*) Prof. José Luis Corbo

 "La redención discursiva de una pretensión de verdad lleva a una aceptabilidad racional, no a la verdad” (Jürgen Habermas)

En los últimos tiempos hemos sido testigos de una cierta invasión de propuestas vinculadas al ejercicio físico, una suerte de modas del entrenamiento con infinidad de variantes. Muchas de ellas no parecen someterse al análisis que deberían, en función de los riesgos que las propias prácticas conllevan y de las dimensiones éticas que muchas veces trascienden.

Diversos tipos y grupos de entrenamiento son, hoy en día, fácilmente visualizables tanto en espacios abiertos como cerrados. En principio, sus formas irán mutando en función de aquello que los que consumen dichas prácticas deseen, siendo claramente ese deseo el producto de una consciencia cosificada. La propia necesidad es una construcción que obliga al consumidor a desear lo que el mercado necesita que desee. Se mercantiliza entonces el deseo y, por tanto, la necesidad.

Un primer punto que deberíamos aclarar es su origen y las formas en que aquellas prácticas son desfiguradas, formas que las configuran al servicio de fines diversos y de intereses diversos, en función de una cierta demanda específica vinculada entonces a dimensiones estéticas promovidas por la industria cultural.

Lo cierto es que, si bien todas esas modas del entrenamiento se jactan de su creatividad y de la novedad de sus formas, una simple deconstrucción de las mismas dará cuenta de que su historia no es tan reciente y que, en definitiva, no son más que la deformación de antiguas formas con el agregado, muchas veces, de que aquellos que ofician de entrenadores, dado su bajo nivel de idoneidad y de formación, no osaron siquiera apropiarse de las nuevas perspectivas teóricas que ofrecen las ciencias del ejercicio.

Tal vez el ejemplo más claro es el de la llamada gimnasia funcional, muy de moda en la actualidad. Hace más de doscientos años, la escuela gimnástica francesa ya proponía en sus prácticas higienistas ejercicios asociados a movimientos reales, trasferibles al movimiento de la actividad diaria de los sujetos.

En el marco de un escenario particular de la Europa de la Ilustración, esas prácticas gimnásticas cargaban con sentidos implícitos en relación con una idea de educación. La escuela gimnástica francesa respondía a las necesidades e intereses de la época, a las demandas políticas, económicas y sociales.

Hoy, por el contrario, esas agrupaciones de ejercicios parecen ser estrictamente medios para fines estéticos o, en el mejor de los casos, medios para la mejora de la salud, para el desarrollo de las capacidades condicionales y coordinativas. En caso de que el sentido sea este último, la formación del profesional a cargo será poco menos que una obligación que, quienes participan del grupo de entrenamiento, deberían promover y reclamar.

Este último punto es el que requiere de un análisis particular en relación con la Educación Física. La Educación Física es, antes que nada, educación. Y el principal medio para ese proceso educativo será la enseñanza. Cualquier práctica vinculada al ejercicio físico que se realiza como moda de la industria del fitness no deberá, entonces, asociarse necesariamente a la Educación Física. El análisis deberá ser claramente más profundo.

Este punto es clave, ya que nos acerca claramente a una realidad que debemos atender y transformar. La invasión en el mercado de personas no idóneas, no preparadas, a cargo de grupos de entrenamiento, es alarmante. Lo más alarmante es que aquellos que asisten a esos grupos, los entrenados, no saben siquiera, y tal vez no les interesa, el nivel de formación de esos que se dicen llamar entrenadores, muchos de los cuales desconocen las bases del propio entrenamiento y mucho más las de la Educación Física.

No es posible formar a un docente en un curso de fin de semana, más allá del nivel de marketing y del costo del curso. Porque parece también que lo más caro es lo mejor, aunque el formador de entrenadores de fin semana sea también autorreferencial y todo aquello que promueve como panacea sea fácilmente debatible.

Es poco menos que apremiante que, en los casos que esos grupos estén realmente en manos de docentes, sean esos docentes los que marquen las diferencias. Porque ellos son, antes que nada, educadores. Las formas que sus clases adopten pasarán a un segundo plano, siendo solamente los medios. El fondo de dichas clases será la clave, será el fin en sí mismo del proceso pedagógico, donde se pensarán y construirán sus sentidos educativos.

Un último punto, pero no menos alarmante, es la deportivización de esas prácticas. Todo lo que en ellos se construye se significa en una suerte de contienda contra el sí mismo en principio -de ahí el ensimismamiento de sus practicantes-, y contra el resto en segundo término. O sea que una práctica vinculada a priori con la gimnasia termina transformándose en una práctica deportiva.

En muchos de esos casos el devenir es la transformación de los entrenados en runners, y la participación casi antihumana en cuánta carrera exista. En otros tantos es la deportivización de la vida en un mundo que ya está claramente deportivizado, en el que todos los escenarios sociales parecen transformarse en espacios de contienda.

Este último fenómeno habilita a otro tipo de idóneos a vincularse a este mercado. Los ex corredores o ex deportistas parecen tener también rango de entrenadores, una especie de semidioses que trabajan con la misma lógica con la que un hipocondríaco podría ponerse una túnica de médico. Aplaudimos en este sentido a aquellos exatletas que deciden realmente formarse como técnicos o profesores.

El escenario es complejo. La legalización de estas prácticas es una demanda real y urgente. Por lo pronto, lo básico hoy es la necesidad de que aquellos que son realmente educadores por su formación y por su convicción, hagan un último esfuerzo por acercarse definitivamente a la Educación Física, con la intención de evitar ser parte de aquellos que, de una forma u otra, aportan a la promoción de estas prácticas mercantilizadas.

 

*) Licenciado en Educación Física (ISEF Udelar). Entrenador de fútbol (ISEF-Udelar). Actualmente cursando la Maestría en Didáctica de la Educación Superior (Centro Latinoamericano de Economía Humana).

Director coordinador de Educación Física, del Consejo de Educación Inicial y Primaria/Administración Nacional de Educación Pública. Maldonado-Uruguay.

(ANEP/CEIP). Integrante de la línea “Políticas Educativas y Formación Docente.

Educación Física y Prácticas Educativas”, adscripta al grupo de investigación sobre La Educación Física y su Enseñanza.

*) Alberto Fernando Prandi De Césare

Desde sus inicios, Punta del Este nace y se desarrolla cómo una propuesta turística única, diferente, enclavada en un lugar privilegiado que fue potenciando todos y cada uno de sus atributos.

Naturaleza en su estado más puro, dunas y bosques en casi todo su territorio, playas y lagunas de aguas cristalinas y vistas panorámicas inigualables que hicieron que en sus orígenes, aquellas familias provenientes de Europa en los albores del siglo XX y luego de la Región, se “enamoraran” del lugar, lo hicieran suyo y quisieran volver una y otra vez, en cada verano, en cada año.

Con una indudable dosis de magia, el Balneario generó una gran fidelidad, se invirtió ordenadamente en la infraestructura que todo centro turístico requiere y en construcciones de casas que fueron delineando los distintos barrios residenciales que ofrecían la belleza de sus parques y jardines en perfecta armonía con el entorno natural.

Así Punta del Este fue siendo reconocida a nivel regional e internacional cómo uno de los mejores balnearios del mundo. Una “marca país” que nos distinguió como tal, una propuesta con marcada identidad y por ende con íconos que la definían y fortalecían.

Esa fue su rica historia, patrimonio de un país y su gente, que hacía un culto de la bien ganada mística de su principal Balneario cómo un activo incuestionable.

Pero hubo quienes no entendieron o no quisieron entender que nuestras generaciones recibieron ese legado para cuidarlo y defenderlo para que luego lo heredaran las generaciones venideras, no para depredarlo, no para destruirlo.

Y vinieron años de “barbarie”, dónde se primó en intereses personales y económicos, permitiendo construcciones a mansalva, con alturas absurdas para un Balneario. Se desconocieron las reglas de la oferta y la demanda, para beneficio de unos pocos “excepcionados” u otros beneficiados directamente con las permanentes modificaciones de las normas de construcción y así fue cambiando la fisonomía de Punta del Este, fue cambiando su identidad.

Nos olvidamos de cuidar a quienes invirtieron antes y confiaron en que se iban a respetar las “reglas de juego”, nos olvidamos de los recursos naturales, de los bosques, de los médanos, de los parques y jardines e iniciamos la “era del hormigón”.

Modificamos la genética del Balneario, que se fue convirtiendo en una triste imitación de un Miami tercermundista, perdimos respeto por los valores históricos y culturales. En ese “vale todo” y sólo a modo de ejemplo, se perdió el Hotel San Rafael y con él una parte de nuestro pasado.

Se permitió la contaminación, primero de la Laguna del Diario, luego la del Sauce y hoy le llegó la hora a nuestras costas, cianobacterias mediante. A toda velocidad ahora se están demoliendo las mejores residencias sobre la costa de la Brava del barrio Parque del Golf, último bastión dónde no se permitía altura, para terminar de perderlo todo.

Más allá de los beneficios que se siguen otorgando y de las decenas de megaproyectos aprobados, dónde la excepción es la norma, la construcción muestra los niveles más bajos de ocupación, desnudando la mentira de la genuina creación de puestos de trabajo para nuestra gente.

El Departamento de Maldonado debe generar industrias alternativas, no contaminantes, no depredadoras de la propuesta turística. El Turismo es la actividad a defender al igual que el medio ambiente que lo sostiene, es que hoy tampoco hay rentabilidad en este sector de actividad y siguen cerrando más y más comercios que generan los verdaderos y hasta hace poco sostenibles puestos laborales y nos quedamos con las manos vacías. Cuando los “benefactores” inversores no tengan más ganancias para obtener, se irán a otros lugares a hacer lo mismo que hicieron acá.

Sobran ejemplos en el mundo de balnearios famosos que hoy están en ruinas porque no supieron preservarlos. Acapulco, Mar del Plata, Benidorm, Marbella y muchos otros. Todavía estamos a tiempo de revertir esta realidad y esto sólo podrán lograrlo los vecinos, los visitantes que quieren a pesar de todo este lugar, exigiendo a los responsables “parar” y empezar a pensar en lo que estamos perdiendo para siempre.

*) Alberto Fernando Prandi De Césare (63), casado, 3 hijos y 1 nieta.

Operador inmobiliario de Punta del Este y La Paloma desde 1978.

Presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este (Adipe), por dos períodos consecutivos 2001-2003 y 2003- 2005.

Subsecretario de Turismo y Deporte a partir del 2005 integrando el gabinete del primer gobierno progresista en la historia del Uruguay.

Presidente de Rotary de Punta del Este en el período 2002-2003.

Presidente y socio fundador de la Asociación de Empleados de Inmobiliarias (Aedi) por el período 2003-2005.

*) Prof. José Luis Corbo

 

“El anhelo de un estado de cosas sin explotación ni opresión, en el cual exista un sujeto abarcador, la humanidad autoconsciente, y se pueda hablar de una formación unitaria de teorías, de un pensar que trascienda a los sujetos, ese anhelo no es todavía su realización. Transmitir la teoría crítica de la manera más estricta posible es, por cierto, condición de su éxito histórico; pero ello no se cumple sobre la base firme de una praxis ya probada y de un modo de comportamiento establecido, sino por medio del interés en la transformación, interés que, en medio de la injusticia reinante, se reproduce necesariamente, pero debe ser formado y orientado por la teoría, y que, al mismo tiempo, repercute de nuevo en ella.” (Horkheimer, M. 1968)

Los discursos de la pedagogía y de la didáctica crítica tuvieron un desarrollo importante de la mano de un crecimiento real que no fue tal, sobre todo en las décadas de los 80 y los 90. Parecía entonces cerrada la discusión. La educación debería ser una práctica liberadora, emancipadora.

Lo cierto es que esos discursos y sus formas se han desvanecido al punto tal de que algunos países de la región ya los borraron de sus planes y programas y algunos otros esperan la oportunidad de hacerlo, de forma no tan evidente. Muchos de ellos sugieren que el pensamiento crítico en la educación no se ha visualizado en el desarrollo del país como tal, aludiendo siempre a números que equiparan el crecimiento económico al desarrollo humano, aun cuando todos somos plenamente conscientes de que la distribución de la riqueza jamás ofrece esas garantías y que el despilfarro económico de los unos siempre será el reflejo de los pesares de los otros.

Parece necesario entonces, analizar el porqué de ese desencanto, en base a las formas en que la educación entiende y ha entendido el pensamiento crítico. Será necesario entonces describir de dónde surge esta idea, cuáles son sus formas originales y de qué forma se contamina para transformarse en algo que nunca debió haber sido.

Con base en el materialismo dialéctico, los pensadores de la escuela de Frankfurt entendieron que la filosofía y toda la producción teórica en general de principios del siglo XX se había olvidado nuevamente de aquello que parecía imperativo en la tesis 11: dejarse de interpretar el mundo, para comenzar a transformarlo. A su vez, esencialmente Horkheimer y Adorno, estaban preocupados por el uso instrumental que se estaba dando a la razón.

Todo aquello que se producía como conocimiento, era solamente un medio para un fin esencialmente económico. En muchos casos un medio también para la destrucción de las personas, pero siempre con un sentido que, de una forma u otra, redundaba en algún tipo de beneficio económico. El iluminismo como dominio del hombre sobre la naturaleza, se negaba a si mismo bajo formas de control y de manipulación de los sujetos aún peores que las ya superadas.

Bajo esa línea, estos pensadores se proponen retomar la necesaria relación dialéctica entre teoría y praxis social, entendiendo la praxis como ese hacer sostenido teóricamente, ese hacer consciente y libre que encierra en su libertad individual las formas de la disciplina social en el marco de un proyecto que busca superar las formas culturalmente impuestas de la injusticia.

Las formas mal repetidas de esa idea original construyen otra idea de libertad, lejos de la propuesta emancipadora original de la teoría crítica. Y de esa forma se promueve el libertinaje como máxima expresión del individualismo, se habilita el hacer lo que se quiera, dejando de lado aquello que parecía ser socialmente construido para caer en el terreno de lo dogmáticamente impuesto. De esa forma la emancipación inicial del proyecto de Frankfurt se cosifica, adoptando las formas que la propia escuela negaba por considerarlas falsas entelequias de la filosofía idealista burguesa.

Pero la palabra sigue siendo la misma y nosotros, los docentes, caemos víctimas de su mal uso. En el entendido de que toda teoría que se valida a si misma disociada de la praxis social es mala teoría, lo mismo sucede con la educación.

Toda educación y toda propuesta de enseñanza que sobre ella se sostenga y que se piensa alejada de la praxis social, jamás será per se, una práctica emancipadora. Y jamás apuntará, por tanto, al desarrollo crítico de los sujetos.

Ser crítico no es estar en contra de todo, eso es ser criticón. El sujeto crítico es aquel que piensa su praxis desde una perspectiva transformadora, aquel que se posiciona políticamente con la intención de modificar la realidad en base a los sentidos implícitos de la justicia social.

Eliminar el pensamiento crítico de la educación es eliminar toda posibilidad de transformación social, es enseñar a los pobres que su pobreza no tiene más remedio porque las formas culturales e históricas parecerían a priori incuestionables. Es comprender que no alcanza con ofrecer a los pobres el reino de los cielos. Eliminar el pensamiento crítico es caer definitivamente en la desesperanza e impedir a los estudiantes la posibilidad de entender el mundo. De entenderlo para transformarlo.

Porque como bien lo sabemos, hay una realidad objetiva a la que no podemos darle la espalda y, en definitiva, todo lo que hacemos y pensamos no es más que su reflejo. Somos el lugar que ocupamos en una estructura y somos, en definitiva, lo que hacemos para cambiar ese lugar.

Desde lo que enseñamos, a su vez, parece claro el consenso de que la teoría es también teoría de clases y de lucha de clases y que esa vigilancia sobre lo que enseño, es más que clave para un proyecto emancipatorio. Determinar cuál es la teoría que reproduce y cuál es la que transforma, en la escuela, parece clave en las formas de la emancipación de los docentes.

*) Licenciado en Educación Física (ISEF Udelar). Entrenador de fútbol (ISEF-Udelar). Actualmente cursando la Maestría en Didáctica de la Educación Superior (Centro Latinoamericano de Economía Humana).

Director coordinador de Educación Física, del Consejo de Educación Inicial y Primaria/Administración Nacional de Educación Pública. Maldonado-Uruguay.

(ANEP/CEIP). Integrante de la línea “Políticas Educativas y Formación Docente.

Educación Física y Prácticas Educativas”, adscripta al grupo de investigación sobre La Educación Física y su Enseñanza.

*) FAO

En Uruguay, el 36% de los niños tiene sobrepeso y el 12,2% sufre obesidad según la encuesta de Nutrición, Desarrollo infantil y Salud de 2018. Estas cifras aumentan un 1% por año en promedio, de acuerdo a cifras del Gobierno. Mientras, el 64,9 % de los adultos uruguayos ya tenía sobrepeso y obesidad en 2013, advertía la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles publicada ese año por el Ministerio de Salud Pública.

En este contexto, “el Parlamento uruguayo tiene una oportunidad histórica de aprobar una ley que reconozca explícitamente el Derecho a la Alimentación, para mejorar la coordinación institucional y garantizar la participación social en la elaboración de las políticas públicas que se refieren al tema”, dijo la Oficial Jurista de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Manuela Cuvi, al culminar una visita a Uruguay la semana pasada.

“La experiencia en la región nos demuestra que este tipo de leyes son herramientas que contribuyen al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en particular a la meta de lograr una Alimentación Adecuada, prevista en el ODS 2”, agregó Cuvi.

El proyecto de Ley Marco de Derecho a la Alimentación al que se refirió la oficial jurista de la FAO es una adaptación al contexto uruguayo de una ley modelo adoptada por el Parlamento Caribeño y Latinoamericano (Parlatino) en 2012. El proyecto de ley cuenta con los aportes técnicos del Observatorio del Derecho a la Alimentación de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República y de la FAO.

Contar con una Ley Marco de Derecho a la Alimentación permite una mejor coordinación entre las instituciones estatales que lo protegen e implementan políticas públicas para su ejercicio, además de asegurar la exigibilidad jurídica y la contribución activa de la sociedad civil para ejercer y proteger ese Derecho Humano. Este tipo de norma también facilita la integración regional, permitiendo la compatibilidad de las normativas de los países.

De aprobar dicha ley, Uruguay se sumaría a otros ocho países de la región que ya cuentan con este instrumento legal.

Durante la visita de la jurista de la FAO, el proyecto de ley fue comentado y analizado en el Parlamento Nacional en un Conversatorio para discutir los Avances y Desafíos Nacionales para el Derecho a la Alimentación Adecuada, organizado por el INDA y del Observatorio de Derecho a la Alimentación de la Universidad de la República, con el apoyo de FAO.

El mismo tuvo por finalidad favorecer un diálogo entre actores clave, entre los cuales se destaca funcionarios de gobierno, integrantes del Frente Parlamentario contra el Hambre de Uruguay, miembros de la academia y de la sociedad civil, para impulsar la resolución de proyectos de ley que se encuentran en discusión Parlamentaria o fueron aprobados recientemente y están estrechamente vinculados al Derecho a la Alimentación Adecuada.

“Estamos convencidos de la necesidad de consagrar el Derecho a la Alimentación Adecuada estableciendo una Ley Marco que va a tener que ir contemplando una realidad cambiante”, expresó el Director del Instituto Nacional de Alimentación (INDA) del Ministerio de Desarrollo Social.

El proyecto regional

La principal especialista en Derecho a la Alimentación de la FAO en América Latina y el Caribe vino a Montevideo para facilitar la fase presencial del curso “Políticas Públicas de Seguridad Alimentaria y Nutricional y Derecho a la Alimentación” implementado, en su fase virtual, por el Núcleo de Capacitación en Políticas Públicas, en el marco de un proyecto regional de “Apoyo para la implementación del Derecho a la Alimentación Adecuada”.

Más de 120 participantes (funcionarios, académicos e integrantes de la sociedad civil) de los cuatro países de ese proyecto (Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay) aprobaron ese curso semipresencial. En Paraguay y Bolivia ya se realizaron talleres nacionales como el celebrado la semana pasada en Montevideo y la instancia presencial en Chile tendrá lugar en las próximas semanas.

El proyecto regional de la FAO en el marco del cual se propuso el taller, es liderado por Cuvi en los cuatro países participantes pero se implementa en función de las necesidades específicas de cada uno.

En cada una de las fases locales del curso, se aprueba una hoja de ruta con recomendaciones para poder avanzar e impulsar el tema. La de Uruguay será presentada por el proyecto al Inda y a las personas que participaron del taller.

En el caso de Uruguay, la institución a cargo de desarrollar el proyecto es el INDA y supuso la contratación de dos consultoras, una especialista en Políticas Públicas de Alimentación y otra en Comunicación.

Para apoyar la implementación del Derecho a la Alimentación en Uruguay se vienen realizando actividades que apuntan a informar, debatir e impulsar la actualización de la legislación y además ampliar la comunicación del Derecho a la Alimentación a la ciudadanía.

*) La FAO es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y es la agencia especializada que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre. Su objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todos y al mismo tiempo garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y sana.

Con más de 194 Estados miembros, la FAO trabaja en más de 130 países. Todos podemos desempeñar un papel importante en la erradicación del hambre y la malnutrición.

En Uruguay, nos enfocamos en apoyar el cumplimiento del Derecho a la Alimentación Adecuada; avanzar hacia un sistema alimentario sostenible; acompañar la intensificación de la producción agropecuaria, reduciendo la brecha entre sectores urbano y rural y preservando los recursos naturales.

Por más información: http://www.fao.org/uruguay

*) Alberto Fernando Prandi De Césare

Resulta siempre complicado hablar de la temporada de verano al inicio de la misma, porque una mera imagen o una declaración de prensa pueden producir comentarios favorables o negativos, sin que nos detengamos a analizar si el mensaje se ajusta al menos levemente a la realidad.

Por eso, creo apropiado reflexionar juntos sobre lo que ha venido ocurriendo en los últimos años, incluyendo el actual período estival ya que no son tiempos aislados e independientes, por el contrario están fuertemente ligados entre sí, forman parte de ciclos y deben ser evaluados en su conjunto.

Y cómo en todas las áreas de actividad, existen los axiomas, muchos de ellos trascienden el pasado reciente y por ende, son una constante que define la actividad turística en su propuesta de Sol y Playa.

1er. Axioma:

No hay buenas temporadas si no hay un alto nivel de alquileres de casas y/o apartamentos, según el destino ya que las camas que se ofrecen en arrendamiento superan en una relación de 20 a 1 la oferta hotelera.

2do. Axioma:

Sólo con una fuerte presencia de turismo argentino se puede esperar un resultado positivo ya que asegura que se cumpla lo primero.

3er. Axioma:

Para que haya un verano exitoso y tener un número significativo de argentinos (axiomas 1 y 2) inexorablemente se requiere que la clase media del país vecino llegue a nuestras costas. Sin ese sector, no solo no hay resultados positivos, la actividad se vuelve inviable.

4to. Axioma:

Más allá del método para medir el ingreso de Turistas que en los últimos tiempos parecía duplicarse año a año, sin solución de continuidad, importan mucho más otros datos, por ejemplo los días de estadía y el gasto individual de los turistas.

Pero más importante es saber, cómo y dónde se produce ese gasto, cómo se distribuye, a quienes beneficia más allá de al Estado que recauda de todos nosotros. También conocer que pasa con las Pymes en este rubro, que pasa con los trabajadores del sector, en síntesis que pasa con esa gran clase media que depende directa o indirectamente del Turismo.

Hablar únicamente del número de personas que ingresan al país es no entender esta actividad, es vivir en un mundo paralelo. Puede haber muchísima gente pero si no gasta, tendremos temporadas mediocres siempre.

5to. Axioma:

Si los actores del Turismo, los empresarios, pequeños y medianos, la inmensa mayoría, no obtienen rentabilidad, lo que ha venido ocurriendo en los últimos cinco años, esta excelente herramienta de crecimiento económico e insustituible generador de empleo, será inviable ya que no habrá quienes quieran seguir invirtiendo en un rubro sin retorno o con pérdidas evidentes acentuadas por la preocupante zafralidad de esta actividad y esto ocurre cuando no hay un buena distribución de los ingresos cómo se dice en el axioma anterior.

6to. Axioma:

Si no se cumple el 5to. axioma y se revierte la falta de rentabilidad en la oferta de Sol y Playa, seguirá habiendo una caída permanente en los puestos de trabajo con contratos laborales por temporada que se rescinden al finalizar la primera quincena de enero ante la falta de resultados.

Esto implica que en Departamentos cómo Maldonado y Rocha esencialmente turísticos, un porcentaje grande, demasiado grande de sus residentes deberán afrontar penurias económicas. Toda una paradoja, por ejemplo, en un destino cómo Punta del Este con proyección internacional rodeado de la incuestionable aureola de pertenecer a esa reducida lista de balnearios de elite en el mundo. La pobreza genera inequidades pero también un incremento del delito, aunque lo que debería avergonzarnos es lo primero.

En los albores del inicio de un nuevo año, este repaso de axiomas pretende construir una conciencia turista que permita desarrollar las indispensables políticas de estado que pueden y deber ser impulsadas en primera instancia por el sector privado, ya es hora, que así sea. Feliz 2019 para todos mis compatriotas en especial para quienes han trabajado durante años por un país con mejor distribución de la riqueza, o sea, con un país con una actividad turística en serio, lo merecemos los de hoy y aún más los que estarán mañana.

*) Alberto Fernando Prandi De Césare (63), casado, 3 hijos y 1 nieta.

Operador inmobiliario de Punta del Este y La Paloma desde 1978.

Presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este (Adipe), por dos períodos consecutivos 2001-2003 y 2003- 2005.

Subsecretario de Turismo y Deporte a partir del 2005 integrando el gabinete del primer gobierno progresista en la historia del Uruguay.

Presidente de Rotary de Punta del Este en el período 2002-2003.

Presidente y socio fundador de la Asociación de Empleados de Inmobiliarias (Aedi) por el período 2003-2005.

*) Psic. Manuel Froilán Zavala Ayala

En la sociedad posmoderna, las personas están ávidas tanto de la individualidad como de la diferencia, de la tranquilidad como de la realización personal; se afinca en el presente, e indiferente al pasado, disuelve la fe en el futuro y en el progreso. Lo que importa es vivir aquí y ahora, conservarse joven sin esperar un hombre nuevo. Hay un desencantamiento en la monotonía de lo nuevo.

Muerto el optimismo, se instala la apatía que no cede ni ante el ídolo ni ante el tabú. La apatía es vacío ante la abundancia. Parece darse una ampliación de la persona: no hacia un personalismo responsable socialmente como lo imaginara Emanuel Mounier sino hacia un individualismo light que proclama su derecho a realizarse según su proyecto de vida a la carta.

La forma de vida se desestabiliza y se hace tolerante, se centra en la realización personal de uno mismo, no importando tanto triunfar en la vida cuanto realizarse continuamente, consciente de la precariedad de la existencia.

En la posmodernidad -o hipermodernidad, como a veces la llama Lipovetsky- lo social está presente pero no está en primer plano en el interés de las personas, sino ideológicamente ubicado como un telón de fondo. El individualismo se impone no como una reclusión del individuo en sí mismo; sino como una inclusión osmótica en lo social, asumido con indiferencia.

Los individuos se hacen cada vez más atentos a sí mismos, aún sin convicciones. Si bien el posmoderno no se halla totalmente despolitizado, ni con independencia soberana de lo social, estos y otros intereses son menores.

Personalizar es psicologizarlo todo. Las relaciones de amor se vuelven frágiles y fugitivas. Los sentimientos son mutables y las personas no evolucionan de manera sincrónica. Se pasa más velozmente de la euforia al aburrimiento o desánimo, incomprensión o irritación.

Las decepciones tienen como indicadores mayor número de separaciones, divorcios, conflictos por la custodia de los hijos, falta de comunicación íntima. Los seres humanos son incompletos y necesitan de otros para realizarse; pero si la felicidad depende de otros, entonces estamos condenados a una felicidad frágil: el otro se nos escapa y se entra en la renovación perpetua del consumo, que no se vive con placer sino como fracaso.

La identidad light posmoderna significa poder hacer ya lo que se desea.

Hay una plusvalía de la palabra y una minusvalía de la responsabilidad ante ella. Por ello, no interesa mucho lo que se dice, sino que se pueda decir. El interesado es el emisor y se convierte también en el principal receptor. Se da una indiferencia por el contenido. El narcisismo se convierte en expresión gratuita y vacía de interés para el gran público. Éste solo reclama el derecho de las personas a hablar en una era del vacío.

 

*) Licenciado en Psicología, especialidad Clínica (con Habilitación Profesional del MSP). Miembro Honorario en el Área de Negociación Antisecuestro (gerenciamiento de crisis) del Grupo Halcón de la Policía Argentina

Especializaciones en Suicidología: Red Mundial de Suicidiólogos (Representante Nacional hasta el año 2.008); Red Iberoamericana de Suicidiólogos (Argentina).

Miembro de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), desde el 10 de agosto de 2016.

Ex - Miembro de la Sociedad Mexicana de Tanatología.

Libros publicados: “Suicidio Infanto-Juvenil” - Cómo reconocer las Señales de Advertencia (Editorial Arandura. Año 2006); “El Suicidio - Un grito silente (Imprenta Tradinco. Año 2017). Disertante en múltiples eventos en varios países.

*) Prof. José Luis Corbo

“Donde existe la propiedad privada de los medios de producción y su secuela -la explotación del hombre por el hombre- no hay libertad para los trabajadores porque la libertad para el pueblo carece de una base objetiva real. En tales condiciones, la libertad tiene para el pueblo una importancia solamente formal, pues no puede gozar de ella.” (Yajot. O. 1968)

En la medida en que las relaciones sociales se suceden y esa base objetiva parece inmutable, renacen las formas de entender la libertad. Simplistas, banales, reduccionistas, injustas e inexplicables formas de pensamiento que de alguna forma u otra mezclan e intentan armonizar lo inconciliable en base a posiciones dudosamente funcionales a dichas relaciones.

Tal vez la más básica de ellas es la que alinea libertad y democracia. Parece ser que el simple hecho de poder votar, sumado a la instalación de los tres poderes, garantiza de alguna manera la libertad de los sujetos. Es decir que una cierta forma de pensamiento, una suerte de conciencia que, como decía Fromm, no es más que la simple reproducción de una conciencia social que es, a su vez, el producto de aquella base objetiva real, de la estructura, parecería ser el reflejo de la libertad.

No hay forma de sostener que democracia y libertad vayan de la mano. Simplemente porque la ideología es un producto de la estructura, de la base objetiva, y no es más que su reflejo en el mundo de las ideas. En las formas actuales del capitalismo, el trabajador votante jamás ejerce libremente su derecho al voto porque vota desde el sometimiento a una doctrina ideológica que es el producto de una situación de dependencia en función del lugar que ocupe en la lucha de clases y, por tanto, en sus relaciones de trabajo.

Un segundo enfoque es aquel que alinea libertad y anarquía. La libertad como expresión del hacer libremente y sin ningún tipo de condicionamiento. De esta forma, solamente soy un reflejo de mis actos jamás pensados pero que responden a una suerte de sentido común, que se siente libre pero que no es más que un sentido común normalizado, un producto también de la base real objetiva.

En este segundo grupo encontramos a los que se dicen libres de conciencia y expresan esa libertad mediante estados de contrahegemonía, en base a un mal

comprendido pensamiento crítico que, lejos de ser crítico, no es más que un fantoche inútil de algún tipo de expresión criticona. Este tipo de pensamiento de alguna manera sostiene, implícitamente, que puede existir algún tipo de libertad que no responda a las leyes naturales de los sistemas sociales y es, naturalmente, y desde una perspectiva materialista, tan improbable como sería intentar vencer las leyes de la naturaleza.

De alguna manera el liberalismo para la producción es una suerte de anarquía, ya que asume que la libertad de los mercados, de algún modo, va a encontrar una forma de autorregulación que sea justa para todos y que deje definitivamente de lado el sometimiento de los de abajo en manos de los poderosos.

Para el caso, la libertad de acción para algunos no es más que los pesares para otros.  Pero existe una tercer opción para pensar la libertad. En el entendido de la necesidad de respetar las leyes que regulan las relaciones sociales y de que todos los fenómenos reales son el efecto de determinadas causas que ameritan la deconstrucción del objeto de análisis, y que ese efecto será a su vez causa de aquello que real y objetivamente ocurre, la libertad de los sujetos se configura desde una educación necesariamente política que construye desde su eje transversal las formas para entender esa realidad objetiva.  No hay forma de pensar la educación más allá de la política.

Tampoco de resumir la educación a la expresión del sujeto como manifestación de libertad porque el sujeto no existe en solitario y toda expresión de libertad debe contener en si misma una forma implícita de disciplina social. La educación deberá construir las formas de esa disciplina social, de aquello a lo que voluntariamente decido someterme para ser parte de un proyecto que es de todos y para todos.

No hay forma de pensar la libertad más allá de las relaciones sociales, de una estructura política que, ubicando al hombre en el centro, se preocupe por la comprensión general de la base objetiva y que esa comprensión habilite a la construcción de una conciencia colectiva que se aleje, definitivamente, de aquella conciencia funcional a la clase dominante.  Más allá de eso, pensar en estas formas de educación emancipadora implica construir sujetos para destruir lo que a priori parece indestructible: la injusticia sostenida mediante relaciones de poder que se estructuran desde la restricción implícita de la libertad de los trabajadores.

 

*) Licenciado en Educación Física (ISEF Udelar). Entrenador de fútbol (ISEF-Udelar). Actualmente cursando la Maestría en Didáctica de la Educación Superior (Centro Latinoamericano de Economía Humana).

Director coordinador de Educación Física, del Consejo de Educación Inicial y Primaria/Administración Nacional de Educación Pública. Maldonado-Uruguay.

(ANEP/CEIP). Integrante de la línea “Políticas Educativas y Formación Docente.

Educación Física y Prácticas Educativas”, adscripta al grupo de investigación sobre La Educación Física y su Enseñanza.

*) Alberto Fernando Prandi De Césare

Durante más de 40 años, la propuesta de “Sol y Playa” en prácticamente toda la costa uruguaya, pero particularmente en Punta del Este, estuvo marcada por la presencia esencialmente, de turistas provenientes de Argentina. Del mismo modo, el 90% de las inversiones inmobiliarias fueron realizadas por desarrolladores e inversores provenientes de ese país, logrando un sostenido crecimiento del balneario hasta colocarlo entre los destinos más reconocidos a nivel internacional, lo que se mantiene hasta el día de la fecha.

En ese período la presencia de un turismo masivo y de alta fidelidad con poder adquisitivo alto y muy alto de nuestros vecinos del otro lado del Río, se iba complementando con las inversiones referidas que respetaban las reglas de la oferta y la demanda, dándole gradualidad a los cambios que todo crecimiento implica, más allá de ser cuestionados por quienes sosteníamos la necesidad de un crecimiento horizontal por lo vasto del territorio y no de alturas de entre 12 y 17 pisos, que eran consideradas entonces desmesuradas para este destino.

Fue así que hasta la finalización del siglo XX, salvo períodos puntuales de crisis regionales, la actividad turística era exitosa en Punta del Este por el gasto y el período de estadía de nuestros visitantes argentinos. El consumo de estos turistas era muy alto, había una fuerte presencia de una clase media robusta y los períodos vacacionales eran de entre 45 y 90 días.

Muchísimas familias cruzaban a Uruguay para vacacionar desde el 15 de diciembre al 15 de marzo. Esta situación hacía posible que la actividad fuera rentable para la inmensa mayoría de los empresarios y trabajadores, que independientemente de la “zafralidad” de la misma, les permitía a algunos comercios permanecer abiertos sin beneficio alguno en los meses siguientes, para brindar servicio a los pocos visitantes que venían durante el invierno, al tiempo que otros cerraban hasta la siguiente temporada.

Los empresarios tenían entonces una excelente rentabilidad y lo más importante, los trabajadores podían vivir todo el año con lo producido durante el verano. La actividad turística garantizaba, nada menor, una adecuada distribución de la riqueza generada, entre toda la población de no más de entre 60.000 a 70.000 personas que vivían en forma permanente en la zona en esos años.

Pero con el inicio del siglo XXI, todo cambió y allí comenzaron los problemas del sector, la tendencia de permanecer largos períodos se fue sustituyendo por otros más cortos, primero un mes, luego 15 días hasta llegar a la actualidad con un promedio de entre 4 y 6 días según las condiciones cambiarias.

La clase media de ambos lados del Plata vio seriamente disminuidos sus ingresos, muchos dejaron de venir, otros lo hicieron por pocos días pero aun los que permanecían por más tiempo, redujeron drásticamente el gasto al que estábamos acostumbrados. Cómo si todo esto fuera poco, se agregó una nueva tendencia, de utilizar los últimos días de diciembre y la primera quincena de enero en desmedro de la segunda y del mes de febrero que pasó a ser absolutamente secundario, casi comparable con diciembre o marzo.

Como consecuencia de todo lo anterior, se perdió rentabilidad, nadie o muy pocos pueden obtener resultados positivos en un período tan corto. Cayó el empleo, los contratos de temporada fueron recortados a esa primera quincena y no hubo capacidad de respuesta de ningún tipo, para intentar generar alternativas; muchos prefirieron ignorar la realidad, colocarse una venda en los ojos aunque tenían la responsabilidad histórica de enfrentar estos nuevos desafíos y revertir sus consecuencias.

La única “propuesta” fue modificar las ordenanzas de construcción u otorgar excepciones a las mismas, permitiendo más y más altura. Así se fue creando “una sobredosis de hormigón” en el balneario que le quitó buena parte de su belleza, afectando el ecosistema de Punta del Este, dañando el equilibrio de sus dunas, sus parques y sus bosques y así ha seguido ocurriendo hasta la fecha, pensando que así se iban a solucionar todos los problemas.

No fue así. Perdimos miles de turistas de alto poder adquisitivo que no quisieron seguir viniendo a un destino que les ofrecía torres por doquier o sea más de lo mismo que tienen en sus ciudades de origen y lo que es peor pagamos ese alto precio pero no resolvimos ni por asomo el problema laboral de nuestra gente ya que si no hay actividad turística e inversiones inmobiliarias reales, no hay industria de la construcción ya que ésta depende del turismo.

La prueba es que hoy en Maldonado existen los niveles más bajos de la construcción en décadas; está claro que no valió la pena “dañar” los recursos naturales de un lugar como éste en tanto no son infinitos y que debieron y deben preservarse siempre. Este panorama está lejos de revertirse por la enorme sobre oferta que se generó en los últimos quince años por los beneficios que obtenían los inversores pero sin responder a una demanda concreta.

Por otro lado, la población estable se cuadriplicó, por familias provenientes de todo el país que pensaron que podían mejorar su calidad de vida en este lugar y cómo eso no ocurrió, pasamos a tener decenas de asentamientos, dónde muchos compatriotas viven en condiciones de una precariedad que duele y mucho, pero lo que es peor, seguirá creciendo, creando enormes problemas sociales y de seguridad.

Hoy no hay una distribución real de la riqueza que genera el turismo, sólo los hoteles y la gastronomía de alta gama, así como las propuestas de altísimo nivel tienen ingresos acordes, riqueza para unos pocos, miseria o penurias económicas para la inmensa mayoría, la clase media, las Pymes, la estructura del país, la que sostiene el desequilibrio, está desmoralizada y atraviesa su peor momento en mucho tiempo.

Así llegamos a esta temporada que mostró, cómo era previsible, niveles de ocupación, estadía y gasto extremadamente bajos, previéndose una caída mayor al finalizar la misma; pero tampoco fueron buenas las anteriores, aunque se diga lo contrario, los mismos números oficiales demuestran que en el 2018, temporada récord para los expertos, el gasto y los días de estadía promedio siguieron bajando como ha venido ocurriendo en los últimos años.

Entonces llegó el momento de detenernos a pensar. Ya no hay rentabilidad y por ende no hay trabajo para buena parte de la población porque tampoco se generaron industrias u otras actividades alternativas a la temporada de verano. No podemos, no debemos, seguir mirando para otro lado y empezar de nuevo con la noria de que va a pasar en la próxima temporada.

Lo adelanto, más de lo mismo o peor, a menos que reaccionemos y diseñemos un modelo nuevo, entender que la enorme recaudación que aún en estas condiciones genera el Turismo, no pueden servir únicamente al gobierno de turno que recauda siempre, que los actores del Turismo, empresarios y trabajadores debemos exigir políticas de turismo serias, planificadas, elaboradas por expertos que empiecen por reconocer nuestra realidad y al mismo tiempo, aliviar la carga fiscal para que no sigan cerrando empresas, para que no siga aumentando el desempleo, para que la quimera de romper la estacionalidad sea una realidad que permita obtener una rentabilidad digna. Empecemos ya, empecemos hoy antes que sea demasiado tarde.

*) Operador inmobiliario de Punta del Este y La Paloma desde 1978.

Presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este (Adipe), por dos períodos consecutivos 2001-2003 y 2003- 2005.

Subsecretario de Turismo y Deporte a partir del 2005 integrando el gabinete del primer gobierno progresista en la historia del Uruguay.

Presidente de Rotary de Punta del Este en el período 2002-2003.

Presidente y socio fundador de la Asociación de Empleados de Inmobiliarias (Aedi) por el período 2003-2005.

*) La FAO 

La convocatoria Saberes y Sabores, cuyo objetivo fue destacar el rol clave de estas mujeres en la promoción de una alimentación saludable, es parte de la campaña regional por la autonomía plena de las mujeres rurales e indígenas de América Latina y el Caribe #MujeresRurales, mujeres con derechos, liderada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Las mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes son depositarias de saberes ancestrales de gran importancia para la protección de la biodiversidad agrícola, los que se expresan en recetas tradicionales, saludables y en emprendimientos rurales.

Estos saberes y conocimientos son de gran utilidad para hacer frente a los profundos cambios que han sufrido los sistemas alimentarios de la región en las últimas décadas.

La iniciativa contó además con la participación de la Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar del Mercosur, de ONU Mujeres; del Consejo Agropecuario Centroamericano; de la Secretaría de Agricultura Familiar de Brasil y del Ministerio de Ganadería y Agricultura de Uruguay.

A través del Blog Saberes y Sabores, el concurso recibió 171 postulaciones de recetas que promueven la alimentación tradicional y saludable. También, participaron iniciativas de emprendimiento rural que fomentan la protección de la biodiversidad agrícola en los países de América Latina y el Caribe.

Las ganadoras de cada categoría del concurso serán premiadas en el III Coloquio Internacional de Feminismo e Agroecología, que se llevará a cabo en abril en Pernambuco, Brasil. Ambas experiencias serán difundidas por la FAO en los países de la región.

 

*) La FAO es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y es la agencia especializada que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre. Su objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todos y al mismo tiempo garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y sana.

Con más de 194 Estados miembros, la FAO trabaja en más de 130 países. Todos podemos desempeñar un papel importante en la erradicación del hambre y la malnutrición.

En Uruguay, nos enfocamos en apoyar el cumplimiento del Derecho a la Alimentación Adecuada; avanzar hacia un sistema alimentario sostenible; acompañar la intensificación de la producción agropecuaria, reduciendo la brecha entre sectores urbano y rural y preservando los recursos naturales.

Por más información: http://www.fao.org/uruguay

*) Prof. José Luis Corbo

“La sociedad burguesa no se basa en la cooperación consciente con miras a la existencia y la felicidad de sus miembros. Su principio vital es otro. Cada uno se empeña en trabajar por sí mismo, y está obligado a pensar en su propia conservación. No existe un plan que determine cómo ha de satisfacerse la necesidad general” (Max Horkheimer, 18951973)

Parece ser que el mundo funciona en base a una lógica subyacente, invisible, que orienta a los sujetos para la búsqueda de un ideal de éxito que no es otro que el impuesto por las formas que propone la cultura dominante. Parece estar claro también, que la única forma de pensar en sujetos exitosos en la sociedad actual es aquella que se asocia a la acumulación de cierto capital económico significado en la posibilidad de consumir más que los otros, que los que no acceden a esas formas del éxito: gasto porque tengo y tengo porque soy exitoso.

Si bien ese análisis es muy básico, y podríamos acordar que hay otras formas de entender el éxito, también acordaremos que, casi sin percibirlo, en la mayoría de nuestras prácticas somos dominados subliminalmente por aquella asociación inicial. Simplemente porque está claro que así funciona la sociedad ahora, y en la carrera por salvarnos mientras el resto se hunde, el dinero siempre funciona como la zanahoria.

Es triste pero real que los sujetos se describen mucho más por lo que tienen que por lo que son. Sabemos más cuantos millones tiene Bill Gates que lo que hace en sus ratos libres. Lo que no parece estar muy claro, es el por qué no seguimos a la figura del empresario exitoso, sino que aludimos de forma permanente y de modo reiterado al uso perverso de esa idea. Lo hacemos en la calle, lo hacemos en las charlas informales, y muchas veces lo hacemos con nuestros alumnos en las aulas. Simplemente porque no analizamos el texto oculto de nuestro mensaje.

En las escuelas, el abandono de la pedagogía crítica frente a una supuesta “pedagogía del disfrute”, en ejemplos como los de Ken Robinson, terminan dando por tierra la necesidad de situar a los sujetos en su contexto socio político para construir los objetos de conocimiento. Parece ser que si lo que aprendo lo disfruto, no hay necesidad de entender el mundo.

¿Cuál es el lugar de la criticidad en esa lógica del disfrute? ¿Alcanza con disfrutar lo que hago, o necesito realmente analizar política e ideológicamente el porqué de ese disfrute o el porqué de las formas que, imperceptiblemente, me habilitan a disfrutar de eso y no de otras cosas? ¿Es realmente el disfrute una virtud del talento para el hacer o es el producto de un condicionamiento de la “industria cultural”?.

Más allá de lo que significa el disfrutar lo que aprendo, y en su vínculo con la idea inicial, lo preocupante es que la mayoría de los ejemplos que nos muestran en las charlas TED -entre otros productos de esa industria cultural- cierran su análisis con la alarmante idea de que ellos, los ejemplos de los ejemplos, son el modelo del éxito a perseguir, porque hoy su fortuna asciende a una importante cantidad de dinero y los hablita en relación con la posibilidad de participar de las formas del consumo que en otro momento les fueron negadas.

Nos bombardean con testimonios de empresarios exitosos convertidos en frases de autoayuda, y promocionan libros de fácil lectura que nos enseñan a ganar dinero… y todos ellos parecen responder a la misma idea: si me salvo yo, poco me importa el resto. La idea de dominación, histórica desde los comienzos del mundo, se esconde también subliminalmente, sobre la naturaleza y sobre el resto de los sujetos.

Y el que domina la base de la estructura, las relaciones de producción, gozará de los privilegios por sobre los desprovistos. El exitoso cambia su lugar rápidamente y su visión del mundo cambia. Su discurso gira dialécticamente, aunque su desarrollo ideológico no lo acompaña, porque sabido es que la superestructura cambia más lento. Es decir, las relaciones de trabajo cambian, pero la ideología permanece y, por tanto, condiciona las relaciones.

Es importante comprender que nuestras prácticas reproducen o liberan, pero difícilmente puedan hacer ambas cosas a la vez. Si creemos en la necesidad de cambiar, debemos deshacernos de la reproducción impensada, del hacer automático y de las modas pedagógicas porque ellas, esas modas, también responden a un mecanismo preelaborado de la industria de la manipulación.

Entendamos de una vez por todas que el dinero no puede ser el fin en sí mismo ni el trabajo la cosa en sí. Enseñemos a nuestros niños a descubrir fines y medios, aunque eso signifique despojarnos de historias que dicen otra cosa y de historias que, si bien cambian sus formas, siempre responden a los mismos intereses.

*) Licenciado en Educación Física (ISEF Udelar). Entrenador de fútbol (ISEF-Udelar). Actualmente cursando la Maestría en Didáctica de la Educación Superior (Centro Latinoamericano de Economía Humana).

Director coordinador de Educación Física, del Consejo de Educación Inicial y Primaria/Administración Nacional de Educación Pública. Maldonado-Uruguay.

(ANEP/CEIP). Integrante de la línea “Políticas Educativas y Formación Docente.

Educación Física y Prácticas Educativas”, adscripta al grupo de investigación sobre La Educación Física y su Enseñanza.

*) Lic. en Psicología Adriana Savio Corvino

En nuestro país, la justicia penal ordena que en casos como el del matador de Marcelo Roldán -Alias “El Pelado”- el mismo sea periciado por el Instituto Técnico forense o en su defecto, como se determinó para dicho caso, sea derivado a estudio en el Hospital Vilardebó.

Recordamos, como lo analizado en la columna pasada, que el matador de Marcelo Roldán fue procesado por homicidio y vilipendio, ofensa post mortem de la víctima, con agravamiento por actos canibalicos y posteriormente, como si esto fuera poco, debió ser vuelto a derivar al hospital Vilardebó donde se lo internó por unas horas, a razón de la comisión de un acto de Auto-Sarcofagia (auto canibalismo), ya que el Sr. Víctor Hugo Pereyra Da Silva, había desmembrado un dedo de su mano y la había comenzado a comer entre dos panes.

Es importante mencionar que este tipo de caso; con un atentado de estas características canibálicas y feroces hacia la víctima; así como lo agregado no menor, de comisión de autosarcofagia, ha sido único hasta la actualidad en la genealogía criminal de nuestro país. Desde el punto de vista clínico-dinámico hay un sinfín de factores en juego dentro de una mente de tal complejidad como la del matador en cuestión.

Sin embargo, lo que sí queda claro, es que como sistema de salud mental e intervención criminal estamos necesitando encarecidamente la especialización de recursos tanto técnicos, como a nivel del funcionariado de los centros de salud para intervenir y acompasar este tipo de mentes; que por más que aparenten originalidad macabra entre muchas, actualmente se están comenzando a replicar cada día, con más asiduidad.

El qué hacer acerca de la intervención del matador de Marcelo Roldán, puso en jaque un sinfín de engranajes que han conmocionado tanto los ámbitos de la salud mental en sus aspectos más técnicos y doctos de la teoría y la clínica práctica, como a todos los equipos de abordajes humanos y reales que se hallan en contacto con este tipo de poblaciones y que cuando toman contacto con situaciones de este caris, expresan la necesidad de concientizar acerca de la urgencia de especialización de recursos e instalaciones tanto desde lo logístico como desde la infraestructura sanitaria.

Este aspecto no es por capricho ni por necesidad ideológica, sino fundamentalmente para darle seguridad a la sociedad civil, apoyatura acorde al poder judicial en su sanción judicial y cobertura digna y humana a los equipos de intervención sanitaria en cuestión, que son los primeros y los últimos en tomar contacto con este tipo de producción social, llamada “preso especial”, que también tiene derechos al igual que todos, incluyendo a  los enfermeros, médicos, psicólogos, psiquiatras y ciudadanos en su totalidad que vivimos en este país.

Hace mucho tiempo uno de mis grandes mentores de la psiquiatría clínica grado cinco de la Facultad de Psicología Udelar me dijo apenado: “…en esta sociedad a los presos y a los ´locos´…nadie los quiere…nadie quiere trabajar realmente con ellos…”.

Y creo que sin ánimo de centrarnos en el derrotismo que la mayoría de las veces nos define socialmente, y más cuando de intervenir en estos planos de tal delicadeza se trata; hay que reconocer que en la actualidad estamos asistiendo a un problema de ADMINISTRACION de los RECURSOS SANITARIOS que falla en función de malas conceptualizaciones o poco agiornadas en lo clínico y en este caso, lo clínico vinculado especialmente a lo judicial-criminal.

La causa criminal se actualiza a la par del avance de la historia. A medida que la humanidad avanza, lamentablemente la causa criminal también lo hace y complejizándose en sí misma con una mayor sofisticación que deja atrás a los métodos con los que se periciaba en una antigüedad a la mente del “mal”. Por eso, eso de la “Justicia nunca duerme” aplica al Crimen, que tampoco lo hace.

Michael Focault ya hablará de BIOETICA refiriéndose a la importancia de Administrar los Recursos Sanitarios y los acentos hechos sobre la salud social, cosa que, si se halla ecuánimemente orientada, podría referenciarse a una sociedad que goza de una asertiva BIO-ADMINSITRACIÓN de la salud de sus ciudadanos; cosa que los dignifica en derechos humanos y les ofrece seguridad ciudadana al mismo tiempo como un resultado óptimo esperable.

El concepto clave se centra en que, no solamente por razones únicamente económicas y administrativas -que pueden ser muy discutidas en función de sobre qué tipos de intereses se forjan- se puede tallar o definir una Ley Ordenadora de la Salud y mucho menos de la Salud mental de una país; pues si no hay equilibrio bioético ante la calidad con la que se trata la salud de los usuarios, es un acto que podría estar atentando frontalmente contra: la integralidad psico-física, social, cultural y finalmente son socavando la dignidad de la existencia humana; arremetiendo así, contra los derechos más fundamentales y por ende derechos humanos, como el de ser sujetos libres en capacidad de integrar y participar socialmente y el de ser felices por lo que somos humanamente.

Actualmente el 59% de la población del Hospital Vilardebó son paciente judicializados; esto ha colmado en el caso de esta institución, las plazas y ha dejado menos espacio habilitado para pacientes con otras causales. Actualmente lo que está sucediendo a nivel sanitario, es no únicamente un cambio en la cantidad de población derivada a internación, sino en la calidad de la misma.

Si bien la nueva Ley de Salud Mental Nº 19.529, sancionada el 16 de julio de 2018, no hace referencia a “pacientes judiciales”, es una realidad contundente actual, que a la población esperable se le suma la calificada como “judicial” siendo pacientes con cuadros adictivos de internación compulsiva (psicosis adictivas) y diversos diagnósticos que deben interpretarse según la causa; tratándose la mayoría de cuadros que, desafían al personal en cuanto a seguridad dentro de las instalaciones como en recursos técnicos supra especializados y de materiales para intervenir debidamente en nombre del bien de la institución, el cuerpo funcional y el propio paciente “especial”.

Desde la bioética y la administración social más crítica, no debemos olvidar que tanto las instituciones carcelarias como las instituciones de salud mental son en ambos casos, centros de reclusión y de encierro. Como tal, son optimizables en y dentro de su esencia misma, sin requerir la eliminación o desaparición de los mismos.

La desmanicomialización puede ser generada desde y a partir del interior de la propia institución sin necesidad de destruirla ni eliminarla como centro de reclusión, de sanidad y de rehabilitación validado socialmente en función del producto que genere.

En pocas palabras, mejorar los recursos con los que contamos y no derribar todo lo que tenemos hasta el momento sería un poco la idea central del tema. Al hospital Vilardebó, siendo el mismo el que se toma como referencia de judicializados; podría ser importante adjudicarle un área o unidad de pacientes por causales judicializadas, con especial seguridad y formación adecuada de personal adjudicado.

Las Casas de Medio Camino, como se expone en la nueva ley, siendo señaladas como la institución “salvadora” en cuanto a la derivación a las mismas con el fin de Descongestionar, claramente no cuentan al día de hoy, con un equipo humano ni tampoco de infraestructura necesaria para contener pacientes judicializados.

Pensemos principalmente en el tema SEGURIDAD. Los pacientes con causales judiciales, en la mayoría de los casos, clínicamente presentan en términos generales, estructuras de base con trastornos de personalidad, donde la manipulación, mentira y captación de “complementarios” como lo son por excelencia otros pacientes psicóticos o con cuadros más cronificados, pueden significar factores claros de amenaza, que ponen en riesgo a todos, incluyendo al paciente judicializado.

Es más que clara la necesidad de un Hospital Psiquiátrico Penitenciario, tanto autónomo del histórico Vilardebó como incluso, a modo de una unidad especializada dentro del mismo predio.

Esta separación por complejidad de los cuadros psiquiátricos y los trastornos de personalidad presentes en las fojas judiciales, es VITAL y URGENTE. Así como también debemos comprender, que se desprende naturalmente de una concientización acerca de la diferenciación que debe hacerse entre pacientes cronificados, agudos y pacientes judicializados con claros trastornos de la personalidad -a pesar de que sean alternados por PDA o irrupciones psicóticas “Tormentas psicopáticas”- entre otros.

En referencia a esto último, se trata el caso del matador de Roldán, el cual, independientemente de constatársele ataques de ansiedad aguda -que en parte lo llevaron a comerse parte de su propio cuerpo-, y desordenes más del tipo psicótico agudo e incluso posiblemente delirante de a momentos, no deja de ser de base un psicopático de elevado nivel de complejidad mental integrando conductas altamente peligrosas de homicidio re editativo y compulsivo, desempatizado brutalmente; y con un claro control manipulatorio de la realidad en la que se encuentra y se encuentra todo su entorno, demostrando sadismo y altos niveles de cinismo claramente presentes en el tipo de escenas ocasionadas.

Pensar a este recluso como “un paciente psicótico más” no solo está demostrando carencia de especialización del conocimiento psicopatológico diferencial criminal y forense a la hora de evaluar al recluso, sino una fusión que obliga a errar nuevamente con los métodos que se elegirán a futuro para administrar bioéticamente este tipo de poblaciones judicializadas dentro de las Instituciones Sanitarias Mentales; y con qué y cuáles recursos se creerá que se podrán canalizar correspondientemente a lo que padecen y al peligro que pueden significar para la población intra y extramuros institución.

Por otra parte, el Mec. Nac. de prevención de la Tortura (MNP) de INDDHH el 5 de junio del año pasado, alarmó sobre la sobrepoblación del Vilardebó y el hacinamiento en pacientes judicializados específicamente. El 40% del 59% que se hallan institucionalizados por causales de estas características, no deben continuar en su permanencia, pero en la mayoría de los casos son demorados por la falta de celeridad del sistema judicial con relación a los egresos. Reciben el alta médica, pero no es a la par de la refrenda de la justicia que habilita fehacientemente el egreso.

Finalmente dejar en claro que la Desmanicomialización debería ser pensada como objetivo que argumente justamente, la necesidad imperiosa de especialización en la intervención de los equipos clínicos sanitarios, desde el enfermero, hasta el director del Centro; pero también buscando un mayor compromiso REAL, con la responsabilidad sanitaria y civil.

Los pacientes psiquiátricos y los presos son una producción social y comunitaria de TODOS como sociedad; si les damos vuelta la cara, lo estamos haciendo con nosotros mismos y con nuestros herederos sociales. La economía del mundo podrá seguir girando y avanzando a sus anchas, pero hay cosas como los derechos humanos, la dignidad y la salud de una población que no pueden ser etiquetadas con un costo; y mucho menos cuando esos actos dejan de a pie a las áreas más vulnerables y de privadas de una sociedad.

*) Especialista en Psicología Forense y Psicología Criminológica – Perú. Maestrado en Derechos de la Infancia, Adolescencia y Políticas Públicas -  UdelaR. Promotora DDHH Mec. Directora del Instituto de Psicología Forense del Uruguay (I.C.P.F.U.).

Facebook: I.C.P.F.U. - Facebook: Adriana Savio Corvino – WhatsApp: 091 434 174 – correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla. – YouTube: Canal TV Forense Psic Forense Adriana Savio Corvino.

Por contacto con la Psic. Forense Adriana Savio Corvino, directora ICPFU, Montevideo, Uruguay, como para información acerca de cursos conferencias y charlas forenses, contactarse con el teléfono: +5928-091434174, o al correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla., únicos medios de contacto.

*) Mauro Mendiburu Benedetto

El 27 de julio de 2016, en MaldonadoNoticias.com, escribíamos un artículo con el título: “La economía argentina. El Péndulo de Diamand”, haciendo referencia al artículo del periodista Ernesto Tenembaum publicado en El Cronista, llamado “Carta urgente para Macri”.

En el subrayábamos el trabajo del Ing. Marcelo Diamand de 1983, “El Péndulo. Hasta cuándo?”, en el que relataba los procesos históricos de la economía argentina, pasando desde gobiernos populares hacia los conservadores, una y otra vez, describiendo el proceso económico de cada uno de ellos.

Luego de asombrarnos con la exactitud de las predicciones del Ing. Diamand (casi que describía el auge y ocaso de las políticas económicas K, con 30 años de diferencia), dábamos libertad al lector para que leyera cómo evolucionaría la economía argentina con las políticas ortodoxas implementadas en ese momento, o sea, julio de 2016.

Si Ud. no lo leyó, le subrayo lo que Diamand escribió en 1983 sobre cómo nace y evoluciona la estrategia económica conservadora en Argentina: “Sus respuestas frente al problema son una serie de propuestas que involucran una brusca devaluación, un aumento de los ingresos agropecuarios, una caída de los salarios reales, una drástica restricción monetaria, una recesión… y un deliberado esfuerzo en atraer capitales extranjeros” (clara descripción del año 2016 en Argentina: devaluación en diciembre de 2015, ajuste fiscal, lluvia de inversiones prometidas) y luego continúa: “Esa política puede lograr ciertos éxitos al comienzo. La tasa de inflación, que siempre aumenta inicialmente a raíz de la devaluación, más adelante suele disminuir, los capitales financieros afluyen del exterior y el salario real en parte se recupera” (una vez más, clara descripción del año 2017 en Argentina, donde destaco la bicicleta financiera, también estudiada por este medio).

Y para los que no leyeron el final de este texto: “Sin embargo, en algún momento del proceso sobreviene una crisis de confianza. El flujo de capitales financieros se invierte. Los préstamos del exterior que habían ingresado comienzan a huir. Se produce una fuerte presión sobre las reservas de divisas, una crisis en el mercado cambiario y una brusca devaluación. Caen los salarios reales, disminuye la demanda, la tasa de inflación una vez más aumenta vertiginosamente y se vuelve a caer en recesión, más profunda que la anterior”.

Esta es la descripción que Diamand hace de la economía argentina de 2018; solo le faltó decir que ante la corrida de capitales financieros se recurre al FMI.

Tal es el acierto de las predicciones del Ing. Marcelo Diamand, que podría asombrar a los lectores de este artículo. Aunque en realidad no es otra cosa que la aplicación de la teoría económica en su esplendor. En aquel artículo del año 2016 pensábamos que llevaría 3 o 4 años cumplir esta profecía. En aquel momento, julio de 2016, pocos nos atrevíamos a predecir el desastre económico de estas políticas, y pocos nos escuchaban cuando afirmábamos que la crisis era cuestión de tiempo.

Lejos de preocuparse, muchos administradores locales, inmobiliarias, cámaras empresariales, operadores y gobernantes; estaban felices por la buena temporada del año 2016, y las mejores que sobrevendrían con estas políticas económicas. Sus críticas iban hacia las políticas económicas nacionales.

Vaya para ellos este mensaje de fin de año 2018: “El péndulo de Diamand sigue su inexorable curso en la economía argentina”, pues es así como terminaba nuestro artículo de aquel 27 de julio de 2016, en MaldonadoNoticias.com. Quizá alguna vez, algún dirigente local entienda el valor del término “inexorable”, o entienda algo de Economía.

*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es asesor de inversiones financieras.

*) Prof. José Luis Corbo

“Que el pensar haya de destruir algo, no importa para nada lo que sea, en principio no es argumento contra este pensar si la destrucción es forzosa, es decir, si la cosa requiere una destrucción semejante. Pues una tal destrucción, si se trata de un pensar real y no de una mera manipulación sofística, no es un juego inmotivado que sale a ejercer el pensar para, tal como se dice, dar por tierra a alguna cosa, sino que está motivado por la cosa misma; de lo contrario no será válido” Adorno, Theodore (1909-1969)

Parece ser que el mundo conspira a favor del no pensar. La urgencia de lo inmediato y la inmediatez de lo burdo promueven un tipo de pensamiento no pensado, una forma de comprender la realidad que no trasciende lo meramente respirado, lo recibido desde la perspectiva del sinsentido, del mensaje implícito que el propio desconocimiento incluye en su esencia.

La costumbre, la naturalización, el abandono por el cansancio y el descreimiento endémico, general y absoluto sobre el todo, nos condiciona la vida. Es más fácil la ignorancia porque, como ya dijo algún genio, la tristeza es causa del saber, cuanto más se sabe más infeliz se es.  Y cuanto más te enteras de algunas cosas, más desearías no haberte enterado.

Es innegable que el mundo ha cambiado y el discurso posmoderno dice que es deseable adaptarse a los cambios, aunque esos cambios impliquen el sometimiento a las formas que diseñan las estructuras para nosotros, a la realidad objetiva de la injusticia y al carácter estático de la desigualdad. En ese discurso de la desesperanza, los pobres siempre son pobres y el poder siempre está del otro lado. Porque si bien el mundo cambia, eso parece no cambiar.

La fuerza de los discursos y su trabajo incansable sobre la estructura del pensamiento, lo explícito y lo encubierto de los modelos actuales, nos transforman en lo que hoy somos. Lo preocupante es que esa transformación es inconsciente y no responde a un sujeto como tal, sino al carácter global de la humanidad.

Y parece ser, que en esa construcción que nos proponen, el tener le ganó al ser. Lo banal se publica y los abusos se aplauden. El consumo enaltece y la pobreza se esconde. Y la catarsis se disuelve en un espacio virtual.

Lo que alguna vez prometía ser ideología, dio lugar a la doctrina ideológica, aquello impuesto por intereses no siempre visibles, creado para manipular a los sujetos en función de una estructura de pensamiento prestablecida, y al servicio de algo. En algún momento nos convencieron a los de abajo que el secreto de la felicidad era parecerse a los de arriba, y así nos acostumbramos a pensar.

No accedemos a lo mismo, intentamos consumir lo mismo, aunque no podamos, y las formas de inclusión que nos prometen solamente nos habilitan a participar de esa maquinaria de consumo. Ideológicamente nos construyen para consumir y el modelo que nos proponen es el del consumidor no pensante.

Pensar da miedo. Porque pensar implica una ruptura. Implica la destrucción de lo impuesto para la construcción de lo propio, de lo libre. Como nos decía Adorno, la ruptura para el caso no sólo es necesaria, sino que es urgente. Porque la ruptura la pide la cosa, es la cosa la que pide a gritos ser destruida.

No hay forma de explicar este estado de barbarie en el que nos hemos sumergido sin destruir el discurso insostenible del progresismo, porque el propio progreso es violento en la medida en que… “como un dominio de la naturaleza plantea una suerte de nexo de culpa, se reproduce en las relaciones mutuas de los hombres e incuba así, él mismo, las fuerzas que se dirigen contra el progreso” (Adorno, 2015)

Necesitamos someternos al ejercicio urgente de comprendernos como sujetos históricos. Necesitamos comprender nuestro recorrido en el mundo, nuestro desarrollo y nuestra decadencia. Necesitamos, quizás, desprendernos de la idea del progresismo lineal, porque parece estar más que claro que muchos avances implican un retroceso. Un retroceso que parte de su ser destructivo, para comenzar a construir.

 

*) Licenciado en Educación Física (ISEF Udelar). Entrenador de fútbol (ISEF-Udelar). Actualmente cursando la Maestría en Didáctica de la Educación Superior (Centro Latinoamericano de Economía Humana).

Director coordinador de Educación Física, del Consejo de Educación Inicial y Primaria/Administración Nacional de Educación Pública. Maldonado-Uruguay.

(ANEP/CEIP). Integrante de la línea “Políticas Educativas y Formación Docente.

Educación Física y Prácticas Educativas”, adscripta al grupo de investigación sobre La Educación Física y su Enseñanza.

*) Psic. Manuel Froilán Zavala Ayala

Llega la Navidad y las ciudades se iluminan con luces navideñas, música o villancicos que se escuchan en cada rincón y se respira un ambiente de felicidad. Además, centenares de personas llenan las calles cargadas con bolsas de comida y regalos para las fechas.

Todo esto se da ya que se suele relacionar la Navidad con la alegría, las compras, salir a la calle, comidas de Navidad entre amigos, pasar tiempo en familia… Pero mucha gente (más de la que pensamos) se siente obligada a sentir esta felicidad, provocando malestar, presión, obligación o incremento del estrés y depresión en Navidad.

La llaman depresión navideña, depresión blanca o blues de Navidad. No aparece en ningún manual de clasificación de enfermedades mentales. Pero existe: un síndrome caracterizado por un estado de ánimo melancólico que aparece en las fiestas navideñas. Sus síntomas se parecen mucho a los de la depresión verdadera.

Una de las causas más frecuentes es el duelo por un ser querido. Y es que estas fiestas suelen ser las ocasiones en las que más se notan las ausencias de las personas que han muerto. Esta sensación es especialmente fuerte el primer año, es decir, durante las primeras fiestas en que la persona no está.

Otro motivo es la ausencia de personas queridas no porque hayan fallecido, sino porque se han distanciado, a causa de enfados, peleas, separaciones o porque viven lejos. En estos casos, a la ausencia se añaden sensaciones como la culpa y la soledad ante lo que podría estar ocurriendo y sin embargo no sucede.

También la añoranza es uno de los motivos recurrentes de la depresión navideña. "Pensamos que las Navidades del pasado eran felices, porque teníamos niños, o porque teníamos otras características". Está claro que, muy a menudo, la memoria selectiva lleva a idealizar el pasado y a tener la sensación de que antes todo era maravilloso, cuando en realidad no es así. Ese caprichoso comportamiento de los recuerdos también puede contribuir a sentirse mal en la época de Navidad.

La llegada del fin de año, por otra parte, promueve que mucha gente haga un balance del año. A menudo el saldo no es positivo, debido a los proyectos no concretados, las pérdidas sufridas u otros elementos negativos.

Muchas personas que atraviesan una situación económica difícil se sienten mal por no poder comprar esas cosas que “debemos” comprar.

El mandato social, la "obligación" de que en estas fechas “debemos” ser felices. Los medios y las redes sociales ayudan a crear la sensación de que, en efecto, "todo el mundo" es feliz. Como contrapartida, lo que muchos sienten es: "Todo el mundo es feliz, menos yo", lo cual agudiza su malestar.

Muchas son las personas que no disfrutan de estas fiestas, a otras les parece indiferente o incluso se dan personas que odian fechas como la Navidad por diversos motivos.

Nadie puede ni te debe obligar a celebrar nada, ni presionarte a hacer nada. Puedes vivir las fiestas al ritmo que quieras y puedas, adaptándote a lo que desees. En definitiva, no te adaptes a la fiesta ni a la manera de vivirla, adapta la fiesta a tus sentimientos y posibilidades.

QUERIDO AMIGO:

Si sientes la falta de alguien, de un familiar, amigo querido, aprovecha estas fechas para recordarlo de la mejor manera y hazlo a modo homenaje.

Si no te gustan las reuniones familiares acude a las que puedas o a las que creas que debes ir y aprovecha el tiempo restante para hacer lo que desees como salir con los amigos.

Si estás pasando por una mala época, aprovecha para sincerarte y apoyarte en alguna persona o familiar cercano. Quizás pueda ayudarte más de lo que piensas.

Fundamentalmente, trata de no pasar solo.

TE DESEO UNA FELIZ NAVIDAD!!!… a tu manera.

Sinceramente.

 

*) Licenciado en Psicología, especialidad Clínica (con Habilitación Profesional del MSP). Miembro Honorario en el Área de Negociación Antisecuestro (gerenciamiento de crisis) del Grupo Halcón de la Policía Argentina

Especializaciones en Suicidología: Red Mundial de Suicidiólogos (Representante Nacional hasta el año 2.008); Red Iberoamericana de Suicidiólogos (Argentina).

Miembro de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), desde el 10 de agosto de 2016.

Ex - Miembro de la Sociedad Mexicana de Tanatología.

Libros publicados: “Suicidio Infanto-Juvenil” - Cómo reconocer las Señales de Advertencia (Editorial Arandura. Año 2006); “El Suicidio - Un grito silente (Imprenta Tradinco. Año 2017). Disertante en múltiples eventos en varios países.

*) Daniel Pelenur MBA

En nuestras empresas, el conflicto prácticamente es inevitable; existen numerosas causas que generan dicho estado, entre algunas, podemos enumerar: procesos de cambio en donde me cambian mi “status quo”, celos y emociones personales, mala comunicación, organigrama complejo o no resuelto sin separación efectiva de responsabilidades y roles de cada empleado, clima organizacional no efectivo. Todas estas causas de conflicto hacen que la empresa esté funcionando fuera de su estado normal, y por lo tanto se resiente y dificulta el ciclo de generación de dinero para mantener el sistema.

Será necesario apaciguar/solucionar dichos conflictos, generar un clima de tolerancia y que las confrontaciones personales y antagonismos, puedan ser resueltos de manera efectiva, prudente y rápida. Para ello el líder, el dueño, el gerente, el director, el accionista, serán personas claves en tratar la situación.

Es muy importante haber establecido la causa real del problema, su solución, y de acuerdo con lo sucedido, poder anticipar nuevas confrontaciones; esto se denomina “retroalimentación positiva” en el conflicto funcional.

Esto en general pasa prácticamente en todas las empresas, el conflicto funcional puede generar nuevos espacios de entendimiento y colaboración, abrir el camino para un mejor y normal desarrollo de mis procesos administrativos.

Ahora quisiera darles una visión sobre la conflictividad que tenemos en nuestro país.

Las relaciones entre empresarios y sindicatos son cada vez más lejanas, complicadas, y confortativas. Nuestra cultura se ha generalizado a emplear el derecho de huelga como prácticamente el primer paso ante cualquier situación.

La huelga debería ser el último recurso a usar para destrabar o conciliar un conflicto. No existe en el frente sindical, una visión moderna y efectiva para encarar sus soluciones, se tiene un pre concepto generalizado de la “explotación” del patrón hacia el obrero, muchas minorías que gobiernan dichos sindicatos siguen pensando en la utopía marxista de socialismo, lucha de clases, y evidentemente no han visto los cambios que se han producido en los últimos 30 años; entre los más destacados la caída del régimen dictatorial soviético, el muro de Berlín y la creación de Estados independientes con economías social demócratas, y con apertura al mundo.

En estas decisiones de paro, que se toman con mucha rapidez en la emoción del momento, no se piensa prácticamente en las consecuencias que tiene para la población; paro de maestros, paro de los distribuidores de garrafas de gas, paro de médicos, paro y más paros… ahora faltó combustible por casi cuatro días por un paro de los trabajadores de los transportistas, y la causa primaria fue un accidente laboral.

Parece ridículo llegar a un paro por este motivo, tiene que haber instancias previas de dialogo y para establecer las causas de dicho accidente y como prevenirlas. Pero nuestra cultura Oriental está primando, paramos y váyanse todos al carajo, me importa un bledo las consecuencias.

Incluyo en este último y ridículo paro que nos dejó sin combustible, la total inoperancia del gobierno en su Ministerio de Trabajo para solucionar el tema. Se decreta la esencialidad tres días después de comenzado el conflicto…

Para terminar, no puedo dejar pasar otra perlita de cosas que pasan en nuestro Paisito; los vándalos de siempre, encapuchados, hicieron una marcha (ojo: escoltados por la Policía, que no hizo absolutamente nada para prevenir los desmanes), en 18 de Julio, para protestar contra la G20.

Encapuchados rompieron todo lo que había cerca. Días después se identifica a dos de ellos y se los procesa (presentarse en la comisaria una vez por semana), pero uno de ellos ya tenía alquilado un rancho en Valizas; y que solidarios y buenos que somos, le dijimos al encapuchado: “bueno anda a Valizas, tomate tus vacaciones y después empezas a cumplir la importante pena de presentarte cada tantos días en la comisaria”. La realidad supera la ficción…

 

*) Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires. Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Contabilidad, Finanzas y Organización. Cel. 099 141 417 - Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.