Nuestro querido paisito (espero no ofender, pero es mi termino cariñoso a algo que quiero mucho), nuestro país para otros, es un territorio agrícola ganadero, donde hacemos cosas muy buenas y de excelente calidad para nuestro consumo y para el exterior; nuestra carne, nuestra producción agrícola, nuestra lana, derivados lácteos y mucho más.
Eso es lo que nos brindó la naturaleza, y lo hemos ido mejorando y tecnificando, el agro y sus derivados son una parte esencial de nuestro producto bruto. Pero la naturaleza no nos proporcionó gas, petróleo, minerales básicos para extracción y tener industria pesada, elementos que nos darían una mejor sustentabilidad económica; debemos comprar dichos insumos o transformarlos y en esto tenemos varios matices de ineficiencia en el manejo, específicamente con empresas públicas encargadas del área energética y sus derivados.
Ya hemos tratado el tema Ancap, pero me sigue pegando mal que se esté hablando y haciendo una montaña de papel de cosas que no llegan al 0.010% del déficit que acumuló la empresa en los últimos 10 a 12 años; de gastos ridículos de tarjetas corporativas y demás, y que sea intocable la pésima gestión que derivo en un déficit de más de 800 millones de dólares.
En eso somos campeones del mundo, en el corporativismo, amiguismo político, defensa de lo indefendible; los responsables de todo este descalabro, siguen caminando tranquilos y haciendo sus cosas, acá no pasó nada… es el país de que las cosas siguen igual…
Qué generosidad!
El país necesita empleo, pero empleo genuino, que tenga una contrapartida de agregado económico cierto; necesitamos inversiones, apertura de mas mercados para la colocación de nuestros excelentes productos agro industriales a regiones que tienen demanda, pero no competimos porque debemos pagar aranceles, mientras el resto de mundo prácticamente tiene acuerdos comerciales mucho más favorables.
Se hace muy cuesta arriba tratar de crecer en este entorno. No se entiende el razonamiento de parte de nuestros parlamentarios y gobernantes que se oponen a esta apertura de Uruguay hacia el mundo…
Hay que generar riqueza. Parece que a muchos le asusta la palabra riqueza: no es una mala palabra, es algo que usado bien y con el Estado participando en políticas redistributivas genuinas (no entregando dinero sin contraprestación, como uno de los tantos ejemplos) es un elemento clave para combatir la pobreza. Riqueza que generen las empresas, privadas y públicas.
Para generar riqueza, es decir tener resultados que puedan satisfacer las necesidades operativas y de gestión y que quede flujo financiero restante, que se pueda acumular, participando a los accionistas, y haciendo inversiones, el esquema tendría que funcionar.
Lo hemos dicho varias veces: las empresas públicas generan riqueza (algunas) y ese dinero se vuelca a rentas generales que ayuda al Estado a tratar de solventar su gestión. Al ser varias prácticamente monopólicas, se podría mejorar sustancialmente el agregado utilidades si mejoro la gestión. Para mejorar la gestión debo tener a los operadores necesarios capacitados para gobernar dichas organizaciones. No nos pasa esto en el paisito, salvando contadas excepciones.
La creación de empleo es básico para mejorar nuestra situación, inclusive dejando cortar nuestros preciosos arboles a una multinacional que nos traerá un capital enorme de inversión para la economía. Nada es fácil, estamos entregando parte de nuestra tierra, y no estamos en situación de decir que no, pero les comento que ya pocos países en el mundo aceptan esta forma de producción.
Para concluir, empleo genuino, educación; son dos premisas básicas que tenemos que manejar para los años que vienen, deben ser políticas de Estado, porque estas variables van a combatir la pobreza, resultando en mejor calidad de vida para la población y reduciendo sensiblemente la inseguridad.
*) Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires. Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Contabilidad, Finanzas y Organización. Cel. 099 141 417 - Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
*) Psic. Manuel Froilán Zavala Ayala
“El Cacho”, así le decían, había pasado desde muy joven una vida difícil. En medio de un hogar colmado de violencia y carente de afectos, fue teniendo una visión del mundo diferente a otros, muy diferente. A duras penas pudo terminar la escuela, y el liceo ya fue algo utópico: debía trabajar para mantener a su madre y hermanitos. Cacho, era el mayor de ellos.
Sus sueños, que esporádicamente lo visitaban, le brindaban unos minutos de alegría, gozo y esperanza… pero eran sólo unos minutos, y la realidad… su dura realidad regresaba sin compasión.
Los días del Cacho, eran una pesada rutina… a tal punto que lentamente sus fuerzas menguaban, pero al saberse responsable de su madre y hermanos, no podía darse el lujo de bajar la guardia. No tenía amigos… no se permitía, no quería demostrar lo mal que se sentía, y mucho menos decirlo. Qué pensarían los demás…
Nunca una mano amiga… que le preguntara cómo se sentía, si estaba bien o no… por más que lo deseaba, nunca lo tuvo, porque nunca expresó su sentir.
De vez en cuando, le aturdía el deseo de finalmente descansar de todo…, pero nuevamente se reponía. Luchaba solo… una batalla muy difícil y dura. Es que nunca le enseñaron a decir “me siento mal”… “necesito ayuda”… peleaba solo.
Hasta que un día “el Cacho” lentamente perdía batallas y el sin sentido de la vida lo invadía. Lentamente… sin poder comprender, comenzó a poner su rancho en orden.
Lo pintó, levantó unas ventanas caídas cuyas bisagras ya no daban, tapó unas goteras, al alambrado caído puso unos postes nuevos y le dio una mano de cal al portón de entrada. “El Cacho” se estaba recuperando… era el rumor que corría.
Ordenó algunos papeles, pagó cuentas pendientes. Visitó a conocidos a quienes en algún momento no les había tratado muy bien, también a María, la dueña de la verdulería y a José, el de la carnicería. Les pidió disculpas por esos momentos en que no se había comportado bien o si se interpretaron mal sus palabras.
A Sergio, un vecino, le regaló un mate y bombilla de alpaca (su máximo tesoro) que había ganado en una rifa. Sergio siempre quiso una así… pero no se podía dar esos lujos.
Los que conocían al Cacho estaban sorprendidos por su mejoría. Al parecer, los bajones terminaron finalmente y todo volvió a la normalidad.
Un domingo… día en que el Cacho también iniciaba temprano su rutina… no lo vieron salir. Pensaron… bueno, domingo,… se merece descansar un poco más.
Más tarde, Sergio lo vino a ver para compartir unos mates en agradecimiento por el regalo… lo llamó, golpeo su puerta… pero el Cacho al parecer no estaba, que raro, porque la madre ni sus hermanos lo habían visto salir. Aún estará dormido… pensaron. La madre pidió a Sergio que lo aguardara un rato, que iría a llamarlo. Pero no había respuesta desde dentro de la pieza.
Entonces, la madre, los hermanos y el Sergio, decidieron entrar a la fuerza a la pieza, y lo hicieron. Y al entrar… quedaron sin palabras, sin entender nada… el Cacho estaba colgado de una viga, que durante el arreglo de su rancho, la había pintado también.
Los gritos mudos del Cacho no fueron reconocidos y por lo tanto no escuchados.
RECUERDE: Los suicidas SIEMPRE avisan. Aprendamos a reconocer las señales de advertencia.
*) Licenciado en Psicología, especialidad Clínica (con Habilitación Profesional del MSP). Miembro Honorario en el Área de Negociación Antisecuestro (gerenciamiento de crisis) del Grupo Halcón de la Policía Argentina
Especializaciones en Suicidología: Red Mundial de Suicidiólogos (Representante Nacional hasta el año 2.008); Red Iberoamericana de Suicidiólogos (Argentina).
Miembro de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), desde el 10 de agosto de 2016.
Ex - Miembro de la Sociedad Mexicana de Tanatología.
Libros publicados: “Suicidio Infanto-Juvenil” - Cómo reconocer las Señales de Advertencia (Editorial Arandura. Año 2006); en proceso: “Estrés, Depresión y Suicidio”. Disertante en múltiples eventos en varios países.
"En efecto, no sólo se trataba de que los alumnos desarrollaran cualidades propias de dirigentes como coraje, virilidad, liderazgo, espíritu de equipo, que tienen una función y un significado muy diferente para los hijos de la aristocracia y de la alta burguesía, que para los hijos de los agricultores o tenderos. También se trataba de que adquirieran maneras y formas de conducta propias de su clase, como el rol de la distancia que da lugar a una actitud a mantener en todos, los papeles para los que los futuros líderes fueron designados.” (Velázquez Buendía, R. 2001)
Para hablar del deporte como lo conocemos hoy, en sus múltiples formas, es preciso remitirse a los juegos populares de la Inglaterra del siglo XIX, al punto de visualizarlo como la expresión perfeccionista de aquellos modelos originales, en base a artesanales reglamentos con fondos ideológicos, que los constituyen y potencian en el resto de Europa y, posteriormente, en el mundo globalizado.
La expresión libre y autónoma de aquellos juegos, cedería terreno ante el orden y el disciplinamiento que proponía el deporte como actividad pensada para un determinado sector social y manipulada al servicio de la reproducción de ciertas estructuras hegemónicas de poder.
De igual forma y como parte del mismo proceso, los deportes ingresan a las escuelas públicas inglesas, espacio educativo selecto de la aristocracia y burguesía inglesa, como aparato válido de manipulación y adoctrinamiento, orientado a calmar el jolgorio y limitar los excesos de los jóvenes, a la vez que reducir su potencial revolucionario.
En esa línea, y como parte de un proceso común, los reglamentos se universalizan como eje constitutivo esencial, reproduciendo en su lógica interna, las mismas condiciones que esa clase social consideraba indispensable promover. Ese ingreso al diseño curricular de aquellos tiempos, y su potencial reproductor del orden social de esa Inglaterra y de quienes accedían a las políticas educativas de la época, adjudican al deporte de hoy, un valor educativo intrínseco que deberá repensarse al momento de ingresar a diseños curriculares que propongan la construcción de sujetos libres y autónomos.
Pensemos por un momento en dos conceptos claves para analizar esta propuesta. Tomamos por un lado la idea de enseñanza en la línea de Fenstermacher (1989), como eso compromiso entre dos o más sujetos en el cual uno de ellos posee cierto conocimiento del que el otro carece y se articulan en una acción con el fin, el primero de transferirlo y el segundo de recibirlo y posteriormente construirlo en clave de sujeto históricamente situado.
Por otro lado, y aludiendo a la antinomia de Bruner (1997), pensemos en la educación como esa acción promovida con el fin de integrar a un sujeto a una cultura para su interpretación y transformación, a la vez que desarrollar al máximo sus potencialidades específicas.
En función de lo anteriormente explicitado, parece imprescindible cuando enseñamos, pensar en los rasgos educativos de dicha enseñanza y, por tanto, posicionarnos como docentes abocados a la formación de sujetos críticos capaces de utilizar lo aprendido para no solamente entender el mundo que habita sino también construirlo.
No existe objeto de enseñanza que posea una validez educativa intrínseca que le adjudique potencial de enseñable por el único y excluyente hecho de ser lo que es. Sea cual sea el objeto de enseñanza, debemos aludir a la validez que le adjudique su propia construcción social, cultural e histórica, que lo potencie de tal forma que su significación aporte para la construcción de la ciudadanía.
Partiendo de esta última afirmación, podríamos decir que lo propio aplica al deporte como construcción cultural. La enseñanza del Deporte, aún en sus diversas mutaciones metodológicas, se asocia con más facilidad a la automatización de conductas que a la liberación de los sujetos.
Pensar en el deporte en un contexto educativo, implica un desafío mucho mayor que el de simplemente enseñarlo. Implica formar sujetos con el potencial crítico para transformarlo en un producto cultural querible y creíble, valioso de disfrutar y válido en cuanto a su potencial socializador siempre que sea pensado desde la igualdad de condiciones que propicien su práctica para todos y cada uno de los sujetos independientemente de las realidades particulares.
*) Licenciado en Educación Física (ISEF Udelar). Entrenador de fútbol (ISEF-Udelar). Actualmente cursando la Maestría en Didáctica de la Educación Superior (Centro Latinoamericano de Economía Humana).
Director coordinador de Educación Física, del Consejo de Educación Inicial y Primaria/Administración Nacional de Educación Pública. Maldonado-Uruguay.
(ANEP/CEIP). Integrante de la línea “Políticas Educativas y Formación Docente.
Educación Física y Prácticas Educativas”, adscripta al grupo de investigación sobre La Educación Física y su Enseñanza.
Max Weber, fue entre otras cosas, un economista, filósofo, historiador, psicólogo, que trabajo y difundió sus ideas en Alemania a fines del siglo XIX y principios del XX. Fue un estudioso de la Administración Publica, y para él, la burocracia tiene un aspecto positivo, siendo más racional que otros argumentos del uso y afectación de los recursos públicos.
La burocracia es la estructura que tiene como característica principal el uso de procedimientos, división de tareas, funcionalidades, especialización, jerarquías, autoridad y relaciones interpersonales.
Todas nuestras empresas necesitan de algo de burocracia, especialmente cuando comienzan a crecer, a desarrollarse; deben tener los controles adecuados, los procedimientos y el manejo y control de todos los recursos, se debe departamentalizar para una mejor gestión.
En el Estado pasa lo mismo, es necesario control, jerarquía, autoridad, contratación de personal de acuerdo a criterios explícitos; que los mejores sean los tomadores de decisión, de trabajo en equipo, de disciplina, de planificar, de tener visión…
La tarea de manejar los recursos, de administrarlos lo mejor posible, de que los más capaces estén en los puestos claves, debe ser una política de Estado, que sobrepase los gobiernos de turno. Sabemos muy bien que en nuestro paisito, abundan situaciones que entorpecen seriamente cualquier afán racional de ejecutar y mantener una idea, proyecto, emprendimiento.
Durante décadas, hemos engrosado la “burocracia” del Estado, por diversas razones, el momento actual es realmente abrumador.
Julio Bocca aparece en escena como Director del Ballet Nacional del Sodre. Ha hecho cosas excelentes durante estos años que pudo dirigir, planificar, ejecutar, resucitar…
Reflotó algo de nuestra cultura, con gran sacrificio, tratando de atravesar paredes de granito mental de los que estaban a su alrededor; trabajó y emprendió, el Ballet ahora es algo serio, han salido al exterior con enorme éxito, han ido al interior del país, ha mejorado notablemente su calidad.
Todos estos años, manejando los intrincados laberintos de moverse en orbitas de funcionarios públicos, sellos, expedientes, tiempos preciosos gastados en inútiles procesos de aprobación, jurisdicción, control y demás variables orientales de nuestra burocracia estatal.
Bocca deja el Sodre. Una de las causas de mayor gravitación en su alejamiento es el desgaste de estos años, para poder lograr sus objetivos, demasiado desgaste, demasiado todo. Los tiempos de la cultura y de las ideas de Bocca no son los tiempos de los burócratas de turno.
El Presidente del Sodre es un político, diputado, fue bancario en su actividad previa. No deseo manejar un juicio de valor sobre dicha persona, pero me parece que para presidir el organismo deberíamos pensar en alguien que tenga una base cultural alineada, manejo de los tiempos, necesaria preparación administrativa y de manejo y control de los distintos recursos, especialmente los recursos humanos, donde en el Sodre en los últimos tiempos ha habido 14 renuncias.
La inflexibilidad laboral oriental es algo que nos deja perplejos, un organismo como el Sodre debería tener variables propias de horarios laborales adecuados a su existencia. Vuelvo a decir, a nadie se le ocurre esto ¿están tan ocupados en ver qué pasa con la semana que viene?. La ida de Bocca, no le preocupa a algún burócrata de turno?.
Por ahora viene ganando la pared de granito mental que tiene la mayoría de los que ocupan cargos públicos. Gracias Max Weber por entender y hacernos comprender el término de burocracia y su connotación positiva en la administración pública.
Ningún aplauso a los que construyen las paredes de granito, que entorpecen, enlentecen toda idea fresca, emprendimiento, ganas de progresar. Muchos aplausos a todos los héroes anónimos que siguen trabajando y peleando para mantener sus emprendimientos, empresas, ideas.
Para el postre, nuestro ministro de trabajo -con minúscula- está horrorizado con la reforma laboral en Brasil, que va a flexibilizar a dinamizar el empleo, que va a dar reglas claras a empleados y empleadores, que va a destrabar intrincadas burocracias insertadas durante décadas. Cuidado que a alguien se le pueda ocurrir esto en tierras charrúas!.
*) Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires. Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Contabilidad, Finanzas y Organización. Cel. 099 141 417 - Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Septiembre es un mes decisivo a la hora de definir el gasto en ocio para el próximo verano. Un referente en materia de turismo local, Ramón de Isequillas, siempre comenta que es el mes en el que los periódicos argentinos comienzan a publicar los pronósticos meteorológicos de Mar del Plata y Punta del Este, desplazando a los de la región sur argentina de turismo invernal nevado; siendo ello una buena imagen de lo mencionado.
Es fundamental para este tipo de decisiones que algunas variables macroeconómicas se mantengan estables. Al respecto nos referimos, entre las más importantes, al valor de la moneda extranjera y la liquidez financiera. En ambos casos, la situación actual es la ideal para la toma de decisiones de gastar en turismo: el dólar en Brasil se mantiene calmo, en el entorno de los $ 3.17, y el peso argentino fluctúa entre $ 17.50 y $18 por dólar.
Por si fuera poco, esta estabilidad no parece alterarse con datos políticos, como ser la bajísima aprobación popular del Gobierno de Temer en Brasil (3% del total de encuestados, según la Confederación Nacional de la Industria Brasileña), o la falta de ideas del Gobierno de Macri para resolver los problemas de fondo de su país, básicamente un déficit fiscal que supera el 7% del PIB. En segundo lugar, en el corto plazo no se visualiza un cambio en el apetito inversor externo hacia estos mercados, por lo que la liquidez financiera hacia estos países parece estable al menos hasta comienzos de 2018.
Al igual que el año pasado, elaboramos un indicador que intenta predecir el volumen turístico de Maldonado y Rocha, considerando solamente variables económicas: competitividad con el origen y competencia, desempleo y su afectación en el turismo emisor, y crecimiento económico. Considerando lo acertado del mismo para la temporada 2016-2017, nos pareció oportuno utilizarlo en este año.
El mismo tiene una base 100. Para valores superiores a la misma, implicaría que en promedio, la temporada es mejor que la anterior. Para valores inferiores a 100, determinaría que la temporada es peor que la pasada. Se ponderan los componentes del mismo sobre la base de datos de gasto de turistas publicado por el Ministerio de Turismo y Deportes de nuestro país.
Al 25 de setiembre de 2017, el indicador marca 103,32. Esto es, podemos esperar una temporada bastante similar a la pasada, con una leve mejora en términos relativos promedios. A menos que los datos anteriormente mencionados se alteren significativamente, podremos prepararnos para algo parecido a lo que vivimos en los primeros meses del año pasado.
*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es asesor de inversiones financieras.
“Creerse libres es la peor señal de estarlo. Emanciparse significa al decir de Freire (1969), desarrollar la capacidad de comprender, de reflexionar y accionar sobre el mundo para transformarlo; agregamos ahora, entenderse a su vez productos históricos de ese mismo mundo y sujetados a él. Ese mundo es individual y colectivo, consciente e inconsciente, y por ello, explícito y oculto; es un recorte de la realidad, que plasmado en el diseño del curriculum y en sus estrategias de evaluación será construido/constructor de ella y de sus demandas socioculturales. Por ello, no es el marco de acción de la escuela, sino su matriz”. (Sarni – Corbo, 2017)
Seguramente, hoy en día, no existe práctica educativa más coloquialmente citada que la evaluación. Parece una urgencia social describir, comparar y establecer juicios de valor de un sinnúmero de objetos sobre los cuales ni siquiera se determinan los criterios que los regulan. Se asume moralmente válida la universalización de dichos juicios y se somete todo lo observable a la crítica permanente.
Por otra parte, se habla de evaluación vinculada básicamente a prácticas acreditadoras cuasi incuestionables, sobre las que no parece necesario establecer una evaluación propia, una evaluación de la evaluación, aparentemente operando sobre ellas criterios de validez autónomos, absolutos.
Es por tanto oportuno aclarar que la evaluación como parte de una estructura sistémica, responde a elementos sociales, culturales, históricos y políticos que determinan la lógica de los objetos de evaluación como construcción colectiva, transformándolos en un producto de ese proyecto social.
Si consideramos a la propia acción de evaluar como la comparación de ese objeto con un ideal o referente y sobre el cual se establecerán criterios que operarán como juicios de valor, debemos asumir también, que existirán tantos ideales como sujetos construyan el objeto y que un producto no es una representación objetiva sino nada más que un acuerdo intersubjetivo.
En otras palabras, todos construimos un ideal sobre el que tendemos a comparar cosas, sujetos, hechos, acciones y cuanta cosa queramos, y parece imposible pensar en encontrar ideales comunes, más allá del condicionamiento natural que nos otorga nuestro carácter histórico.
Por tanto, pensar la evaluación sin pensar en un intento de construcción colectiva entre los sujetos involucrados en la propia acción, resultaría a priori contradictorio. A su vez, y si pensamos en las formas en que se presentan estos supuestos, podemos trasladar estas hipótesis a los múltiples sistemas de relaciones sociales de los cuales participamos a diario.
Por tanto, y a modo de ejemplo, podemos citar el reciente problema de la suspensión del fútbol en nuestro país, luego de un incidente de violencia de público conocimiento. Parece ser que la asamblea de árbitros está en desacuerdo ante el fallo de la Asociación Uruguaya de Fútbol que redundará en la toma de acciones sobre los equipos involucrados.
¿Qué tiene que ver esto con la evaluación?. Está clarísimo que existen dos organismos que operan dentro de un mismo sistema de relaciones y que pretenden evaluar a un mismo objeto -en este caso la violencia en el fútbol- manejando diferentes referentes de evaluación, dando carácter de imposible a la determinación de criterios válidos para la propia acción evaluativa.
El anterior es un ejemplo de los miles en los cuales la evaluación subyace a una práctica social común. Parece evidente la necesidad de establecer de forma permanente juicios de valor sobre todo lo que nos rodea, así como también parece inalcanzable la posibilidad de que esas acciones operen con validez en la medida que se desconozca la importancia de asociar los objetos a la complejidad social de su entorno como en algún momento nos sugirió Morin.
La práctica permanente de la evaluación como instrumento social -seguramente la más común es sobre personas y sus acciones- es evidente en este hombre esquizoide del que nos advertía Crimson. En definitiva, tenemos la urgencia social de evaluar a todo, sin dar cuenta del significado de la propia acción.
Y si, como ejercicio aplicable al común de dichas acciones, parece ilógico pensar la evaluación en un paradigma que no sea el de la complejidad, parece imposible también, validar prácticas evaluativas externas que caen como modas en sistemas educativos cargados de matices particulares para los cuales, la propia construcción de los objetos a evaluar y de sus referentes de comparación debería ser una práctica imprescindible.
*) Licenciado en Educación Física (ISEF Udelar). Entrenador de fútbol (ISEF-Udelar). Actualmente cursando la Maestría en Didáctica de la Educación Superior (Centro Latinoamericano de Economía Humana).
Director coordinador de Educación Física, del Consejo de Educación Inicial y Primaria/Administración Nacional de Educación Pública. Maldonado-Uruguay.
(ANEP/CEIP). Integrante de la línea “Políticas Educativas y Formación Docente.
Educación Física y Prácticas Educativas”, adscripta al grupo de investigación sobre La Educación Física y su Enseñanza.
Me radique en la ciudad de Maldonado en el 2013, después de pasar por Montevideo, Buenos Aires prácticamente toda mi vida, y unos años en Nueva York.
Pasó un tiempo para darme cuenta que casi no había arboles sobre las veredas de las calles de Maldonado, cosa extraña, y mala desde todo punto de vista. Pasaron cuatro años y hace unos meses veo cuadrillas muy prolijamente plantando árboles (pequeños tallos / troncos finitos, de uno o dos metros, flaquitos y sin nada) por todas partes; ya ahora están dando sus brotes, en unos años tendremos el placer de convivir con dichas maravillas que nos proporciona la naturaleza.
El paisaje cambia, lo mejora, previenen erosión, producen oxigeno, reducen el dióxido de carbono, mejoran el ecosistema, y mejora cuando tengo que caminar a pleno sol ahora por dicha ciudad, sin una gota de sombra…
Congratulo a él o los que pensaron en esto, que tuvieron la idea/iniciativa de pensar y planificar, de dar vuelta algo que nunca tuvo esta ciudad. Dichas personas forman parte de un gobierno departamental o de una alcaldía, cumplieron su labor, su deber, pensaron en futuro, salieron del día a día y ver que pasa, la semana que viene; ver de cinco a veinte años para adelante.
Esto es milagroso de los gobernantes de turno, que en general no piensan en nada, solamente de tratar de salvar el problema que ocurrió hoy, reunirme urgentemente para tomar medidas, arreglar o enmendar la cosa, y seguir para adelante… En general no teniendo en cuenta cual fue la causa, que medidas correctivas se deben implementar en el mediano plazo, que inversión hay que hacer para reducir dicho problema.
Ya lo he expresado antes, tenemos la cultura “Doppler” en nuestro paisito. Lo dije cuando el tornado de Dolores, que se iban a instalar radares doppler para prevenir por lo menos con 10 minutos de antelación la venida de estos fenómenos; tuvo que ocurrir el desastre de Dolores para que alguien piense en esto, pero, ¿se pusieron dichos radares doppler?. No.
Las empresas, las que quieren superarse, avanzar, pelear contra las constantes incertidumbres que las conducen hacia una entropía (desorden, terminación, muerte), deben tener gente como la que plantó los arboles; iniciativa, visión de 5 a 10 años de lo que puede pasar; tener bien claro que para mantener mi objetivo de mi visión, debo trabajar en una planificación adecuada, que incluya un presupuesto económico y financiero, que sea realista y que lo pueda ajustar a la realidad por lo menos dos veces por año. Se debe comparar la realidad económica y financiera real contra dicho presupuesto y analizar las varianzas y tomar acción para las correcciones.
La planificación, el desarrollo de mi gente, el recurso más importante de mi organización, la motivación, el buen trato, el respeto, el compartir ideas, tener procesos de administración en todas las áreas claves, con responsables y control interno adecuado. Todos estos elementos conducen a poder sobrevivir, a obtener un flujo de fondos positivo, a saber acumular en reservas y ser muy cautos y reservados cuando entrego utilidades o dividendos; esto también debe estar rigurosamente controlado.
Los retiros de dueños, socios, accionistas, familiares directos involucrados, todo esto debe estar dentro de mi presupuesto, se deben contemplar dichas necesidades y poder acomodarlas a mi planificación financiera. Combatir el impulso, la toma de decisión en momentos críticos, donde no estamos pensando bien y hacemos cosas o acciones que traen consecuencias muy negativas en el corto plazo.
Estamos constantemente bombardeados de increíbles hazañas de mala gestión en empresas controladas por el Estado, de gente incapaz, que nada tiene que hacer en ese puesto, pero siguen ahí; lo mismo el poder Legislativo, da vergüenza escuchar algunos de estos personajes que están ocupando bancas y tomando decisiones criticas; debemos educar para mejorar, debemos hacer esfuerzos todos para que los mejores estén en dichas posiciones, que paisito generoso que tenemos…
Tengamos la apertura y mente abierta de plantar árboles en nuestras empresas, fuerza a los emprendedores, dueños, gerentes, empleados del más del 80% de las empresas del país que son nuestras empresas familiares.
*) Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires. Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Contabilidad, Finanzas y Organización. Cel. 099 141 417 - Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
*) Psic. Manuel Froilán Zavala Ayala
"Y de repente me hallo frente a mí, en una inconmensurable angustia de ver una simple y llana humanidad; una presencia desnuda que se ve frente al espejo del ser que camina sin retraso hacia la muerte. No sé quién soy sin tener cerca aquel aparato que da una identidad, que me hace sentir parte de un grupo selecto (aunque sé que la realidad me indica que ya casi todos pueden tenerlo). No sé quién soy ante un silencio inquietante que me grita mi soledad. No sé quién soy sin el ruido de las risas, de la fiesta, del alcohol, del sexo o simplemente del trabajo. Sencillamente, me siento vacío”.
Tales palabras como nos menciona Edgardo Flores Herrera, dejan de ser una creación poética de la época del romanticismo, donde la exaltación de los sentimientos colmó las letras y los pensamientos de los jóvenes. Hoy son palabras, ya no producto de una maximización de las emociones, sino una realidad cruda, una realidad de cientos de personas que no encuentran respuestas a sus más grandes preguntas, una realidad que se presenta cada vez más y más en diversos hogares, y en diversos corazones.
La época posmoderna trajo consigo una gran cantidad de preguntas, de cuestionamientos, de planteamientos nuevos, de tolerancia, de respeto. Una época posmoderna donde empezó a increpar de todo aquello que estaba previamente preestablecido; por medio del mazo de la ilustración dudó de todo cuando ya se daba por sentado. En un momento permitió el progreso, pero hoy, dicha postura ya no permite ni siquiera avanzar a paso seguro por las turbulentas aguas de una realidad incontrolable.
Viktor Frankl, hablando de la falta de identidad de los seres humanos, mencionó que dado que hemos perdido los instintos que nos indicaban lo que teníamos que hacer, que nos guiaban; y ante la pérdida de fuerza de los valores tradicionales; el hombre se queda como un ser que ve al infinito cuestionándose sobre su propia existencia, sobre cuál es el camino adecuado, el fin de su existencia. Ante esta angustia el hombre tiene que elegir, y elegir provoca angustia. Entre la espada y la pared.
¿Qué hacer ante este panorama lleno de incertidumbre?. La mujer y el hombre actuales van dejando que su caminar sea guiado por las múltiples ideologías que surgen con gran fuerza, pero al aparecer una nueva que promete mejoras personales y bienestar a su muy particular agonía, cambian, como el viento cambia de dirección en invierno, con la esperanza de encontrar calor y luz.
A mayor superficialidad, mayor angustia. El ser humano, llamado por la ciencia homo sapiens, es un ser pensante, un ser capaz de ser crítico, de preguntar, de cuestionar. ¿Cuál ha sido el error del posmodernismo?. Que ha sido incapaz de aceptar alguna respuesta como cierta, dado que “todo depende del cristal con que lo miras”.
Su incuestionable argumento de que “nada es verdad” trae consigo un fuerte vendaval de dudas, dudas incapaces de ser satisfechas con cosas materiales, con necesidades e instintos, con ruido, con compañía. ¿Entonces?, ¿Qué hacer con este vacío que se hace cada vez más grande?.
Una sociedad que ha avanzado a grandes pasos en el descubrimiento de grandes adelantos, se olvida del ser más maravilloso del universo: uno mismo, el ser humano. El hombre es un ser de pregunta, pero también es un ser de respuesta. El hombre es un ser que cuestiona, pero es también un ser que espera. El hombre es un ser que duda, pero también busca una respuesta. Y es ahí, donde el posmodernismo nos ha dotado de preguntas, de cuestionamientos y de dudas, pero nulas -o muy pocas- respuestas.
El valor del ser humano no está sujeto a una corriente ideológica, sino que es inherente a cada uno; no está ligado a una marca, sino a la esencia humana; no está configurada por el estatus, sino a la vida; no lo determina el tener, sino el ser.
El vacío existencial, reflejo de una sociedad posmoderna, es fruto de la carencia del valor más importante: el valor de la existencia humana. Pero, al final de cuentas, no es en sí el posmodernismo quien da como fruto el vacío existencial, sino somos las personas que hemos creído toda la avalancha ideológica y no hemos sido capaces de encontrar las respuestas a las preguntas más elementales.
RECUERDE: El suicidio es una causa de muerte EVITABLE.
*) Licenciado en Psicología, especialidad Clínica (con Habilitación Profesional del MSP). Miembro Honorario en el Área de Negociación Antisecuestro (gerenciamiento de crisis) del Grupo Halcón de la Policía Argentina
Especializaciones en Suicidología: Red Mundial de Suicidiólogos (Representante Nacional hasta el año 2.008); Red Iberoamericana de Suicidiólogos (Argentina).
Miembro de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), desde el 10 de agosto de 2016.
Ex - Miembro de la Sociedad Mexicana de Tanatología.
Libros publicados: “Suicidio Infanto-Juvenil” - Cómo reconocer las Señales de Advertencia (Editorial Arandura. Año 2006); en proceso: “Estrés, Depresión y Suicidio”. Disertante en múltiples eventos en varios países.
Sobre la increíble pérdida de la capacidad de pensar…
“Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto. Estaba echado de espaldas sobre un duro caparazón y, al alzar la cabeza, vio su vientre convexo y oscuro, surcado por curvadas callosidades, sobre el que casi no se aguantaba la colcha, que estaba a punto de escurrirse hasta el suelo. Numerosas patas, penosamente delgadas en comparación con el grosor normal de sus piernas, se agitaban sin concierto".
(Kafka, 1915, pag. 1)
Parece innegable el hecho de que nuestros sistemas operan bajo estructuras en esencia rígidas que, en cierta manera, garantizan su funcionamiento en base a líneas de acción prescriptas que describen roles, lugares, jerarquías y demás elementos que los condicionan. En ese trajinar cíclico, parece inobjetable el estado de crisis que significa una necesidad imperante de cambio -en la mayoría de los casos emergente-, concebido como objeto potencial de riesgo institucional.
El hecho es que estos formatos operativos que producimos y reproducimos, se extienden a la mayoría de los ámbitos que conocemos. No existe institución que no responda a una lógica lineal de funcionamiento -normativamente inalterable- y a una estructura gráficamente piramidal, en la cual los niveles de decisión aumentan en la medida en que nos desplazamos hacia la cima.
Pensemos en familia, escuela, fábricas, clubes y demás. Inclusive estructuras mal denominadas cooperativas, trascienden su lógica cuando se instalan los liderazgos, se generan e institucionalizan subgrupos, y se normalizan estructuras de funcionamiento propias de los formatos tradicionales que las cabezas parecen entender mejor.
Lo interesante de estos sistemas son las formas en las que los miembros que los integran ceden posiciones y se desplazan, siempre con la intención de acceder a espacios de poder, promovidos por innumerables motivaciones -desde económicas hasta ideológicas- que provocarán un cambio en su accionar, producto del lugar geográfico que ocupen y del nivel jerárquico que la propia estructura les otorgue.
Pero es más relevante aún, y parece ser lo realmente preocupante, las mutaciones internas que el propio aparato provoca en dichos sujetos, alterando en muchos casos su racionalidad lógica -llámese sentido común- como una suerte de metamorfosis intelectual que los trasforma en seres casi irreconocibles. Esta especie de virus incontrolable parece atacar a todo sujeto A -pongámosle capataz- hoy con la capacidad de tomar decisiones sobre la vida de otro sujeto B -pongámosle obrero- hoy en la base de la pirámide.
Tomemos entonces el siguiente ejemplo. Comunicado: “se informa a los usuarios, que los espacios de uso público permanecerán cerrados en el día, en función de la alerta meteorológica. Se exhorta a la población a no salir de sus hogares salvo extrema necesidad. Aclaración: los funcionarios deberán asistir y permanecerán en el lugar de trabajo durante el horario que se extienda su jornada laboral”.
Entendemos claramente aquí, que quien redacta el comunicado, advirtiendo a los usuarios y ordenando a la vez la asistencia de los funcionarios, desempeña en este caso un cargo claramente de control. Lo interesante es que ese mismo funcionario, otrora debajo de alguien que operaba con su misma inoperancia, seguramente supo rasgarse las vestiduras cuestionando este tipo de decisiones. (Aclaramos también que todos los sujetos que integran el sistema son sujetos de derecho y que no existe sistema que opere con extraterrestres).
La explicación institucional a este fenómeno adhiere a la obligación natural que tiene el funcionario de ir a su trabajo -como la del niño a la escuela-, la que resulta incuestionable ante los propios ojos de dicha institución, por lo cual jamás deberá ser objeto de análisis.
El autorizar a los funcionarios a quedarse en sus casas implicaría una alteración al
aparato lógico de funcionamiento y sería a la vez un precedente en cuanto al actuar por fuera de la línea preconcebida.
La interrogante en este caso sería la siguiente: ¿qué mecanismo subliminal opera sobre quienes acceden al poder, quitándoles de cuajo su capacidad de pensar y llevándolos a tomar decisiones que anteriormente les hubieran resultado dantescas?.
Nuestra teoría es que las estructuras institucionales y el poder condicionan y operan de tal manera que, quienes ascienden, se dejen arrastrar por la corriente ilógica de lo políticamente correcto, en lugar de conservar sus ideales que en otros tiempos los tildaron de utópicos.
Y en esta lógica en la que habitamos, no podemos dejar de pensar que algún día nos puede pasar como al Gregorio Samsa de Kakfa, y despertarnos convertidos en ese horrible monstruo que en otro momento nos causó repugnancia. El propio sistema corrompe, inhibe, destruye, condiciona y aniquila.
El gran desafío es no devenir en el propio sujeto devenido. El desafío no es cuestionar las autoridades sino intentar conseguir espacios de autoridad -institucional o moral- que nos permitan reconstruir estructuras en otra clave lógica bajo el impostergable desafío de revivir el sentido común.
*) Licenciado en Educación Física (ISEF Udelar). Entrenador de fútbol (ISEF-Udelar). Actualmente cursando la Maestría en Didáctica de la Educación Superior (Centro Latinoamericano de Economía Humana).
Director coordinador de Educación Física, del Consejo de Educación Inicial y Primaria/Administración Nacional de Educación Pública. Maldonado-Uruguay.
(ANEP/CEIP). Integrante de la línea “Políticas Educativas y Formación Docente.
Educación Física y Prácticas Educativas”, adscripta al grupo de investigación sobre La Educación Física y su Enseñanza.
En época de posverdad, a quienes nos gusta analizar datos y somos respetuosos de las leyes económicas, los saldos de las cuentas externas de Argentina resultan por demás preocupantes.
En los primeros siete meses de 2017, el desequilibrio en el intercambio de bienes con el exterior resultó deficitario en Usd 3428 millones. El déficit de cuenta corriente, que agrega al dato mencionado los movimientos de servicios, remuneraciones factoriales y donaciones corrientes, supera los Usd 23.196 millones, de acuerdo a la consultora Economía y Regiones. En términos nominales, resulta la peor cifra de la historia. En valores constantes, el número es al menos alarmante.
Ha crecido fuertemente el déficit con Brasil, USA y China. Para colmo de males, la matriz exportadora se ha primarizado fuertemente, algo previsible a partir de las medidas tributarias de la actual Administración. Y como si ello fuera poco, se detecta una importante fuga de capitales por Usd 20.000 millones.
Si bien este combo explosivo puede atenuarse a partir del ajuste cambiario de julio, cuando el dólar en Argentina llegó a los $ 18; la base del desequilibrio se mantiene.
La “solución” momentánea a este desajuste exterior ha sido el endeudamiento externo. La deuda externa argentina ha aumentado fuertemente en más de Usd 37.000 millones, y la inversión externa directa apenas se mantiene en cifras muy bajas.
Este nivel de endeudamiento tiene como base el exceso de apetito de riesgo de los inversores internacionales, y la superabundancia de capitales financieros libres junto a la liberalización financiera del vecino país.
La situación es muy inestable. El cambio de humor de los inversores puede destrozar la base de sustento del modelo de Argentina, en cuyo caso, la primarización productiva no dejará espacio para una rápida recuperación industrial de valor agregado ante una eventual devaluación fruto de una crisis cambiaria, y la carga de intereses por la abultada deuda generada terminará recayendo sobre el déficit fiscal global hasta atrapar a Argentina en la misma disyuntiva fiscal que tuvo en el año 1989 o 2001.
Mientras tanto, en Maldonado, quienes dependemos de los flujos turísticos del vecino país, simplemente nos limitamos a rezar para que lo inevitable no acontezca en el corto plazo, o al menos hasta que finalice la próxima temporada, cualquiera sea el año vigente. O bien que a algún CEO, u otro economista local, se le caiga de una buena vez una idea original y tuerza lo que parece una condena histórica de nuestra querida Argentina.
*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es asesor de inversiones financieras.
En una mañana de agosto, con lluvia, truenos, y escuchando a Leonard Cohen, una combinación perfecta…
Los individuos que tuvieron una idea primaria, que dejaron todo para su desarrollo, que trabajaron toda su vida productiva en conseguir su objetivo y visión, los fundadores de esas miles de empresas familiares, que después se fueron transformando en organizaciones formales, con cierta estructura, con división de tareas, con controles, con manejo profesional de gestión; estos individuos primarios que en las siguientes generaciones ya habían plantado la semilla del crecimiento de la empresa, que después las segundas o terceras generaciones tomaron la posta, que pudieron tener una educación formal y más especializada, toda esta gente que en muchos casos se ha convertido en empresarios, son básicamente los que sustentan nuestra economía del área no estatal.
Mas del 75% de las empresas del sector privado son familiares. Muchos de estos héroes anónimos, dejan sangre sudor y lagrimas en el correr del tiempo de su ejercicio fiscal para primero sobrevivir y después crecer.
En un entorno nada favorable, debido a la excesiva presencia del Estado en todo lo que hacemos y respiramos a nivel empresarial. Tantas regulaciones, trabas, vueltas y mas vueltas para poder lograr algo, cuando se nos ocurre una idea o tenemos que conseguir ese permiso especifico para algo, entramos en laberintos dignos de un mago, creado por fantasías burocráticas de personajes que no entienden ni les importa el término “tiempo”.
Los emprendedores tienen sus ideas y desean también armar su organización y lograr su objetivo, también se encuentran con montañas de granito para penetrar a fin de conseguir implementar sus sueños.
Todas estas personas son los creadores de riqueza que necesita cualquier país, para que su economía pueda sustentarse, crecer; estas personas son los empleadores más importantes que tenemos, son héroes anónimos.
Por otro lado de la cancha está nuestro Estado, que es muy necesario para poner las normas que regulen todo el accionar del país, a través de la Constitución y las Leyes, y los gobiernos de turno que tienen que gestionar todo este aparato.
La decadencia y descontrol de la gestión de la cosa pública está llegando a limites nunca pensados, esto viene de hace muchos años, pero la curva sigue descendiendo; lo que uno lee y escucha del manejo de la gestión es alarmante, en función directa con la deficiente gestión de nuestro parlamento, entes públicos, ministerios, gobiernos departamentales y demás.
Deseo aclarar que hay excepciones, pero solo son una minoría que quiere hacer las cosas para el bien común.
Los “políticos”, que son los individuos afiliados a un partido político especifico, que tienen actividad partidaria, estas personas son básicamente las que ocupan los cargos de poder que deben administrar los recursos públicos del Estado, como así también administrar la legislación, creación de leyes, discutir y debatir lo mejor para el país.
En general en nuestro paisito, el partido político que gana las elecciones pone a su “gente “en todos estos cargos, y en su gran mayoría, las personas que ejercen esos cargos están ahí porque son los “políticos” afines al partido, sin tener nada que ver con el cargo, responsabilidad que se le ha asignado.
Todos sabemos de los horrores de gestión que hemos pasado en los últimos años, debido a esta increíble estrategia de mantener todo bajo el mismo paragua de gente que tiene que ser de mi condición “política”.
Me refiero a gestión en Entes Públicos y Ministerios y también a nuestro Poder Legislativo. Dicho poder es un pilar esencial de cualquier democracia, pero si pienso diferente y no estoy de acuerdo con algo que creo que va a hacer daño al país, a la economía, a la gente, debo votar igual porque se me ha impuesto dicha acción por “disciplina partidaria”; el corporativismo, el clientelismo, el amiguismo, el poder, todo esto desemboca en una pobre y casi nula acción parlamentaria en nuestro paisito.
Legisladores que están ahí hace muchos años, cobrando sueldos, viáticos etc. etc., que son asombrosos, que están ahí haciendo Nada, navegando en los años, siempre en sus bancas, y de vuelta tengo que decir haciendo NADA para que algo mejore, cambie, no les importa; llega un momento que se hipnotizan de su cargo y se asimilan a robots que van y vienen, solo cobran, algunos cobran y viajan, otros dejan y arreglan que vaya el suplente para que cobre también, es indignante, obsceno todo esto…
Desgasta ver lo que nos está pasando, hay que abrir los ojos, el tema de nuestra decadencia cultural asombra, al tener estos personajes neutros y negativos, no haciendo nada durante años y años.
El tema es complejo, las chacras abundan, y la madeja es enorme para comenzar a ponerla más prolija, pero debemos comenzar, especialmente en las generaciones jóvenes, educación, visón de mundo, gestión, pensar en los demás.
Empecé bien a escribir, ahora termino nada bien, al relatar nuestra realidad, por favor a abrir los ojos. Me reencuentro con los truenos y Leonard Cohen para mejorar el espíritu…
*) Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires. Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Contabilidad, Finanzas y Organización. Cel. 099 141 417 - Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
“El aparato de información atiborra, por la prensa, radio, televisión, a todos los “ciudadanos” con dosis diarias de nacionalismo, chovinismo, liberalismo, moralismo, etc. Lo mismo vale para el aparato cultural (el papel del deporte es de primera importancia para el chovinismo)” (Althusser, 1968, pág. 125).
Podríamos preguntarnos si la lógica que transita el discurso social actual se ajusta a los discursos que nos anticiparon los grandes pensadores de la historia. La analogía descriptiva de Bauman en cuanto a una “modernidad líquida” como intento por referirse a esos tiempos que promueven adaptarse a la vorágine del cambio como estigma del progreso, cobra sentido a diario y aplica aún más, cuando las generaciones a las que nos referimos promueven dichos cambios y se embanderan en ese transitar indefinido.
Lo interesante de nuestros tiempos es lo imperceptible de los cambios que operan de manera casi que mecánica, pero se desvanecen al momento de digerirse y reaparecen fuertemente instalados cuando retornamos al estado de “conscientes”.
Dicho de otra manera, nos percatamos de lo que pasa después que pasa y elaboramos discursos protectores que nos dibujan casi ausentes en los momentos específicos de las transformaciones esenciales.
Podríamos ensayar el ejercicio de pensar a qué aplica esta afirmación, y nos sorprenderíamos sobremanera, solamente en el intento por rescatar esas cosas que antes fueron algo que hoy no son. Desde las modas hasta los libros, desde el clima hasta la política, se dibujan nuevas formas constituidas sin percibirse, mientras la mayoría perdimos el tiempo añorando otras aún más lejanas.
Transferimos nuestra hipótesis al campo del Deporte y específicamente a los centros deportivos municipales, cartel político del departamento de Maldonado durante décadas que, en nuestra visión, han sido víctima de esa metamorfosis inevitable.
Bajo la afirmación liviana del poder educativo del deporte, la mayoría de dichos espacios surgen a fines de los 70 y principios de los 80, con la intención de promover la actividad física y la recreación en la búsqueda de ciudadanos saludables, pero con la duda eminente que puede provocar una estructura política defensora acérrima de espacios ideológicos asociados al adoctrinamiento. Y no sólo adoctrinamiento conductual, sino a su vez ideológico, inevitablemente implícito en el proceder de quienes lideran los mecanismos, y en el modelo de sujeto que ese estado pretende construir en base a la estructura que promueve en las instituciones.
Pero, de forma casi imperceptible y bajo el descuido de quienes los crearon, los centros deportivos se transformaron en otra cosa: en verdaderos espacios de formación ciudadana, socializadores y promotores de una cultura corporal del movimiento propia de ese momento histórico.
Las familias disfrutaban de espacios educativos gratuitos, en los cuales se veía crecer a esos sujetos, nuestros sujetos y nosotros mismos, espacios que, en algún momento de esa historia, se transformaron en verdaderas instituciones educativas no formales. Los valores se transmitían y se reconstruían ahí dentro.
El deporte de ahí, el de los centros, operaba como productor y reproductor de valores en un sistema de relaciones sociales y culturales complejas que, sin saber cómo, construyeron su propia ideología, condicionada naturalmente por la carga ideológica y política que las condicionó.
Y en esa lógica causal en la que se estructuraba el aparato, esa fuerza imperceptible que mencionamos, una generación fue testigo de transformaciones de las que jamás fue consciente, pero que construyeron un nuevo modelo de institución, manipulado a conciencia de los que orquestan el poder, con la intención de generar una especie de dependencia desde los sujetos y hacia el poder político.
Y la potencia de esta sensación fue tal, al punto de pensar ciertas prácticas vinculada al Deporte, la Recreación y la Gimnasia, a merced de las intenciones políticas de quienes manejaban los centros, encargados de hacernos creer que, en sus manos, se construía una cultura particular.
De esa forma se constituyeron y cobraron fuerza, verdaderos ghettos ideológicos, aparatos reales de manipulación, atrincherados con fuerza en su propio espacio, pero con la certeza de volcar sus energías en construir ideología desde ahí mismo, en función de la gestión de espacios de orden público que asumen pueden usarse a merced de favores políticos.
Lo interesante es que ni siquiera quienes transitamos el proceso, fuimos conscientes de la transformación. Solamente vimos el tren cuando miramos hacia atrás, y nos quedamos mirando con la triste sensación de haberlo perdido y encontrarnos subidos en otro, que seguramente jamás quisimos tomar. El potencial de los centros deportivos como instituciones educativas no formales es innegable, así como el espacio de debate que desde allí debemos generar, en cuanto al sujeto que realmente debemos construir en ellos. Hoy estamos lejos de eso.
*) Licenciado en Educación Física (ISEF Udelar). Entrenador de fútbol (ISEF-Udelar). Actualmente cursando la Maestría en Didáctica de la Educación Superior (Centro Latinoamericano de Economía Humana).
Director coordinador de Educación Física, del Consejo de Educación Inicial y Primaria/Administración Nacional de Educación Pública. Maldonado-Uruguay. (ANEP/CEIP). Integrante de la línea “Políticas Educativas y Formación Docente.
Educación Física y Prácticas Educativas”, adscripta al grupo de investigación sobre La Educación Física y su Enseñanza.
*) Psic. Manuel Froilán Zavala Ayala
En el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, la crisis de angustia o ataques de pánico se define como un “período discreto de miedo intenso o incomodidad”, que se acompaña de al menos cuatro síntomas somáticos o cognoscitivos como palpitaciones, temblores, respiración entrecortada, sudores, y sensación de ahogo, entre otros.
Éste trastorno se acompaña a menudo de agorafobia o miedo a estar solo en lugares públicos (como supermercados), particularmente en lugares de los que resultase difícil salir rápidamente durante una crisis de angustia. La agorafobia puede ser considerada como la fobia más incapacitante, ya que interfiere significativamente con la capacidad de una persona para funcionar en su trabajo y en situaciones sociales fuera del hogar.
La primera crisis de angustia, a menudo, es completamente espontánea, aunque las crisis de vez en cuando suceden a la excitación, al ejercicio físico, a la actividad sexual, o a un trauma emocional moderado.
El ataque comienza a menudo con un período de diez minutos en los que la sintomatología se incrementa de manera rápida. Los principales síntomas mentales son miedo extremo con sensación de muerte inminente. Los pacientes, normalmente, son incapaces de identificar el origen de sus miedos; pueden encontrarse confusos y tener dificultades de concentración.
Los signos físicos son: taquicardia, palpitaciones, disnea y sudoración. Los pacientes generalmente tratan de abandonar cualquier situación en la que estén y buscar ayuda. El ataque dura aproximadamente unos 20 a 30 minutos y rara vez más de una hora.
Una exploración formal durante una crisis revelaría rumiación, dificultad en el habla (por ejemplo, tartamudeo) y una memoria deteriorada. Los pacientes pueden experimentar depresión o despersonalización (estar separado de uno mismo) durante las crisis.
Los síntomas pueden desaparecer rápida o gradualmente. Entre crisis, los pacientes pueden sufrir ansiedad anticipatoria ante la posibilidad de sufrir otro ataque. La hiperventilación puede producir una alcalosis respiratoria.
Las preocupaciones somáticas de muerte por un problema cardiaco o respiratorio son el principal centro de atención de los pacientes durante las crisis de angustia; creen que las palpitaciones y la opresión o malestar torácico indican que están a punto de morir.
Resumen de síntomas: palpitaciones o elevación de la frecuencia cardiaca, sudoración, temblores, sensación de ahogo o falta de aliento, sensación de atragantarse, opresión o malestar torácico, náuseas o molestias abdominales, inestabilidad, mareo o desmayo, desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización, miedo a perder el control o volverse loco, miedo a morir, entumecimiento u hormigueo, escalofríos o sofocaciones.
En personas con crisis de angustia, el suicidio es un riesgo presente.
RECUERDE: El SUICIDIO es una causa de muerte EVITABLE.
*) Licenciado en Psicología, especialidad Clínica (con Habilitación Profesional del MSP). Miembro Honorario en el Área de Negociación Antisecuestro (gerenciamiento de crisis) del Grupo Halcón de la Policía Argentina
Especializaciones en Suicidología: Red Mundial de Suicidiólogos (Representante Nacional hasta el año 2.008); Red Iberoamericana de Suicidiólogos (Argentina).
Miembro de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), desde el 10 de agosto de 2016.
Ex - Miembro de la Sociedad Mexicana de Tanatología.
Libros publicados: “Suicidio Infanto-Juvenil” - Cómo reconocer las Señales de Advertencia (Editorial Arandura. Año 2006); en proceso: “Estrés, Depresión y Suicidio”. Disertante en múltiples eventos en varios países.
Con sus orígenes en la década de los 90, y su amplio desarrollo en los últimos años, la pos verdad ha ganado terreno en casi todos los ámbitos de nuestra vida. Es definida como “mentira emotiva” o como lo menciona Wikipedia “situación en la cual, a la hora de crear o modelar la opinión pública, los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales”. Algo así como una vuelta a la Edad Media y sus locuras, claro que con carga emotiva, prensa o redes sociales.
Un vistazo a algunos acontecimientos económicos financieros puede ilustrarnos en esta materia. Tomaremos los datos objetivos, en este caso los resultados publicados por las corporaciones cotizantes en Wall Street, o datos oficiales del Gobierno de USA, que contrastarán contra el vendaval mediático y de las redes sociales para estudiar este concepto.
1) Durante meses hemos estado escuchando sobre el fin de una de las empresas emblemáticas del mundo corporativo: Coca Cola Corp. Con base en Atlanta, ha sido objeto de constantes comentarios sobre su fragilidad en ventas, fruto de la campaña mundial contra la obesidad infantil con centro en el consumo de las bebidas carbonatadas y azucaradas.
En la era de la pos verdad, Coca Cola Corp. no tiene cabida, es inminente la reducción de su valor por la caída en las ventas en su principal producto: la coca cola tradicional. La manipulación mediática especializada fue tal, que las acciones cayeron a $ 40,35 a comienzos de año, valor al que no llegaban desde el año 2015.
Qué puede esperarse de las reacciones de esta empresa en tiempos de pos verdad?. Juntar firmas para derogar las reglamentaciones gubernamentales ante una tendencia de salud que es inevitable?. Iniciar juicios a los gobiernos que implementan estas campañas de salud?. Pues no, fuera de la pos verdad, Coca Cola Corp. desarrolló una línea de jugos que junto a la promoción de su Coca Zero, y a un gran trabajo de franchising, más que compensó la caída de sus ventas de su producto tradicional, muchas veces aún con mayores ganancias.
Nuestra era le generó ganancias del 13,1% en 7 meses a los que no se han dejado llevar por la pos verdad, y han comprado acciones en medio de los informes de las redes sociales y medios especializados. Las acciones posiblemente superarán la barrera de los Usd 50 antes de fin de año.
2) La era Trump, es la era del trabajo norteamericano, las empresas se trasladarán masivamente a USA y generarán una nueva etapa de empleo, máxime con un Partido Republicano dominante en el Parlamento de USA. Esto, claro está, en nuestro mundo de la pos verdad.
En primer lugar, los datos objetivos decían que el desempleo en el cierre de la era Obama era demasiado bajo como para explicar el triunfo de Donald Trump. USA se encontraba con un 9.9% de desempleo en noviembre de 2009, y bajó al 4.6% en noviembre de 2016.
En era de pos verdad, los analistas políticos dijeron que estos datos objetivos no eran importantes. Sin dudas el desempleo o el riesgo de pérdida de empleo (inconsistente con pleno empleo objetivo), o la amenaza del empleo extranjero explicaban esa situación.
La pos verdad reinaba en el ámbito político también. Quizá, en medio de esta tormenta de manipulación de información, hasta alguien votó al Sr Trump. Serán los mismos que hoy en día han dejado de trabajar, en algunas de las 6375 tiendas minoristas que han cerrado, o han anunciado su cierre en lo que va de 2017.
Y el Partido Republicano en medio de sus contradicciones internas, no ha logrado consenso para votar ninguna ley en el Senado o la Cámara de Representantes, batiendo records en este aspecto. Con datos objetivos manipulados por las redes sociales, hasta se puede votar mal. Pero los datos objetivos redituaron en ganancias hacia aquellos que aprovecharon y vendieron acciones de estas empresas cuando la pos verdad le garantizaba un futuro promisorio.
Es que, efectivamente, quienes más dinero han hecho no han sido aquellos que son actores o receptores de mensajes de la pos verdad. Son los que actúan en base a los verdaderos datos. No creen en una lluvia de inversiones cuando no hay ambiente para ello, no creen que el déficit baja (confundiendo déficit con pasivo) cuando el mismo sube, no creen que el endeudamiento es la solución definitiva para pagar gastos corrientes, no creen que se pueden juntar firmas para eludir una tendencia de consumo a mediano plazo.
Solo creen en datos objetivos, y reaccionan ante ellos: como la Coca Cola Corp, o el Sr. Warren Buffet, uno de los financistas más exitosos del mundo, que lo refleja en su frase para vivir en la pos verdad: “Mira las fluctuaciones del mercado como tu amigo en lugar de tu enemigo; benefíciate de la locura en vez de participar en ella”. Y vaya si el mundo da oportunidades a alguien sensato, de aprovecharse de las locuras que genera la pos verdad.
Mientras usted lee este artículo la empresa en la que el Sr. Buffet es principal accionista, Berkshire Hathaway Inc., ha ganado 500 mil dólares, seguramente no dejándose llevar por los mensajes de la pos verdad.
*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es asesor de inversiones financieras.
Les recomiendo leer un excelente artículo que salió hoy domingo 30 de julio de 2017, en El País, sobre el empleo público en nuestro paisito.
Haciendo un resumen, tenemos 293 mil empleados públicos al 2016 (incluye una mínima porción de empleados no públicos que trabajan por contrato); en el año 1995 esta cifra era de 261 mil. De la fuerza laboral total, el empleo público abarca el 17%. Chile tiene el 2%, Colombia el 3%, México el 10%; Argentina el 19% y Venezuela el 49%.
Es razonable tener un 17%, 293 mil empleados?; cómo medimos o qué parámetros establecemos para saber si está bien, si es razonable?. Nuestra cultura de hace 40 o 50 años tiene mucho que ver con este agrandamiento, este Estado gordo e ineficiente que tenemos en la mayoría de sus actividades.
Clientelismo político, acomodamiento, inamovilidad, los gobernantes de turno discuten quien fue el culpable; no importa el partido, son todos culpables y están involucrados, se ha hecho poco por mejorar la situación.
La educación suma un 37% del empleo público, es razonable y bueno que esté al tope, es fundamental la enseñanza universal, laica y gratuita que se ofrece en nuestro país. Lo que no es bueno, es la baja calidad y el deterioro general de dicha educación; que los sindicatos de la enseñanza sean conducidos en general por personas que tienen una visión personalizada de la cosa, que en sus mentes y actitudes se enfoquen en un porcentaje muy alto en pedir reivindicaciones que no tienen que ver con la educación, y que la huelga sea la única herramienta valedera para negociar, mejorar o pedir más recursos.
Somos rehenes de una minoría que conduce el movimiento sindical, con pensamientos y mantenimiento de teorías clasistas, encerradas en su sub mundo guevarista y hasta foquista. Es lamentable que en nuestro país sigan surgiendo estos personajes que no les importa nada lo que pasa alrededor nuestro, los avances y cambios en el mundo, despreciando nuestra realidad. Es un milagro que sigamos engendrando estos sujetos…
El poder judicial tiene el 2%, obras publicas el 1.5% y turismo 0.1%. Me parece a simple vista que dichos poderes del Estado deben estar mejor estructurados y con más plantilla; no crear más empleos, pero reasignar, descomprimir algunas áreas y darle más recursos. Somos un país de servicios, nuestra infraestructura vial está muy deteriorada, y debemos mejorar mucho nuestra oferta turística, también darle más personal y mejoras al poder judicial.
En defensa hay un 9%, que prácticamente no hace nada; están en los cuarteles y barracas, tomando mate y mirando el tiempo pasar. ¿No puede haber algún genio que se le ocurra que puedan participar en obra pública, en más seguridad, en apoyo a la comunidad?.
Inamovilidad, poco control, pocas horas de trabajo, laissez faire, son condimentos que atraen a la población activa a ser parte del Estado, para un cargo se presentan 500 o 1.000 postulantes!. Por supuesto hay excepciones, algunas empresas públicas han mejorado su nivel de atención, como así también entes como BPS; se han informatizado mucho los trámites, y eso redunda en eficiencia.
La palabra de moda ahora es “gestión”; conceptualmente es mi responsabilidad sobre un proceso, la coordinación y el conocimiento adecuado para llevar a cabo los objetivos de la organización. Preocupación por resultados y ajustes correspondientes.
Nuestro Vicepresidente o próximo ex Vicepresidente es un ejemplo de lo que NO puede pasar al ocupar cargos sensibles y vitales para el país, gestión nula, no poseer conocimientos, nada…
El sistema político lo puso en este cargo, favores, futuro presidenciable?; apellido, pero nadie le hizo una prueba de manejo de empresas, o de manejo de la cosa pública, o por lo menos al ver que había nada…., no se lo pudo capacitar, o hacer algo al respecto?; a la uruguaya, cuando nos dimos cuenta ya era tarde, nos costó algunos 800 millones de dólares.
Nuestras empresas familiares deben tener una estructura adecuada a su ciclo de generación de riqueza. Dicha estructura varía según la maduración de la organización, en general se acrecienta al mejorar los volúmenes de facturación; hay que ser muy cautelosos al crecer, se debe crecer y no engordar el organigrama, especialmente familia que no está en condiciones de gestionar correctamente, de no estar capacitados, debemos ser firmes e inflexibles en esta área.
Uruguay necesita mejor nivel de educación, en todas sus áreas, esto es fundamental; se pide más dinero para dicho sector, estará siendo bien canalizado?. Educación, capacitación, innovación, investigación y desarrollo, abrir los ojos, mirar nuestro entorno exterior, todo esto se traduce en mejor probabilidad de nuestra palabra de moda “gestión”.
*) Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires. Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Contabilidad, Finanzas y Organización. Cel. 099 141 417 - Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.