daño, condiciones que lo hacen más o menos permeable al sufrimiento del otro. Pero también de los valores personales, grupales y sociales que condenan con mayor o menor firmeza ciertos daños y señalan a determinados grupos sociales como más vulnerables.

Pero ¿a quién se elige como “víctima”? A alguien que, además de ser vulnerable, sea lo suficientemente parecido a cualquiera de nosotros y esté lo suficientemente distante de nosotros como para poder pensarlo diferente, como para poder identificarnos con él al mismo tiempo que nos separamos. Y esta elección o bien se apoya en creencias religiosas muy fuertes o bien en planteamientos ideológicos.

En uno y otro caso, la “victimización” se presenta como un imperativo que exime de pensar en su naturaleza y consecuencias. La tarea de soslayar el pensamiento queda disimulada y, a veces también justificada tras el altruismo -un indiscutido valor social- que acompaña al proceso y que surge como respuesta a los sentimientos de culpa.

Aunque la compasión, la solidaridad, el altruismo, alivianan la culpa, no la redimen. Por ello el germen que da lugar al proceso de “victimización” sigue activo, buscando perpetuarlo. Igual que como sucede con los “testimonios vivientes”, ello ocurre con los damnificados que son los destinatarios de las actividades de asistencia y ayuda y de reparación de los daños.

Estas actividades suelen confinar al dañado a la condición de “víctima”, un rol rígidamente definido del cual es muy difícil salir. Esto ocurre porque, una vez erigido en “víctima”, el sujeto pierde su condición de tal en la medida en que desaparece como el producto de su historia singular y comienza a quedar reducido a ser el objeto del daño y de las necesidades sociales, al mismo tiempo que su historia pasa a ser leída casi exclusivamente a la luz de ambos condicionantes (Kovadloff,1996; Hercovich,2000,2002).

Destinada a nombrar al sufriente que mueve nuestra compasión y deseo de ayuda, la palabra “víctima” es, sin embargo, un modo de ejercer violencia e invisibilizarla en el mismo acto. En el imaginario dominante, la víctima es alguien que tiene, por ejemplo, su capacidad perceptiva, emocional, intelectual, disminuida por el sufrimiento. Se le adjudica impotencia, debilidad, incluso parálisis, y escasa o nula posibilidad de soportar y reponerse de las adversidades.

La definición menosprecia y desconoce la subjetividad de la persona y la presiona a adaptarse a la imagen dominante quedando, de este modo, atrapada en un rol estereotipado que resulta funcional para la sociedad, pero del cual también podrá obtener ciertos beneficios, puesto que, al mismo tiempo, esas características le permiten ser reconocida y que la sociedad acuda en su ayuda.

A diferencia de los damnificados, las “víctimas” son una penosa “necesidad” de las sociedades porque:

  1. Sirven de soporte para mantener la memoria social respecto de ciertos hechos;
  2. Expían las culpas individuales y sociales;
  3. Alivian la angustia que provoca la presencia del sufrimiento en tanto permiten objetivar y depositar el “mal” en el “hacedor del daño” y confinar sus efectos en algún sector de la sociedad que es erigido en “víctima” o “chivo expiatorio”, y
  4. Sostienen las identidades grupales, muchas veces aglutinando a los individuos tras una “causa común”.

¿Qué pasa del lado del “victimizado”? El proceso de quien sufrió un daño suele ser como sigue: hasta el momento de sufrirlo se veía a sí mismo como una persona normal que podía trabajar, amar, divertirse, tener amigos. A partir de que le causan un daño psíquico, estas capacidades se malogran y comienza a sufrir.

Desde su comprensión de lo que le sucedió, el sufrimiento le fue ocasionado por el mundo externo: algo vino de afuera y le produjo un daño. Esto no es lo que ocurre en otras dolencias psíquicas en las que los individuos sienten que el origen del sufrimiento está en ellos mismos, en algo que no pudieron elaborar, a pesar de que en los desórdenes de personalidad se tienda a ubicar el problema en el medio.

La gran diferencia con otras condiciones es que en las patologías disruptivas, tanto individuo como sociedad reconocen que el daño fue provocado por el afuera. Sentir que el daño provino del mundo externo habilita al damnificado a reclamar que o bien aquel que le infligió el daño o bien quien debió haberlo evitado (el grupo o la sociedad en general) deberán repararlo, compensarlo o, por lo menos, aliviarle de algún modo su sufrimiento.

En principio, esta reacción pone en funcionamiento la responsabilidad de la sociedad a la que se asocia la culpa imaginaria de quienes son testigos del daño (nuevamente el grupo o la sociedad en general). Así se establece el sistema, por ejemplo, de las indemnizaciones, mecanismo mediante el cual la sociedad se hace responsable de los daños que sufren sus miembros, en tanto sean daños reconocidos como tales y les hayan sido infligidos a quienes la sociedad decidió proteger. (Benyakar,2006).

 

*) Doctorando en Psicología. Grupo de Investigación en Psicoanálisis y/o lo Disruptivo. (USAL-APA).

Especialista en la Problemática del Suicidio. Secretario General de la Sección Suicidio y Autolesiones de la World Federation for Mental Health (WFMH). Miembro Titular de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM).

Miembro del Capítulo Suicidio y Prevención de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM).

International Association for Suicide Prevention (IASP).

Miembro de la Sección Desastres de la World Psychiatric Association (WPA).

*) FAO

La 36ª reunión de la Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, organizada virtualmente por el Gobierno de Nicaragua, comenzó hoy con los Estados Miembros intercambiando sus experiencias, estrategias e ideas sobre la lucha contra la pandemia de COVID-19, mientras que el Director General de la FAO, QU Dongyu, destacó la importancia de fortalecer la colaboración y la innovación, en particular para apoyar a las personas más vulnerables, muy afectadas por la pandemia.

*) Pablo Broder

La Argentina se debate en un acontecer casi límite donde ocupan la primera plana de las noticias, a más de la interminable cuarentena, el eterno dólar, las caídas del PBI o del empleo, la inédita suba de la pobreza y el déficit fiscal, el éxodo de empresas de primera línea buscando mejores horizontes, y también la oleada de argentinos pugnando por obtener su radicación en la vecina república del Uruguay.

Lamentablemente el agobio económico relativiza el hálito de esperanza institucional que ha proyectado la Corte Suprema al frenar los traslados de los jueces que tienen que ver con la situación procesal de la vicepresidente, (aun cuando aclararon que declarar admisible el reclamo no implica prejuzgar sobre la cuestión de fondo) enfatizando  que se trata de un caso de gravedad institucional.

En este sentido distintas expresiones calificaron esta decisión como “aire fresco para una Justicia independiente”, o como “en épocas de suma del poder público el voto de la corte nos brinda una primera bocanada de república”. La Nación. 30-9-20.

Mientras tanto, el país se enfrenta a un destino sin aparente salida.

Condenado a vegetar una y otra vez entre profundas crisis recurrentes y espaciados períodos en los que a mérito de alguna coyuntura exterior (el precio de los comodities de la primera década del actual siglo o el advenimiento de esporádicos gobiernos democráticos), permitieron ilusionarse con una perspectiva menos oscura.

Así, ante la crisis, se dejan oír diversas voces proponiendo ideas-fuerza o acciones concretas para enfrentarla.

No obstante, ninguna medida parcial estaría en condiciones de prosperar de no lograrse concretar los fundamentos básicos que posibiliten una solución consistente.

En ese camino, resulta prioritario concretar un consenso social de mediano plazo, a partir de una sociedad comprometida a ceder privilegios sectoriales. De no lograrlo, los esfuerzos esporádicos serían inútiles. (Lamentablemente es historia en la actualidad el prometido y nunca concretado Consejo Económico y Social que podría haber intentado conjugar las expresiones de los distintos estamentos políticos, económicos y sociales).

También con carácter previo, debería definirse expresamente la intención de  promover la inversión reproductiva y el incentivo para que capitales privados, vengan de donde vinieren, se incorporen al quehacer económico, a cuyo fin se torna necesario concordar en atender las condiciones inexorables que la inversión, nacional o externa, universalmente requiere y que deben estar presentes concurrentemente:

– seguridad jurídica.

– perspectivas ciertas de rentabilidad.

– posibilitar para los inversores, el diseño de un horizonte de planeamiento de mediano y largo plazo, que incluya certezas lógicas sobre las políticas nacionales básicas. En ese entender, se deberían acordar las imprescindibles reformas en los sistemas previsionales (a fin de dotarlo de sustentabilidad, actualmente inexistente), régimen laboral (que torne competitiva la actividad productiva reduciendo costos laborales), y estructura del Estado (que posibilite un equilibrio fiscal actualmente inasequible).

Si se repara en la historia de las últimas décadas de la Argentina, y en las condiciones en que se desenvuelve actualmente el país, ninguna de esas reformas fundamentales aparece como imaginables, por lo cual y a pesar de la luz de esperanza que en lo institucional brindó el último fallo de la Corte, la perspectiva no parece ser prometedora.

Lamentablemente.

*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).

Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.

Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y Secretario General de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.

Fue Secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.

Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.

Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.

Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.

*) Alberto Fernando Prandi De Césare

En cuestión de horas el Gobierno Uruguayo deberá definir que comportamiento tendrá el país para el ingreso de turistas provenientes del exterior en la próxima temporada de sol y playa, la más importante del año, tanto por la generación de divisas cómo de empleo.

En medio de las complicaciones sanitarias ante la irrupción de este “nuevo huésped” tan omnipresente a nivel mundial, cómo para condicionar todas y cada una de nuestras decisiones, a nivel personal, familiar así como de la sociedad en su conjunto en cada región y país.

Me resisto a definir la situación cómo una pandemia, al menos en Uruguay, más allá que sea el nombre elegido o preelegido por quienes manejan la salud del planeta, cuando padecen y fallecen más personas por enfermedades muchísimo más serias, que parecen haber pasado a un segundo plano, o simplemente comparando los números con la gripe común. Aun así, es entendible y atendible que se deba actuar con cautela y es lógico pensar a esta altura que no se van a abrir totalmente nuestras fronteras, frente a la realidad que enfrentan nuestros dos vecinos, para este próximo verano.

Pero cuidado, el mundo y Uruguay están sufriendo una gravísima “pandemia” económica y social, colapsando las estructuras de nuestras sociedades, de una inmensa mayoría de los habitantes en todo el mundo, particularmente en nuestra América Latina.

Por eso no se debe perder de vista que el virus no es letal pero la pérdida de ingresos, de alimentación y de opciones de sobrevivencia como consecuencia de ésta, sí lo son. Entonces que el miedo no nos paralice, impidiéndonos optar por “los caminos del medio” y sí los hay.

1. PERMITIR EL INGRESO DE TODOS LOS EXTRANJEROS QUE SEAN PROPIETARIOS DE INMUEBLES EN LAS ZONAS TURÍSTICAS DEL PAÍS, TENGAN O NO RESIDENCIA LEGAL URUGUAYA. Si se va a restringir el número de personas a los efectos de garantizar un control sanitario adecuado, es una obligación moral del país que los primeros habilitados deban ser quienes en su condiciones de titulares de inmuebles, pagan impuestos (contribución inmobiliaria, impuesto de Primaria, etc.), expensas por gastos si tienen apartamentos y salarios del personal de mantenimiento de parques y jardines así como del interior de las viviendas, etc., si se trata de casas individuales.

Del  mismo modo que Uruguay apostó a “la libertad responsable” permitiendo la libre circulación en todo el territorio nacional, permitiendo que los también propietarios uruguayos tuviéramos y utilizáramos nuestro legítimo derecho a ocupar nuestros inmuebles a lo largo de todo este proceso, sin restricciones de ningún tipo, también a los titulares extranjeros se les debe otorgar la posibilidad de ocupar sus viviendas, aunque sea en los meses de verano, reconociéndolos por su esfuerzo en seguir teniendo erogaciones para mantener una vivienda a la que no han podido acceder desde Marzo de este año.

2. AUTORIZAR EL INGRESO DE TURISTAS EXTRANJEROS QUE DURANTE LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS, ININTERRUMPIDAMENTE, HAYAN VISITADO NUESTRO PAÍS ARRENDANDO POPIEDADES U OCUPANDO ESTABLECIMIENTOS HOTELEROS DE CUALQUIER TIPO. Se trata de un segundo criterio de selección de ingresos restringidos, reconociendo en este caso la “fidelidad” de esos turistas que durante, al menos un lustro, eligieron a nuestro país para vacacionar, abriéndoles las puertas una vez más, cuando más nos necesitan luego de estar confinados durante ocho meses, mostrando así nuestro agradecimiento y valoración por habernos elegido durante todos ese tiempo, teniendo entonces el mundo entero para disfrutar sus vacaciones.

3. BENEFICIOS EXCEPCIONALES A TODOS LOS TURISTAS URUGUAYOS EN LAS ZONAS TURÍSTICAS PARA TODOS LOS GASTOS DERIVADOS DE ESTA ACTIVIDAD. El turismo interno viene siendo desde hace mucho tiempo un sector crucial para el sector, siendo en muchos destinos una amplia mayoría.

Más allá de las notorias dificultades que nuestros compatriotas puedan tener este verano para movilizarse al exterior es necesario y justo que accedan a beneficios especiales, como han tenido los extranjeros, que estimulen su presencia en los diferentes destinos turísticos de nuestro territorio, sea mediante la exoneración del 22% del Iva así como cualquier otro que vaya en ese sentido.

Ya casi no queda tiempo para actuar, las familias tienen que poder planificar dónde, cuándo y cómo van a tomar sus vacaciones, es hoy y es ahora (es ahora o nunca).

 

*) Alberto Fernando Prandi De Césare (63), casado, 3 hijos y 1 nieta.

Operador inmobiliario de Punta del Este y La Paloma desde 1978.

Presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este (Adipe), por dos períodos consecutivos 2001-2003 y 2003- 2005.

Subsecretario de Turismo y Deporte a partir del 2005 integrando el gabinete del primer gobierno progresista en la historia del Uruguay.

Presidente de Rotary de Punta del Este en el período 2002-2003.

Presidente y socio fundador de la Asociación de Empleados de Inmobiliarias (Aedi) por el período 2003-2005.

*) Fabián Manise

Hola amigos un gusto estar nuevamente en contacto, tras el ingreso de la estación mayormente deseada por un sin número de posibilidades a las que se podrá recurrir para vestir de colores los jardines y hacer producir una abundante variedad de hortalizas en huertas o quintas.

Entre muchas de las tares a encarar, se encuentran: la realización de abonados de los terrenos donde se  llevarán a cabo las siembras, comenzar a preocuparnos más por los riegos, sobre todo de aquellas plantas que comienzan a brotar, incorporando abono líquido al agua.

Para evitar los hongos que produce la humedad nocturna, será mejor que se riegue por la mañana. Como en ocasiones anteriores, hay que recordar que el agua no debe ser demasiado fría principalmente para las plantas que están en el interior.

Con la elevación de las temperaturas es posible que aumente el número de hierbas adventicias (o malas hierbas) las que deberán quitarse. Además, es tiempo de airear el césped y comenzar la fertilización. También es oportuno resembrar las zonas deterioradas y proceder a su escarificación. Centrando la mirada en el jardín, comenzaran a florecer si se sembraron en invierno, las Nomeolvides y las Amapolas, en tanto el momento ahora, es el de cultivar especies anuales y bianuales para que florezcan en verano y otoño.

Para iniciar la siembra primaveral al comprar paquetes de semillas en centros de jardinería, tener en cuenta revisar la fecha de vencimiento como así también la época de siembra. Entre las plantas que se pueden escoger se encuentran: la Zinnia elegans también conocida como flor de papel en tonos de colores  fucsia, blanco, rojo y amarillo. El Cosmos bipinnatus también proporciona flores de color rosado, blanco y lila con el centro amarillo y además  pueden armarse ramos con ellas. Tener en cuenta asimismo las Petunias, planta de exterior muy común por su fácil cultivo y por la gran cantidad de flores que ofrece durante la primavera y el verano.

Pueden ser de diversos colores, de bordes lisos u ondulados y además, algunas variedades son perfumadas. Los tonos más comunes son el rosa y el rojo, pero también hay azules, violetas o con franjas en dos tonos. Las hojas de la planta son ovaladas y de color verde claro. Prosperan sin dificultad en zonas muy luminosas y con mucho sol protegidas del viento y la lluvia. Necesitan riego muy frecuente abundante, principalmente esto último en verano donde  debe ser diario.

Para plantas con flor en las épocas de crecimiento utilizar como abono, fertilizante líquido. En materia de decisiones a la hora de elegir, las Peonías siguen manteniendo su popularidad como una de las mejores plantas perennes, ya que producen flores muy bonitas, requieren poco mantenimiento y pueden cultivarse en una amplia gama de climas. Son resistentes y rara vez se ven afectadas por plagas o enfermedades. Son plantas de larga duración que recompensarán al jardinero durante muchas décadas con flores grandes y en una amplia variedad de colores.

La Dimorfoteca, es una vivaz o perenne con flores en forma de margarita con pétalos lilas, blancos, naranjos, o bicolores. Popularmente se la conoce como caléndula del Cabo, matacabras, estrella polar o margarita del Cabo. Es nativa de Sudáfrica, y se cultiva en todo el mundo, especialmente en aquellos lugares con clima cálido o templado. Su ubicación ideal es donde reciba la luz solar directa, pero también puede adaptarse a la que tiene sombra algunas horas del día. Es recomendable que si viene de invernadero, los primeros días se la proteja del astro rey, pues se le podrían quemar las hojas.

Entre la gran cantidad de especies de primavera encontramos la Verbena, planta muy ramificada cuyo tamaño no suele superar los 25 cm. de altura. Se utiliza para colocar en los balcones, terrazas y bordes del jardín con la finalidad de añadir color y aumentar la diversidad. Sus abundantes flores están reunidas en umbelas planas de colores tales como: rosa, rojo, azul, y púrpura.

Podemos asimismo optar por la Agatea también conocida como margarita azul. Es una planta de hoja perenne cuyo follaje forma una mata que queda adornada de pequeñas flores de color celeste azulado, tipo margarita, con el centro amarillo. Es una planta popular y muy útil para terraplenes o como tapizante  para el primer término de la bordura ya que no suele sobrepasar los sesenta centímetros. Se le considera un ejemplar de crecimiento rápido y  cultivo fácil. Sus flores aparecen en cuanto empiezan a ascender las temperaturas y su floración continúa, aunque menos abundante, durante todo el año.

La Agatea necesita algo de riego, pero no tanto como para hacerla crecer descontroladamente. Conviene mantenerla ligeramente húmeda pero soporta bien los períodos de sequía. Hay que ir con cuidado con los encharcamientos que provocarían su pudrición. Le gusta el sol y es apta para crecer tanto en maceta como en colgantes.

Estimados lectores quedamos en deuda con la huerta, pero prometo que la próxima entrega será tema de primer orden. Hasta la próxima y les recuerdo que si tienen preguntas o dudas, pueden hacerlas a través del Correo Electrónico: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla..

*) Técnico en Jardinería y en Horticultura. Extensa trayectoria periodística en medios de comunicación de Uruguay (CX 16 Radio Carve y Nuevo Tiempo; diarios MundoColor, El País y Lea; VTV Noticias.