Pasaron las elecciones con un resultado conocido pero no menos apabullante. Y entre las múltiples notas a rescatar, resuena la frase del presidente Fernández en la noche del comicio, al decir “Algo no habremos hecho bien”.
Habría que corregir ese “algo” por “mucho o casi todo”.
En ese contexto, la ciudadanía se pronunció.
Si bien la magnitud de la victoria opositora fue sorpresiva, podía haber sido augurado, entre otros factores, por el PBI en niveles del año 2002, inflación sin coto, pobreza extendida, miles de pymes y comercios quebrados, cuarentena más larga del mundo, creciente desempleo, educación clausurada, estampida del dólar, inseguridad creciente.
Por su parte, la sociedad, a pesar de su agobio y descreimiento, desempeñó un rol fundamental al poner límite al avasallamiento institucional a través del voto.
Quizás, el resultado del domingo 12 de setiembre pudiera ser el principio del fin de una era casi trágica, al dar por tierra con el mito de que el peronismo unido sea invencible.
El oficialismo hizo gala de sus atributos habituales: triunfalismo, festejos anticipados, comunicadores adelantando ilusorios resultados favorables.
En tanto la oposición triunfante, unida en una rigurosa contienda interna, pudo hacer gala de un gran logro, evidenciando su capacidad de competir democráticamente, al haber podido integrar su diversidad, en base a un núcleo de coincidencias básicas, acentuando la preservación de su unidad, señal que podría reafirmar la posibilidad de un cambio estructural en la cultura política del país.
Pasadas las elecciones, y frente a la evidencia de la catástrofe oficialista, transcurrió una bochornosa semana, que lamentablemente encubrió los ecos y la significación del resultado electoral, histórico también por su sorpresiva magnitud, al asistir a un impúdico ir y venir de renuncias anunciadas y no efectivizadas, rumores,
desmentidas varias, hasta la culminación en mensajes cuidadosamente elaborados de una diputada de la nación agraviantes para la investidura presidencial, y la casi simultánea carta de la vicepresidente enrostrando las falencias gubernamentales, admitiendo públicamente la marcha del país a la deriva, al par de eludir su propia
responsabilidad.
Ambos, mensaje y carta, expresión de intento de golpe a las instituciones.
La población, en tanto, asiste al proceso, con una fuerte sensación de desesperanza y orfandad, frente al atropello auto golpista.
En este marco se torna imprescindible la firme y sonora presencia de las fuerzas opositoras, ahora unificada su representación mayoritaria a partir de las elecciones primarias.
Correcto de inicio su silencio expectante, frente al espectáculo de la lucha interna en el oficialismo.
Empero no debe repetir el error cometido al asumir en el año 2015 al silenciar el inventario del estado de la Nación.
Debe más temprano que tarde denunciar con toda firmeza el agobiante proceso que se está viviendo, en todos sus órdenes, y hacer renacer en la población la esperanza de un futuro mejor, tal como se pudo vislumbrar a partir del resultado electoral último, denunciando la esencia antidemocrática del oficialismo y la ausencia de un rumbo para la salida a la crítica situación del país.
En todas las formas posibles, y en cada provincia, ciudad o pueblo, se deben hacer oír voces proclamando que los resultados del 12 de setiembre puedan ratificarse y aun incrementar, a partir de una presencia masiva de argentinos que deseen vivir en paz, en un país en orden, democracia, vigencia institucional, más allá de discursos demagógicos y de prebendas momentáneas, impulsando el crecimiento genuino de la economía a partir de la imprescindible inversión privada, empleo efectivo y no planes prebendarios, integrados al mundo y en especial con nuestros socios latinoamericanos, haciendo profesión de fe en la defensa plena de la democracia y la vigencia de los derechos humanos.
Ese ideario debería ser ratificado.
*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).
Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.
Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y secretario general de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.
Fue secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.
Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.
Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.
Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.
Hola, amigos, lentamente va quedando atrás el invierno no obstante hay que seguir manteniendo precauciones porque el clima aun es adverso y el Covid-19 permanece instalado en todo el mundo. Pese a ello, el almanaque indica que las tareas de jardinería consisten en prepararlo todo para la primavera.
La poda y la siembra nos llevarán gran parte de nuestro tiempo. Transitamos los últimos días para plantar a raíz desnuda, preparar los semilleros de los ejemplares anuales de verano y es tiempo de planificar la forma que tendrá el jardín para esa época.
Paralelamente hay que seguir manteniendo la protección de aquellas plantas ubicadas en el exterior cubriendo su entorno con un acolchado de hojas y ramas.
En cuanto a las plantas distribuidas en el interior de las viviendas hay que asegurarse tengan una dosis extra de agua o humedad en virtud que la calefacción puede haber alterado el proceso de absorción radicular. Asimismo es menester realizarles una pequeña poda, eliminando las hojas secas y las partes afectadas.
La poda drástica solo hay que realizarla cuando la vegetación sea excesivamente pobre. Aunque cada vez queda menos tiempo, hay que podar los rosales, y ya que se está con la tijera en la mano, darles forma a los árboles ornamentales.
Respecto a la poda de frutales, las labores deben estar dirigidas a su formación y fructificación en cuanto pase el riesgo de heladas. Eso sí, no hay que podar los árboles que florecerán a finales de invierno como los cerezos, almendros, camelias, etc.
En materia de lo que se puede plantar, es tiempo de las especies bulbosas de floración primaveral como Anémonas, Ranúnculos, Dalias y Gladiolos. Un factor importante a la hora de asentar bulbos, tubérculos o rizomas es lo relativo a la textura de la tierra. Debe tener un buen drenaje, para que no se produzcan encharcamientos que acabarían por pudrirlos.
Por lo tanto, hay que evitar lugares arcillosos y optar por aquéllos franco-arenosos. Asimismo al elegir el terreno donde se va a plantar, hay que tener en cuenta que lo mejor es un sitio soleado para un adecuado crecimiento de los ejemplares. Aunque no es imprescindible pues los bulbos ya contienen los nutrientes que necesita la planta para volver a crecer, no está demás incorporar abono orgánico después de labrar la tierra, ya que ello ayudará a la floración.
En lo atinente a la plantación de florales hay una variada gama que comprende: Ageratum, Alelí, Aquilejia, Celosía, Centaurea, Clavel, Clavelina, Conejito, Copete, Cosmos, Iberis, Crisantemos, Ipomea, Lobelia, Petunia, Reina Margarita, Coral, Siempreviva, y Verbena.
Por otra parte y dependiendo de la zona donde se viva es tiempo de ocuparse del césped. Si las temperaturas mínimas suelen ser superiores a los 10º, se puede comenzar a sembrar. Primero hay que preparar la tierra quitando las malas hierbas y removiendo el terreno. Tras esparcir las semillas rastrillar para que queden cubiertas. Acto seguido regar en forma de fina lluvia, verificar que haya un buen drenaje y evitar transitar la zona.
Los invito ahora a ocuparnos de la huerta empezando por limpiar el terreno de aquellas plantas que han cumplido su ciclo y se han secado. Acto seguido y aprovechando los días soleados dar vuelta la tierra para que los macroorganismos se reactiven y proceder al abonado del terreno, para lo cual aconsejo la utilización de estiércol de animales. Entre ellos encontramos los provenientes de equinos: bajo en nitrógeno, ideal para combinarlo con humus de lombriz, siendo muy compostable.
De los ovinos, tiene alta calidad de nutrientes, muy rico y equilibrado, apto para cualquier tipo de plantas. De los bovinos, muy común en agricultura y utilizado en climas fríos como acolchado original. Finalmente el que expiden las aves de corral, fertilizante rico en nutrientes, aumenta la materia orgánica, la fertilidad y calidad del suelo.
Respecto a que se siembra en esta época: tomate, morrones o pimientos, berenjena, arvejas, guisantes, perejil, espinaca, zanahoria, rabanito, lechuga, acelga, rúcula, papa y remolacha.
Una última recomendación: los cultivos protegidos necesitan ser regados de manera escasa y se debe airearlos en las horas más cálidas. Estimados lectores, abro un paréntesis hasta la próxima entrega, no obstante en caso de dudas o alguna consulta canalizarla a través de mi correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla. que con gusto responderé.
*) Técnico en Jardinería y en Horticultura. Extensa trayectoria periodística en medios de comunicación de Uruguay (CX 16 Radio Carve y Nuevo Tiempo; diarios MundoColor, El País y Lea; VTV Noticias.
La anodina campaña electoral, que culminará el 12 de setiembre próximo en su primera etapa, se inserta en un estado de agobio, desencanto y desesperanza de una mayoría de argentinos.
Clara demostración de este estado de ánimo, lo constituye a diferencia de otros recientes actos electorales, la enorme cantidad de intentos fallidos de respuestas telefónicas positivas, según comentan las diferentes consultoras de opinión.
Al decir de muchos, la gente está harta, pero no ya de proclamas ideológicas, sino por la carencia de propuestas, sumado a episodios de características casi grotescas.
Una docente de la provincia de Buenos Aires, arengó con inusitada violencia a su clase, que cobró estado público gracias a una filmación de sus alumnos, exhibiendo a una profesora enardecida y procaz en su defensa del régimen k, episodio éste que lamentablemente tuvo una actitud casi aprobatoria por parte del Presidente de la Nación.
La ministra de Seguridad, responsable de no poner algo de coto al clima de inseguridad reinante, expresando livianamente: “Suiza es más tranquila, pero más aburrida”.
Una precandidata oficialista en la provincia de Buenos Aires, quizás en un curioso intento de captar un segmento del voto joven, hizo una apología poco elegante del sexo de sus militantes, así como una precandidata opositora introdujo innecesariamente el debate sobre las drogas livianas.
Los numerosos sondeos sobre la opinión pública, muestran con dramatismo, que fuera de los núcleos duros de votantes, la mayor incógnita estriba en predecir cómo se comportará el electorado que conforma la amplia avenida del medio, que contempla con irritación los avatares políticos, o directamente con total desinterés.
La fatiga ciudadana tiene una doble vertiente causal: por un lado los distintos sucesos que han jalonado el devenir gubernamental hasta el presente, que a fuerza de ser tan numerosos, hasta pueden llegar a ser olvidados.
Y por otra parte, la ausencia de temas fundamentales.
En cuanto al primer grupo, en una publicación reciente, en estas mismas columnas, señalábamos:
“Las expresiones oficiales. Para mí lo más importante es cuidar la vida de los argentinos”, los spots publicitarios clamando “Argentina te cuida”, “Gracias Argentina” o “Salimos”, constituyen un penoso ejemplo de cinismo e impudicia, queriendo transformar mediáticamente una calamitosa gestión en un relato venturoso.
En ese contexto irrumpió con violencia el denominado “Olivos Gate”, cuyo principal protagonista es el Presidente de la Nación, quien en el intento de suavizar sus efectos, propició, una vez más, un castigo autoinfligido (otro tiro en sus pies?).
El episodio, empero, no constituye el único de los sucesos que agobian a los argentinos. Son tantos y tan reiterados los motivos de indignación social, que el riesgo consiste en que el último eslabón de la cadena, opaque la sucesión de desastrosas manifestaciones de la gestión gubernamental.
Sin intentar un detalle exhaustivo de los más que justificados motivos de reacción social, vale evocar, a modo de triste ejemplo, algunos de ellos:
- El desmanejo de la gestión con Pfizer, que impidió al país en tiempo y forma contar con los millones de dosis de vacunas que tenía asignado, siendo esta omisión responsable de una no escasa cantidad de las muertes que se podrían haber evitado;
- Pésima gestión en la administración de las vacunas;
- Cuarentena récord mundial, con su secuela de afectación económica, social, educativa y psíquica;
- Las terribles cifras consecuencia, no solo de la pandemia, sino del tratamiento gubernamental de la misma: más de 100.000 muertes, 40.000 negocios cerrados, récord de desocupación, fuga de empresas, etc;
- Los vergonzosos “vacunatorios vip”, inmunizando a conspicuos funcionarios del régimen, así como a impúdicos jóvenes, ostentando las dosis recibidas, que podían haber ido en tiempo y forma, hacia la población en riesgo;
- Permanencia en su cargo de la funcionaria que utilizó su posición para solventar, con fondos públicos, a su personal doméstico;
- Agresión injustificada al campo, vía intento de expropiación de Vicentin, retenciones impositivas, o la increíble suspensión de las exportaciones de carne;
- Política internacional sesgada, aislando al país con incomprensibles ausencias en pronunciamientos internacionales, entre ellos, condenatorios de violaciones a los derechos humanos;
- Enfrentamiento con nuestros socios del Mercosur;
- Catástrofe educativa, con cierres no igualados en el mundo, situación que aún en la actualidad subsiste, por ejemplo en la Universidad de Buenos Aires.” (Perfil. P. Broder. 17-8-21)
Por otra parte, brillan por su ausencia, ideas propositivas en todo el marco de la triste campaña electoral.
Quizás algo de lo más evidenciado es la persistencia en el intento de colonizar la justicia por parte de la vicepresidente, en el aparente propósito de eludir las consecuencias de las numerosas causas que la tienen como protagonista.
Por el contrario, aparecen como silenciados temas tan centrales como la desocupación, la inflación, la inseguridad, el desmesurado tamaño del Estado, la emisión monetaria descontrolada, y menos aún se mencionan propuestas respecto a las imprescindibles reformas al sistema laboral, al régimen previsional, al absurdo entramado impositivo de más de 170 impuestos, entre tantos otros.
Tampoco se habla sobre la necesidad de insertar al país en las modernas corrientes comerciales del mundo, favoreciendo y no restringiendo las exportaciones, para lo cual la política exterior debería dar un viraje de 180 grados, abandonado nuestra absurda alineación con las dictaduras continentales y la confrontación con los países socios del Mercosur.
En este marco, constituyen temas gravemente ausentes, la imprescindibilidad de atraer capitales extranjeros, así como el dramático éxodo de numerosas empresas. O la creciente emigración de las principales compañías aéreas, que pronostica un futuro muy complicado a la conectividad nacional con el resto del mundo.
Resulta comprensible, entonces, el desinterés y el hartazgo del castigado ciudadano argentino.
No obstante, frente a la alternativa de dejarse ganar por el desaliento, existe una sola opción: concurrir a votar en el próximo comicio, para intentar modificar esta lamentable circunstancia nacional.
Es imperioso. No existe otro camino.
*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).
Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.
Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y Secretario General de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.
Fue Secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.
Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.
Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.
Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.
La salida de la crisis sanitaria, económica y social causada por la pandemia de Covid-19 es una oportunidad para transformar el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe y construir sistemas agroalimentarios resilientes ante futuros riesgos.
Así lo sostiene la novena edición del informe Perspectivas de la Agricultura y del Desarrollo Rural en las Américas, una mirada hacia América Latina y el Caribe, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
La pandemia causó una reducción de 7% en el PIB regional en 2020 -la mayor caída de la actividad económica regional en 120 años- y la pobreza extrema alcanzó un nivel que no se había visto en la región en 20 años.
El documento de CEPAL, FAO e IICA hace un llamado a reconstruir mejor, y subraya que las acciones transformadoras a largo plazo deben llevarse adelante junto al proceso de recuperación inmediata ante la crisis, para abordar, de forma simultánea, las problemáticas sanitarias, económicas y climáticas.
Para ello, es central reconocer el rol que cumple la agricultura como fuente de ingreso, empleos y alimentos para la región y el mundo. El documenta señala que, dado su carácter esencial, la producción de alimentos, junto a la salud, debe estar en la primera línea de prioridades de financiamiento e inversión en la fase de recuperación y transformación del período de post pandemia.
“La pandemia ha evidenciado la centralidad de los sistemas agroalimentarios para mantener los flujos de alimentos -globales, regionales y nacionales- desde nuestros campos hacia poblaciones confinadas por cuarentenas y restricciones a la movilidad. Ha hecho también evidentes nuestras vulnerabilidades”, manifestó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.
El sector agroalimentario fue más resiliente que el resto de los sectores económicos a los desafíos sanitarios, logísticos y financieros que planteó la pandemia: las exportaciones agroalimentarias de la región aumentaron 2,7% en 2020 con respecto a 2019, mientras las exportaciones totales cayeron 9,1%.
Según la publicación, el futuro de los sistemas agroalimentarios pasa por establecer una relación más armoniosa entre los seres humanos y la naturaleza y corregir las múltiples desigualdades sociales, económicas y territoriales de la región.
Acelerar la digitalización de la agricultura
El documento argumenta que durante la post pandemia un tema prioritario será acelerar la digitalización de la agricultura.
“La agricultura digital puede hacer una contribución sustantiva a la transformación y al fortalecimiento de los sistemas agroalimentarios en su evolución hacia la sostenibilidad y la inclusión social. Las tecnologías digitales pueden generar una producción más alta, sostenible y resiliente, mercados más eficientes y accesibles, alimentos más seguros, nutritivos y trazables y, por supuesto, más inclusión y mejor calidad de vida para todos los actores de la ruralidad”, dijo el Director General del IICA, Manuel Otero.
Según el informe la digitalización de la agricultura en América Latina y el Caribe es incipiente, pero comienza a acelerarse y va a ser inevitable. Su aprovechamiento es todavía bajo y desigual debido a diversas barreras: mientras el 71% de la población urbana cuenta con servicios de conectividad, en la población rural este porcentaje baja al 36,8%.
“Este es y seguirá siendo un proceso donde los ganadores serán quienes tengan la mayor capacidad de innovación, de adelantarse a los hechos, de descubrir y amplificar las nuevas soluciones y las nuevas formas de producir, procesar, comerciar, comprar y vender y consumir alimentos”, dijo Julio Berdegué, Representante Regional de la FAO. Ver discurso completo.
Para la transformación de los sistemas agroalimentarios, el informe Perspectivas de la Agricultura y del Desarrollo Rural en las Américas destaca la necesidad de inversión en buenas prácticas de manejo sostenible, la promoción del cooperativismo y el aprovechamiento de las oportunidades que tiene la región para agregar valor a lo biológico y generar nuevas oportunidades socioeconómicas en los territorios rurales.
También plantea cómo llevar adelante programas de fomento en un escenario de escasez de recursos fiscales como el que podría darse en los próximos años.
Señala que las actividades vinculadas a la agricultura y la alimentación deben estar preferentemente basadas en soluciones endógenas y de bajo costo, que potencien los recursos propios de los agricultores, sus familias y comunidades. La crisis es también una oportunidad para repensar la agenda de financiamiento para el desarrollo e impulsar un proceso de reconstrucción sostenible e igualitario.
*) La FAO es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y es la agencia especializada que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre. Su objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todos y al mismo tiempo garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y sana.
Con más de 194 Estados miembros, la FAO trabaja en más de 130 países. Todos podemos desempeñar un papel importante en la erradicación del hambre y la malnutrición.
En Uruguay, nos enfocamos en apoyar el cumplimiento del Derecho a la Alimentación Adecuada; avanzar hacia un sistema alimentario sostenible; acompañar la intensificación de la producción agropecuaria, reduciendo la brecha entre sectores urbano y rural y preservando los recursos naturales.
Por más información: http://www.fao.org/uruguay
Pasada la ola de comentarios agresivos sobre el derecho al “paro” de los docentes, comentarios huecos de contenidos y orientados a la construcción de estados de consciencia alejados de la consciencia del trabajador y con intenciones explícitas de generar tensiones irreales e inexistentes entre el trabajador (docente) y el trabajador (padre), nos permitimos desarrollar algunas apreciaciones.
En primer lugar, y como lo hemos manifestado en otros escritos, el derecho a no trabajar por un determinado tiempo, sea un día, dos o los que se resuelva, no debería asociarse bajo ningún concepto a una cuestión de partidos, a la política como práctica partidaria, a un cobro de factura al partido de turno.
Las huelgas nacieron como movimientos corporativos y defendían una profesión, defendían el saber y el saber hacer algo, y a partir de ahí el lugar del trabajador en una estructura productiva. Para que los sindicatos trascendieran sus formas “tradeunionistas” originales pasaron muchos años y muchas cosas.
No obstante, también es cierto que los sindicatos se cargaron de sentidos político-filosóficos, esencialmente socialistas, que se ocuparon de analizar el lugar del movimiento sindical en la totalidad de la trama relacional, es decir trascender la lucha política concreta y particular y ubicar el escenario práctico en el contexto general de las relaciones productivas. En definitiva, salir de la fábrica y analizar el mundo
Este hecho no es menor y es, en la actualidad, poco menos que fundamental para los intereses sindicales y para la defensa de los derechos de los trabajadores. Como sabemos, nadie transforma nada sólo, los cambios se producen en colectivo. Sería de perogrullo afirmar que la potencia del movimiento obrero se asocia al total de trabajadores que adhieren a la lucha, en relación con el volumen total de trabajadores existentes en dicho rubro. Y no hablamos de cantidad relativa y en relación con otros sindicatos, sino del porcentaje específico sobre el total de los trabajadores de un sindicato particular.
Decimos con esto que no es un tema de cantidad estrictamente, ya que sabemos que hay sindicatos que son muy fuertes y cuyo volumen total de personas es bajo. Entendemos además que esto último se asocia al lugar de ese grupo de trabajo en las relaciones productivas, en las dinámicas de la economía interna. Los sindicatos bancarios cuando paran, paran al país, al igual que los sindicatos asociados al combustible y tantos otros considerados esenciales.
Para el caso, los docentes son mucho más en cantidad que los bancarios, por ejemplo, pero su fuerza real, objetiva, no es la misma. Los docentes no paramos la producción, lo que hacemos es detener parcialmente la formación de ciudadanos a la que estamos abocados. Paramos como reflejo de una plataforma de acciones que reclama derechos para el trabajador pero que a su vez –y esto no todos lo comprenden en su dimensión real- se asocia a una trama productiva, dialécticamente. Desarrollemos entonces varios elementos.
En primer lugar, entendemos que cualquier fuerza sindical necesita de la unión total de los trabajadores asociados. Esta unión necesita a su vez de un punto de encuentro que inicialmente debe emparentarse con lo que promovían los viejos sindicatos ingleses, es decir la defensa -corporativa- de la profesión, incluida la lucha salarial y las condiciones de trabajo.
En segundo lugar, ese punto de partida asociado al interés común deberá necesariamente trascender su lugar como recorte de la totalidad de las relaciones productivas y deberá, progresivamente, agregar elementos de comprensión -teórica- para el análisis de las prácticas. Esto significa, educar políticamente al trabajador, y esencialmente al nobel trabajador, para que comprenda, entre otras cosas, que la pérdida del salario real asociada a la reducción del presupuesto en educación no es una medida aislada, sino que es parte de una estructura productiva que desvía capitales hacia otros sectores con la intención de activarlos, debido al lugar que ocupan en el aparato productivo neoliberal al que estamos sometidos. Hablamos de educar al educador, entonces. Algo de lo que mucho se habla y poco se hace.
En tercer lugar, y como decíamos, cuando el modelo productivo es tan abiertamente neoliberal, lo que interesa no es más que la producción y el consumo, el movimiento y la circulación de los capitales dentro del Estado y con la mínima intervención del propio Estado. La idea central es dejarse llevar por las dinámicas del mercado sin alterarlas. Parar la educación por un día afecta poco estas dinámicas.
No obstante, y cuando la problemática que puede conllevar una medida sindical no queda de manifiesto en la movilidad de capitales, es decir no afecta las dinámicas productivas internas, suelen aparecer estrategias políticas de parte de los gobiernos de turno que desvían el foco y que se proponen instalar prácticas y discursos de odio y de ataque, sin sentido, que caen intencionalmente en el trabajador.
Decir que parar en educación es dejar a los niños sin comida es instalar un debate inexistente, que desplaza a la institución de su hacer real y desplaza al docente de sus menesteres al servicio de la construcción de un proyecto político educativo nacional, de la formación de ciudadanos, y los pone como meros “alimentadores” de niños. No decimos con esto que el niño no deba comer en la escuela ni mucho menos, lo que decimos es que la dimensión ontológica de la escuela no se asocia a la alimentación, problemática de la que sí debería ocuparse el Estado ya que se vincula con problemas de génesis estructural.
Además, todos sabemos que hay mucha gente que no puede comer como debería, y gran porcentaje de ellos no van a la escuela. Sería más sensato atender el problema de las ollas populares sostenidas a pulmón y sin apoyo del Estado, que mandar a los “carne de cañón” del gobierno a decir estas barbaridades.
Por otra parte, como expresábamos al principio y esto es tal vez lo más importante, instalar estos debates en la sociedad no tiene jamás como sentido último presentar a la escuela como comedores. No se conforma solamente con eso. Lo que se propone es instalar la lucha obrero-obrero, es poner al pueblo trabajador en contra del docente trabajador, es instalar el discurso del docente vago, zurdo y sindicalista.
En definitiva, es agrandar la brecha que ellos mismos generan, promueven y esconden en sus discursos, pero reproducen en sus prácticas. Es además promover contradicciones inexistentes, falsas y fácilmente cuestionables, que serán superadas en tanto nos ocupemos de construir la educación sindical relegando las dinámicas y los intereses partidarios y pensando definitivamente en el trabajador, en el lugar del trabajador en el mundo y en el sistema productivo neoliberal.
Un último punto. Estos personajes mediáticos que hoy sueltan al ruedo buscando instalar discursos, se bañan de falsas filantropías, se describen como el nuevo mesías y dicen -pero no lo hacen- ocuparse de los problemas reales de la pobreza y de la protección de los más necesitados. El personaje del “filántropo de partido” es el peor de los vestigios de la distribución desigual de capitales y de poder, es la expresión inocua de los privilegiados de profesión “políticos” que reducen su práctica al mármol y el escritorio y que escapan al barro, porque su ser social ni siquiera conoce el barro, salvo como parte del submundo de los de abajo, de los pobres a los que, en el mejor de sus discursos, parecen venir a dar una mano.
*) Licenciado en Educación Física. Magister en Didáctica de la Educación Superior.
Posgrado en Didáctica de la Educación Superior. Actual Director Coordinador de Educación Física de CEIP Maldonado.
Integrante de la línea "La Educación Física y su Enseñanza" adscripta al grupo “Políticas Educativas y Formación Docente. Educación Física y Prácticas Educativas”.
La Argentina asiste al vigoroso inicio de una campaña electoral, sin propuestas visibles tanto sea del oficialismo como de la oposición, ante una sociedad angustiada por el encierro, la debacle económica y la falta de perspectiva de un futuro mejor.
Las expresiones presidenciales “Para mí lo más importante es cuidar la vida de los argentinos”, los spots publicitarios clamando “Argentina te cuida”, o con las expresiones alborozadas “Gracias Argentina” por parte de sus protagonistas, constituyen un penoso ejemplo de cinismo e impudicia, queriendo transformar mediáticamente una calamitosa gestión sanitaria -impregnada por un sesgo absurdamente ideológico-, en un relato venturoso.
Actitud ésta que, por la renuencia a recibir todas las vacunas con que se podría haber contado y la prácticamente inicial unilateralidad de la procedencia (Rusia y China), ya ha causado a la sociedad una cantidad no poco significativa de las muertes que azotaron al país.
Amen que tanto el oficialismo como, aún más lamentablemente la oposición, aparentan haber olvidado en este drama nacional, las injustificables demoras en la aplicación de vacunas -sin explicaciones-, las angustias de una gran parte de la población aún con una sola dosis, los vacunatorios en sedes partidarias omitiendo las sedes naturales para tal fin, o los escándalos de los inoculados vip. Circunstancias deleznables, desde un punto de vista político y jurídico, pero fundamentalmente moral.
Por su parte, la revelación de los encuentros sociales en la quinta de Olivos, los actos políticos numerosos, plenos de efusiones y sin precauciones -mientras la mayoría de los argentinos estaban confinados por la cuarentena más larga del mundo-, constituyen un abono adicional al clima de desencanto de la población, cercana ya a una situación de peligrosa indiferencia y escepticismo.
Tampoco ayudan por parte de la coalición opositora, las disputas personales, la renuencia a condenar con mucha mayor firmeza tales realidades lamentables, y aún ausente en su obligación de exhibir a la ciudadanía propuestas creíbles para un futuro sustentable.
El slogan publicitario del Gobierno “Estamos más cerca de la vida que queremos”, en un marco de deterioro histórico de la circunstancia nacional, donde todos los indicadores sanitarios, económicos y sociales muestran una situación angustiante, constituye también una muestra del cinismo oficial, cercana a la burla o a la subestimación de la ciudadanía.
Este estado de fantasía, alguien lo ha bautizado como “Argentina: Relato Disney” se choca con la cruda realidad cotidiana. Amén de los acuciantes índices de pobreza, indigencia, desempleo e inflación, más y más empresas están emprendiendo el camino de salida del país, con su secuela inevitable de abono a la desocupación.
No resulta ajeno a este éxodo, las lamentables iniciativas de creciente control estatal o también de estatización, la última de las cuales respecto a los servicios de Internet, auguran para los argentinos, en caso de concretarse, un panorama cercano a los padecimientos en el servicio similares a los que sufren los hermanos cubanos o venezolanos.
En este contexto, el Gobierno, incapaz de transformar la realidad, se limita a operar con sus instrumentos habituales: créditos baratos para comprar ropa y electrodomésticos, anuncios de rebaja de impuestos para la clase media, bonos a beneficiarios de subsidios y jubilaciones, precios congelados, etc. Todas medidas rápidamente devoradas por el recrudecimiento inflacionario.
Sin recursos genuinos, la infatigable máquina de imprimir billetes es la que posibilita en el cortísimo plazo ese estado ficcional, aun cuando al costo de una seguramente potenciada inflación y una debacle del tipo de cambio, previsión ésta también formulada por un ex funcionario del mismísimo riñón del oficialismo, exviceministro de economía en la gestión de la actual vicepresidente, quien ratificó el pronóstico de manera categóricamente gráfica: “Vamos a usar billetes de 1000 pesos para empapelar paredes”. (E. Álvarez Agis. La Nación. 7-8-21).
En este caso, lamentablemente resulta muy difícil no coincidir con ese pronóstico.
*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).
Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.
Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y secretario general de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.
Fue secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.
Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.
Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.
Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.
La necesidad de avanzar de forma sustantiva hacia una producción más resiliente, sostenible, inclusiva y competitiva, con la experiencia uruguaya como ejemplo, fue una de las principales conclusiones del XV encuentro de la Comisión de Desarrollo Ganadero para América Latina y el Caribe (CODEGALAC).
*) Alberto Fernando Prandi De Césare
Es muy posible que para cuando se publique esta nota ya se haya definido la designación del nuevo Ministro de Turismo, pero sería bueno que algún día se utilicen criterios de idoneidad y no del número de votos que tengan los integrantes de una lista en particular.
La actividad turística ha sufrido y mucho en el mundo, nuestro país no fue la excepción, durante todo este período de excepción que mutiló la posibilidad de desarrollar el permanente intercambio de visitantes entre los diferentes destinos; se afectaron dramáticamente todas las estructuras.
Las distintas empresas vinculadas al Turismo fueron impactadas, muchas debieron cerrar, otras se endeudaron y debieron reconvertirse para subsistir esperando las distintas y siempre postergadas aperturas. Esto significó la pérdida de millones de puestos de trabajo y los Estados, dejaron de recibir los enormes ingresos que esta actividad les generaba.
Todos lo sabemos, es demasiado obvio, entonces porque no actuamos en consecuencia designando a una persona que pueda acompañar y liderar la recuperación de un sector fundamental para el Uruguay?.
Si la clase política sigue pensando que el Turismo y el cargo de ministro son simplemente un coto de caza, se seguirá bastardeando una cartera que sólo sirve para cumplir con cuotas o compromisos de los gobiernos de turno, sin solución de continuidad, manteniéndolo como siempre como un Ministerio secundario.
Es entonces que pienso en ARNALDO NARDONE. Fue presidente de Icca, organismo mundial encargado de la organización de convenciones y congresos; también titular del mismo a nivel Latinoamericano, director de Marketing & Ventas de la Región Cono Sur para los Hoteles Radisson Latinoamerica, director de turismo de Canelones; cuenta con múltiples masters y reconocimientos a nivel mundial. Pertenece además al Partido Colorado que es quien tiene en sus manos la designación del nuevo Ministro. Es entonces que todos debemos preguntarnos, que están esperando para llamarlo.
*) Alberto Fernando Prandi De Césare (63), casado, 3 hijos y 1 nieta.
Operador inmobiliario de Punta del Este y La Paloma desde 1978.
Presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este (Adipe), por dos períodos consecutivos 2001-2003 y 2003- 2005.
Subsecretario de Turismo y Deporte a partir del 2005 integrando el gabinete del primer gobierno progresista en la historia del Uruguay.
Presidente de Rotary de Punta del Este en el período 2002-2003.
Presidente y socio fundador de la Asociación de Empleados de Inmobiliarias (Aedi) por el período 2003-2005.
En un contexto absolutamente politizado, la Argentina asistió al cierre de listas para las próximas elecciones.
Tal como era de prever, se presentó por el oficialismo una lista unificada, sin disidencias, por supuesto que con el dedo rector de la vicepresidente, que permitió mínimos posicionamientos por parte del presidente Fernández, y pobló las listas de acólitos de La Cámpora y sus seguidores.
En el plano de la oposición, en cambio, dado el carácter de coalición sus dos principales socios, presentaron para la contienda primaria, sendas listas, en algunos casos hasta tres serán las opciones para el electorado opositor. En este marco, se pudo observar una saludable renovación de la UCR exhibiendo en sus propuestos, varios nombres atractivos, por sus características y juventud, elemento éste que genera un refrescante hálito al hasta hace poco anquilosado centenario partido, que ha figurado en las últimas épocas, como furgón de cola del partido PRO del expresidente Macri.
La campaña ya se desató, con la participación muy decidida de Alberto Fernández y la ausencia ¿obligada en Zurich? de Macri, varado por la restricción de vuelos hacia la Argentina.
A pesar de la campaña electoral, la vida sigue su curso, con los claroscuros, más oscuros que claros, que impregnan la vida nacional.
La Argentina ha contratado, finalmente la compra de vacunas al principal proveedor mundial, Pfizer, luego de bochornosas declaraciones oficiales desde el inicio del año, acusando al laboratorio de proponer cláusulas inaceptables, entre otras falsedades que encubrieron la verdadera intención de colocar en el centro de la provisión vacunatoria a las provenientes de Rusia y China.
Ese rosario de engaños, no obstante tuvo su propia autodesmentida con una carta enviada a Rusia que revela la encrucijada del Gobierno por la falta de vacunas. (1)
Se conoció que una asesora clave del presidente, el 7 de julio pasado, dirigió una carta, vía mail, al Fondo Ruso de Inversión Directa, en la que se revela la encrucijada desesperante en que se encuentra el gobierno en relación con la apuesta fundamental de su plan de inmunización: la Sputnik V. También desnuda que la preferencia por esa vacuna ha sido una opción geopolítica, igual que el desinterés por productos alternativos.
La nota señala “estamos en una situación muy crítica” y clama por la no llegada de la segunda dosis.
El texto desnuda que la estrategia de vacunación estuvo guiada por criterios geopolíticos, acaso más que sanitarios. Un aspecto que ilumina de nuevo la resistencia a comprar vacunas norteamericanas, sobre todo la del laboratorio Pfizer, única autorizada para uso pediátrico, añadiendo todo lo que el gobierno de Fernández está haciendo por el de Putin: “Nosotros respondimos siempre haciendo todo lo posible para que Sputnik V sea el mayor éxito, pero ustedes nos están dejando con muy pocas opciones para continuar peleando por este proyecto”.
En este contexto solamente el 13% de la población recibió dos dosis y 38% sólo una, mientras casi siete millones de personas que recibieron largo tiempo a la primera dosis de Sputnik, padecen con profunda angustia la escasa perspectiva de recibir la segunda vacuna.
LA ECONOMIA
La inflación continúa impertérrita su marcha, confirmando que el año 2021 totalizaría un piso del 50%, cifra similar a la que arroja el computo de los doce últimos meses transcurridos entre julio del año 2020 y el último mes de junio. Cifra abismal para el 90% de los países del mundo.
A su vez, la Argentina ha dado un paso descendente dramático: coincidentemente con la “descalificación”, al pertenecer a la última categoría según analistas internacionales, ha dejado definitivamente de ser un reconocido país de clase media. Según un informe del Banco Mundial la misma bajó del 51% de la población antes de la pandemia al 45% en 2021, con 1.700.000 de personas menos. El país tiene mayoría de pobres. (2)
No sólo los tropiezos en la campaña de vacunación y la incontrolable inflación son motivo de preocupación oficial. También el regreso anticipado del dólar a las tapas de los diarios, introduce otro factor de tensión.
Su inevitable crecimiento deriva de un fenómeno multicausal nunca adecuadamente abordado: ancla cambiaria, excedente de pesos por la irresponsable emisión, nuevas restricciones del Banco Central para cuidar reservas y más desconfianza sobre el rumbo poselectoral con una economía plagada de medidas intervencionistas.
EXODO DE EMPRESAS
Una de las grandes empresas farmacéuticas de origen estadounidense, Eli Lilly, anunció que dejará la Argentina a partir del 1° de septiembre próximo, con su consecuente realimentación de desempleo: el laboratorio que se hará cargo de sus líneas, señaló que el acuerdo entre ambos no incluye la obligación de mantener la actual plantilla de personal.
También se irá la petrolera china SINOPEC, éxodo que se suma al ya conocido de firmas de magnitud como Walmart, Falabella como así también líneas aéreas, que suspendieron por ahora sus operaciones en la Argentina o directamente abandonarán el país. (3)
Múltiples causas son las determinantes de este éxodo, y que han sido recogidas por un informe del Departamento de Estado de los EE UU (4) al respecto: Falta de rentabilidad, mal clima de negocios, presión impositiva sin techo, leyes laborales rígidas, trabas operativas, carencia de financiamiento, controles de capital -el cepo-, restricciones al comercio, incertidumbre económica, políticas intervencionistas, y la alta inflación, entre otras, contribuyen a la huida empresaria.
Ratificando la descripción, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), refiere que 90.700 locales y 41.200 negocios cerraron el año pasado, provocando la pérdida de 185.300 empleos. (4)
Finalmente, el gobierno de Alberto Fernández evitó otra vez condenar las protestas que se levantaron en Cuba. A diferencia de otros países de la región, la Argentina no adhirió a una declaración impulsada por el departamento de Estado de los Estados Unidos en las que se rechaza “las masivas detenciones” y se llama a defender la pelea de los cubanos por sus derechos y libertades, en una proclama a la que adhirieron numerosos países, entre ellos Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, de nuestro continente.
En consonancia con esta actitud, el gobierno argentino fue justamente cuestionado por el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco: “Es sorprendente que Alberto Fernández tenga una curiosidad por el tema de los derechos humanos tan selectiva y oportunista, porque está al tanto de las violaciones de derechos humanos por los carabineros en Chile, o las de Colombia, y alega ignorar la realidad cubana.” (5)
Nada para celebrar en el escenario argentino. Lamentablemente.
Referencias del diario LA NACION: (1) 28-7-21; (2) 29-7-21; (3) 19-7-21; (4) 21-7-21; (5) 26-7-21.
*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).
Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.
Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y secretario general de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.
Fue secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.
Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.
Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.
Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.
En el año 1996, Pierre Bourdieu decidió brindar dos conferencias destinadas a cuestionar el lugar de la televisión en la determinación o el condicionamiento (in)consciente de las relaciones y el pensamiento de los sujetos a partir de prácticas de manipulación destinadas a manejar los hilos de sus estados de consciencia.
Su intención era, explícitamente, denunciar la forma en que la televisión y los medios de comunicación masiva en general aportaban a la construcción de una falsa realidad, la que no era más que la representación de una necesidad emanada de los intereses asociados a aquello que los grupos de poder querían que se supiese.
El hecho de que Bourdieu haya decidido dar estas conferencias por televisión, es decir de usar o abusar de la difusión de sus palabras en el medio que centralmente cuestiona en su discurso, puede parecer contradictorio. No obstante, y sabiendo que esta crítica pudo ser recibida en su momento por el sociólogo, él mismo aclaraba que su intención era tomar distancia por un momento de sus textos, un tanto relegados a la lectura académica y notoriamente alejados de cualquier posibilidad de difusión masiva, y acercarse a otro tipo de público que se permitiese reflexionar con él desde perspectivas menos academicistas, a la vez que darle visibilidad a su trabajo y a su pensamiento: “dejarse ver y ser visto”, decía.
Por aquel momento, Bourdieu planteaba la posibilidad de la televisión de llegar a “todo el mundo”, a una diversidad de público a la que el libro no accede. A la vez, se cuestionaba si lo que el científico tenía para decir era accesible a la comprensión de ese público y si eso en alguna medida aportaba o no a la sociedad en su conjunto.
Por otra parte, acusaba a la televisión de definir intencionalmente qué mostrar y de ocultar subliminalmente lo otro, lo prohibido al ojo de todos, asignando a la realidad una suerte de planos de importancia enfocados en la construcción de realidades paralelas: “lo hace cuando muestra algo distinto de lo que tendría que mostrar si hiciera lo que se supone que se ha de hacer, informar, y también cuando muestra lo que debe, pero de tal forma que hace que pase inadvertido, o que parezca insignificante, o lo elabora de tal modo que toma un sentido que no corresponde en absoluto a la realidad” (Bourdieu, 1997, pág. 24).
Parece de más decir, que si Bourdieu aún viviese, tendría muchos más medios sobre los que opinar y muchas más plataformas en las que salir. Lo que hacen hoy las redes sociales y lo que operan en la construcción de los estados de falsa consciencia -perdón que insistamos con Lukács- puede superar a lo que ha venido haciendo la televisión en los últimos cincuenta años.
No obstante, los medios de comunicación masiva siguen siendo, en el mayor de los casos, los elegidos por el aparato político de turno para instalar formas de pensamiento hegemónicas y para construir esa especie de Matrix en la que vivimos sumergidos.
Los programas de televisión y de radio se articulan con las redes en planos complementarios. Mientras las redes aportan a la construcción de un pensamiento abstracto que de alguna forma se define a partir de la publicación de postulados por demás cuestionables -además de falaces-, la televisión y la radio aterrizan en lo concreto y lo pintan con colores de su propia paleta, aportando a la consciencia colectiva el ejemplo oportuno que sostenga la bienintencionada acción de los grupos de poder.
En esa línea, mientras los “influencers” postulan en las redes el sentido de la vida y aportan a la legitimidad de la meritocracia y el voluntarismo, los mediáticos se ponen el traje de “opinólogos”, ostentando el diploma que parece habilitarlos a decir de todo y sobre todo. Y así, en esa investidura, se pasean por radio y televisión, irritando al público con sus postulados en forma de discursos acalorados pero aportando, en definitiva, a la construcción del pensamiento hegemónico.
Y en esta línea, me atrevo a decir, que jamás han estado los medios de nuestro país tan cargados de prácticas de manipulación. Por arte de magia desaparecieron los informes amarillistas sobre seguridad y violencia, las manifestaciones y los autoconvocados –a estos ya les avisaron que tienen que mostrarse, porque ya es como un poco mucho-, al tiempo que aparecieron las encuestas que muestran números que nadie entiende de dónde salen, pero que en definitiva se aceptan. Porque al fin y al cabo las encuestas sí deberían decir la verdad.
Los medios se han llenado de políticos que saben de cocina y de cocineros que saben de política, de futbolistas que escriben libros de autoayuda y postulan sus verdades metafísicas, de mensajes de salvación en la boca de los que su propia clase social hace años se encargó de salvar… y de otros tantos híbridos de dudosa credibilidad encumbrados en las formas insolentes de los líderes mesiánicos.
En momentos de crisis política la crítica parece no tener voz. Y cuando intenta hablar le tapan la boca con sutiles bombas de humo. Si algún problema real emerge a la superficie, algo y alguien se encargan de mandarlo nuevamente debajo de la alfombra, o de mostrar su porción inofensiva.
Y este ejercicio sostenido y sistemático, al mejor estilo Goebbels, trabaja como gota en la roca al pensamiento colectivo, esculpiendo las cabezas de los que aún pueden sostener el someterse a estas terapias opiáceas, adormecidos en el limbo de la caverna platónica. Y qué hablar del nivel de la discusión pública, de la bajeza tanto de la afirmación como de la réplica del mediático devenido en intelectual. La pobreza del discurso no es más que la representación de prácticas orquestadas por un sistema que somete a las marionetas políticas al servicio de sus labores porque, como todos sabemos, cuando el neoliberalismo manda, el lugar de los tontos es estrictamente simbólico.
*) Licenciado en Educación Física. Magister en Didáctica de la Educación Superior. Posgrado en Didáctica de la Educación Superior. Actual Director Coordinador de Educación Física de CEIP Maldonado.
Integrante de la línea "La Educación Física y su Enseñanza" adscripta al grupo “Políticas Educativas y Formación Docente. Educación Física y Prácticas Educativas”.
La FAO alertó a los países sobre la necesidad de tomar medidas de prevención ante la reciente detección del primer caso de peste porcina africana en las Américas, descubierto en cerdos domésticos de República Dominicana, el 28 de julio de 2021.
Por estos días, el país está asistiendo al inicio de un período que promete ser fatigoso, potenciado por la angustia de la pandemia y los problemas económicos, ambos largamente irresueltos.
El próximo cuatrimestre augura un escenario preelectoral, pleno de disputas, altisonancias, promesas de todo tipo, en el que cabe destacar algunos de sus aspectos que podrían ser los rectores.
Entre ellos, la ya evidenciada estrategia oficialista que en todas sus manifestaciones denuncia que la oposición es la mentora de los males nacionales a partir del odio que, eventualmente profesan, no sólo hacia el oficialismo, sino hacia los argentinos.
Así lo hacía saber la vicepresidente en uno de sus recientes discursos: “En realidad odian a los argentinos”, mientras las huestes K avanzan sin pausa en la colonización de las instituciones, y en especial de la Justicia, en pos de su impunidad.
Esta actitud resulta, como estrategia, replicada con matices por distintos personeros oficiales, como por ejemplo el jefe de Gabinete bonaerense al afirmar sin rubores que la oposición, en su supuesto odio al país, fue incluso más lejos que el fascismo y el nazismo. (Referencias de LA NACION 10-7-21)
La oposición, por su parte, supuestamente consciente del rol vital que asumen las próximas elecciones para el futuro de los argentinos, está dando muestras de una incipiente renovación, con la incorporación de nuevas voces, algunas de merecido prestigio, pero aun careciendo de un mensaje claro y consistente sobre la gravedad del momento y la importancia del próximo acto electoral.
Es preciso plantear a la sociedad la disyuntiva de un tipo de república u otra: una donde funcione el pacto ciudadano, el estado de derecho, la constitución, la división de poderes, la justicia, la prensa libre, frente a aquella otra, deseosa de arrasar todo ese entramado de convivencia civil.
Enfatizar con claridad que no es “ellos o nosotros” o “vamos por todo”: es una república o una autocracia lo que está en juego.
Este mensaje difícilmente le llegue al núcleo duro, convencido, comprado o cooptado por el kirchnerismo. Ya están definidos. Por convicción o por conveniencia.
El resto de la sociedad debe escuchar la proclama. No solo sobre las variables económicas, ni el valor del dólar, ni siquiera la cantidad de muertos por la pandemia. Menos aún por la defensa del último presidente atacado sistemáticamente por el gobierno y el kirchnerismo todo, como estrategia electoral.
La avenida del medio, aquella que podrá definir una elección vital para el país, requiere definiciones mucho más claras y profundas sobre el tipo de país en que se quiere vivir. Tomar conciencia del enorme peligro institucional que se cierne sobre la Argentina. Mucho más allá de los juicios penales contra la vicepresidente, que van camino, si es que ya no lo están, hacia la anulación o al archivo.
Es necesario concientizar que para recuperar la capacidad institucional y torcer este dramático camino al que se enfrenta la Argentina, el único instrumento es el voto que impida una hegemonía absoluta en el Parlamento.
A su vez, resultan engañosas, en algunos casos intencionalmente, las reiteradas voces que pretenden equiparar al Gobierno y a la oposición como dos fuerzas políticas equivalentes: son muy distintas.
En ese marco, el remanido reclamo de diálogo, se convierte en materia abstracta. Para concretarlo, como en el tango, se necesitan dos. No se hace factible con aquellos que plantean sistemáticamente el “ellos o nosotros” o el “vamos por todo”.
¿Puede uno sentarse a jugar al ajedrez con alguien que mueve los peones como una torre y las torres como una reina? ¿Se puede dialogar con quienes no aceptan las reglas de juego y se ponen fuera de la ley? (S. Suppo.La Nacion.10-7-21)
Convencer al electorado de la actual encrucijada, es la tarea fundamental de toda la oposición y para ello deben construir un mensaje que apunte con claridad a estos objetivos. De no hacerlo, es muy serio el peligro que se cierne sobre la Argentina.
*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).
Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.
Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y Secretario General de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.
Fue Secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.
Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.
Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.
Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.
La propuesta hoy consiste en sugerirles algunos cultivos de florales de estación, mantenimiento de lo plantado y cuidado del suelo. Comenzando por lo primero, entre las opciones a recurrir se encuentra o casualidad, la llamada Hortensia de invierno o Bergenia crassifolia; es una planta muy interesante por su curiosa floración y sus hojas siempre verdes.
Gusta de suelos siempre húmedos y ricos en materia orgánica. Se aconseja habitualmente ubicarla en lugares de semisombra, aunque si el sitio es muy húmedo tolera el sol directo.
Otra planta simbólica de la época y de la cual hemos comentado en reiteradas oportunidades, es el Pensamiento o viola wittrockiana. Es, sin duda, la más conocía y preferida de todas. No deja de florecer durante todo el invierno, llegando a su esplendor a finales de la presente estación. La principal precaución a tener en cuenta, es mantener una frecuencia de riego de 3 días durante la floración.
Entre las propuestas de invierno encontramos también el Ciclamen en sus distintas variedades dependiendo del tamaño que se desee con hojas y flores grandes y pequeñas. Una elección propicia asimismo, son las Camelias, que llegan a formar arbustos y ofrecen flores constantes y preciosas que duran hasta tres meses. Se ofrecen en dos tipos de flores; simples y compuestas y en materia de cuidados, la tierra donde se planten tiene que ser ácida y dotada de un abono específico.
Otra propuesta típica del invierno la constituyen los Narcisos. Son plantas bulbosas que poseen unas características flores en forma de trompeta, principalmente amarillas, aunque también hay variedades blancas y anaranjadas. Si se adquiere una mata de la planta en maceta, se asegura una mayor duración de la flor.
En una estación bastante triste, con muy pocos eventos o actividad vegetativa encontramos también un ejemplar llamado Heléboro. Se presenta con unas flores completamente blancas que surgen en invierno, de ahí su nombre más popular: Rosa de invierno. Hay variedades que tienden a teñirse en el envés de la flor, con toques granates o rosados.
Entre todas las opciones existentes para la época que transcurre, se halla también un arbusto llamado Polygala o Myrtifolia originario de Sudáfrica, que se caracteriza por tener unas flores de color lila muy llamativas. Es un ejemplar que está constantemente floreciendo a medida que le van saliendo nuevos brotes. Se mantiene muy bien en contenedores y se recomienda pinzarlo cada cierto tiempo para forzar la nueva floración.
Amigos, a continuación les propongo algunas tareas que eventualmente se pueden realizar durante el invierno en algunos arbustos o árboles principalmente de hojas caducas que se vuelven latentes y esto hace que sea el momento perfecto para transportarlos y replantarlos. Sólo se debe asegurar de nutrirles la tierra añadiendo un poco de fertilizante orgánico para favorecer su crecimiento. El abono a utilizar, puede ser humus de lombriz, mantillo, etc. La razón es porque con ello se mejorará la estructura del suelo, se repondrán nutrientes y también se elevará ligeramente la temperatura de la tierra.
Por otra parte el invierno es una temporada excelente para remover y airear el suelo con lo que se conseguirá que al llegar la primavera el jardín esté en condiciones óptimas. Otro consejo muy útil es la aplicación de aceite de invierno sobre sus troncos y también sobre las ramas sin hojas. Con ello se conseguirá prevenir el desarrollo de hongos, ácaros y pulgones cuando los días se vuelvan más templados.
Un invierno lluvioso significa un problema para el jardín y puede comenzar a tener efectos perjudiciales cuando el agua llegue a comprimir el suelo, pues agota los nutrientes y ahoga los sistemas de raíces. Para evitar que se formen charcos por largos periodos de tiempo y horade el suelo alrededor de las bases de las plantas, es menester recurrir a una capa gruesa de mantillo para atrapar el agua e impedir que drene.
Una capa más delgada de mantillo también funcionará mejor para evitar que la tierra embarrada salpique las plantas mismas. A medida que el suelo se inunda con agua, se hace más compacto, con menos bolsas de aire entre las partículas. Una de las mejores maneras de prevenir esto es no caminar sobre el suelo del jardín cuando esté embarrado, ya que se lo apisonaría aún más. Otra alternativa para paliar la situación del suelo, es agregar arena o turba que ayudará a evitar la compactación, y contribuirá a su aireación antes de plantar cada año.
Hasta aquí amigos el aporte de hoy, cualquier consulta no duden en realizarla a través del Correo Electrónico Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla. que con gusto responderé.
*) Técnico en Jardinería y en Horticultura. Extensa trayectoria periodística en medios de comunicación de Uruguay (CX 16 Radio Carve y Nuevo Tiempo; diarios MundoColor, El País y Lea; VTV Noticias.
El hambre mundial empeoró de forma espectacular en 2020, según informaron las Naciones Unidas, y es probable que ello se deba en gran parte a la repercusión de la enfermedad por coronavirus (COVID-19). Aunque todavía no se ha cartografiado por completo el impacto de la pandemia*, en un informe preparado por varios organismos se estima que el año pasado estaba subalimentada cerca de la décima parte de la población mundial, lo cual puede suponer hasta 811 millones de personas. La cifra es indicio de que será preciso un esfuerzo tremendo para que el mundo cumpla su promesa de poner fin al hambre para 2030.
En los últimos días se dio a conocer que la Argentina descendió a la categoría “Standalone”, según el índice que elabora Morgan Stanley Capital International (MSCI), que es tomado en cuenta por miles de fondos de inversión. Pasó a ser parte del último grupo compartiendo el mismo con un reducido número de países: Trinidad y Tobago, Libano, Palestina, Zimbabwe, Botswana, etc. (La Nacion 24-6-21)
En este índice, que es seguido de cerca por millones de inversores financieros a la hora de diseñar su portafolio de colocaciones, desde el año 2018 la Argentina se encontraba en la segunda categoría, inmediatamente debajo de las naciones más desarrolladas, compartiendo este grado con países vecinos como Brasil, Chile, Uruguay, entre otros.
Tal degradación tendrá obvias consecuencias en el sector público, al borde del agotamiento financiero.
El país ya se encuentra fuera de los mercados en función de las políticas actuales, pero esta nueva calificación consolida ese alejamiento, en un contexto donde vecinos de la región, se están endeudando a tasas muy bajas.
Son muy malas noticias para las finanzas públicas, en cuanto a las aspiraciones de la Argentina de retornar a los mercados de crédito internacional una vez cerrado un hipotético acuerdo con el FMI a principios de 2022.
La degradación de la calificación del país, a su vez tendrá consecuencias directas en las empresas del sector privado, que se verán muy dificultadas para acceder a crédito en el exterior, lo cual afectará no sólo sus hipotéticos planes de inversión, sino su acceso a financiación para insumos importados, imprescindibles para proseguir su actividad productiva.
En el país del plano inclinado continuamos descendiendo.
Por otra parte, ya no es el dilema planteado por el presidente en su momento, de “salud o economía”, ni tampoco cabe la excusa oficial atribuyendo a la pandemia todos nuestros males. No nos va tan bien en la apreciación mundial sobre el modo de enfrentar el flagelo.
La recalificación de Morgan Stanley, que supone una descalificación, y que desaloja al país del universo financiero, tiene su correlato con la apreciación que el mundo hace del modo en que el país ha enfrentado la pandemia.
Los casi 100 mil muertos exponen con claridad que también se está perdiendo la batalla sanitaria, evidenciada ya en la apreciación exterior, pese a los gestos triunfalistas en tono electoral.
La agencia Bloomberg ha elaborado un ranking que refleja la manera en que 53 economías del mundo lidian con el coronavirus, utilizando una variedad de datos relacionados con la situación epidemiológica, la calidad de vida y el progreso de las reaperturas, para identificar a los mejores y los peores lugares para estar en la era Covid-19.
Analiza indicadores claves como, entre otros, el porcentaje de personas vacunadas, la tasa de muertes, reapertura del turismo, educación presencial, y ubica al país en el puesto 53 (último), debido a “las infecciones que continúan aumentando, las restricciones aún vigentes y a los despliegues de vacunación vacilantes”. (La nación 29-6-21).
No hay lugar para festejos, a excepción del canto populista que declama: “no pagar al FMI”, “no honrar nuestras deudas”, en algunos casos intencionalmente políticos, y en la mayoría a partir de la ignorancia respecto a las terribles consecuencias que a futuro, y también en el presente inmediato, supone este ostracismo del mundo, coherente con el aislamiento político al que nos encamina nuestra política exterior actual, acompañando a países dictatoriales, o con un sistema de instituciones democráticas resquebrajadas.
Tampoco, obviamente, caben los publicitarios spots oficiales, en los cuales a despecho de la realidad observada tanto en el país, como la que contempla el mundo, tratan de exhibir un idílico e irreal presente.
Nada para celebrar.
*) Es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, habiendo realizado cursos de especialización en Economía Moderna en la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile).
Fue profesor y miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires; y profesor (en la carrera de postgrado) y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de la Cuenca del Plata, Corrientes. Argentina.
Presidió la Fundación de la Facultad de Ciencias Económicas, fue miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal, y secretario general de la Sociedad Internacional para el Desarrollo en Argentina.
Fue secretario de Programación Económica del “Gabinete de la Oposición” de la Unión Cívica Radical (Comité Nacional). Ha sido el introductor en la Argentina del programa Grameen, siendo a su vez presidente de la Fundación Grameen Argentina y representante honorario para la Argentina y el Paraguay del Profesor Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank (el Banco de los Pobres) en el mundo.
Expositor en diversos congresos, nacionales e internacionales, columnista en medios gráficos, radiales y televisivos, es autor de numerosos artículos.
Sus libros: “Fundamentos de la Economía”; “Desarrollo y Estancamiento en el Proceso Económico Argentino”; “La Argentina y el Mundo”; “La convertibilidad en crisis”; “La Argentina de la posconvertibilidad”; “Dos años en la era K”; “Mitos y realidades en la era K” y “El ocaso de la era K”.
Desarrolla su actividad en el ámbito público y privado, como director y asesor de gobiernos locales, empresas e instituciones.